Cap.4 "De Mal En Peor"

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Me reuní con Jerome esa tarde para terminar de una vez por todas ese proyecto de ciencias, lleve cada uno de los materiales que él me pidió, pero para cuando llegue tenía el proyecto ya prácticamente terminado, me pidió que pegara y enlazara algunos de los instrumentos que utilizaríamos en el experimento, mientras que el planteaba lo que expondría y terminaba las ecuaciones, termine de acomodar todo y le ayude con un par de ecuaciones que faltaban para la explicación científica que debíamos representar en el experimento, se me facilito, no sé por qué, solo había visto un par de veces este tipo de ecuaciones, pero Jerome me felicito con una mirada de aceptación al ver que tenía un breve dominio del tema, sin más preámbulo, comenzamos con las pruebas, así que configuro el generador de frecuencias de audio con su teléfono y yo rige la sal encima de la placa metálica, entonces comenzó a explicar cada uno de los estados, formas o mosaicos que tomaba la sal gracias a la frecuencia con la que vibraban las ondas en la placa metálica, cada mosaico que podíamos ver era genial, hasta me surgió la idea de hacer camisetas con ellos, pero esa idea la ejecutaría después, por el momento solo presionaba a Jerome para que aumentara la frecuencia, pero el solo llego a 6051 Hz, dice que si aumentamos más podríamos romper algo o hacernos daño, así que no quiso continuar, dijo que el experimento ya estaba listo pero que quería probar con el viejo generador de frecuencias de audio que tenían en la escuela, pero no sin antes tomar una pausa para ir al baño y comer algo, decidí empezar la prueba sin él, era de las personas que se toma su tiempo para todo, pero yo no, por suerte dejo su celular frente al generador, y comencé a probar cada uno de las frecuencias que ya habíamos visto, al parecer el equipo estaba bien así comencé a subir la frecuencia mucho más de lo que Jerome lo había hecho, cuando iba en 10000 Hz, la sal parecía como si volara, y mis oídos me comenzaron a doler un poco así que me puse unos protectores y seguí, poco a poco fui aumentando la frecuencia, podía ver como algunas de las cosas que había en el laboratorio comenzaban a quebrarse o a romperse, me causaba risa, me alegraba por un breve momento, me hacía pensar que por fin podía tener un poco de poder en todo el caos que había en mi vida, sin darme cuenta ya había llegado a 20000 Hz, se suponía que eso era lo que un humano podía percibir o soportar, decidí desprotegerme una de mis oídos para comprobarlo, al instante sentí un chillido incesante, como si una corriente entrara y saliera de mi cerebro, lo volví a proteger al instante, pero cuando decidí aumentar un poco más, sentí un empujón en mi espalda, era Jerome, que con una de sus manos me aparto del generador dejándome en el suelo sin protección aditiva, quede casi atónito, uno de sus oídos sangraba mientras que intentaba parar la máquina, pero sin haberlos notado antes yo tenía la perilla con la que se aumentaba la frecuencia en ese viejo generador, por un breve segundo alcance a ver como en el celular de Jerome aumentaba rápidamente la frecuencia a más de 30000 Hz, pero antes de que Jerome pudiera desconectar el generador, todos los cristales que habían en el laboratorio explotaron hacia nosotros, algunos de eso cristales se incrustaron en mi piel, pero cuando volví a ver el celular de Jerome, ya iba más allá de 45000 Hz, Jerome estaba tirado en el suelo con sus manos en sus oídos, tratando de apaciguar el dolor que pronto nos mataría en segundos, pero por suerte para los dos no sería eso, un estruendo alcance a escuchar detrás mío, cuando me percate, los bloques de la pared de al fondo estaban volando hacia nosotros, mientras que un fuego detrás de ellos nos amenazaba con no dejarnos vivir, aunque solo había abarcado hasta la mitad de la sala, un enorme bloque cayó sobre mi pierna, voltee a ver dónde se encontraba Jerome después de esa repentina explosión pero ya no estaba, ¿Dónde diablos estaba?, cada vez era más fuerte la frecuencia, mis oídos y pierna sangraban sin parar, de pronto una serie de botellas y tubos de ensayo comenzaron a volar por todas partes en estado de ebullición, hasta donde mis recuerdos alcanzan sentí cinco impactos en distintas partes de mi cuerpo que ardían como el mismo infierno, sentía como si se me fuera a caer la piel, ya no sentía mi pierna, y no podía escuchar más, mientras que casi todo mi cuerpo ardía, y en un par de segundos un humo toxico se apodero de la habitación, mis ojos ahora también ardían y sentía como poco a poco mis fuerzas y aliento se iban, ya no podía hacer nada, lo único que pensé en decir, aunque ni yo mismo me escuchaba fue, "Dios, perdóname..."

MR. PUNKETTWhere stories live. Discover now