—despierta Ray se te va ha hacer tarde—la estremecieron, una voz desconocida, y además habían entrado a su cuarto, era su privacidad. No dudo en tomar la pistola de balin que estaba al lado de su cama y apuntarle a quien sea que fuera si aun abrir los ojos
—Ray no por favor bájala—se escucho un grito desesperado, tallo sus ojos y pudo ver con claridad que era Luciana que estaba pálida como un papel, se levanto para luego sentarse en la cama
—ah no te preocupes, no es real es de balín
— ¿ qué haces con esto en tu cuarto?—pregunto molesta
—me gustan este tipo de cosas ¿ y qué?—reto Ray
—sácala de la casa—ordeno la mujer, claramente estaba asustada
—Luciana, te daré un consejo y no lo tomes a mal, esta es mi casa, recuerda que ahora vives aquí, y que antes de entrar a un cuarto se toca, porque no sería lindo que irrumpiera de golpe en tu habitación y tu estés follando con papa, es así de simple
—pero es un arma Ray—protesto
—es de balín, no te hará daño mientras no la toques, a otra cosa, este es mi cuarto, es mi privacidad, es como mi santuario, así que la única que lo asea soy yo, la única que da permiso para entrar soy yo, tienes que tocar antes de entrar
—pero Amber está durmiendo aquí—contesto
—no importa lucí, el cuarto sigue siendo mío. Ella entra, si necesita tu ayuda, pues me dirá a mí y yo decidiré si tu entras—acaricio su arma y Luciana se estremeció ante tal acto
—Ray…¿ no crees que es mucho?—pregunto insegura
—solo son unas simples reglas que debes cumplir ¿ alguna otra pregunta?
—no, ninguna—contesto
—ok, si esto es todo, te puedes retirar, no hay problema
La mujer se fue perpleja ante el acto de que Ray la haya amenazado con un arma de balín, no tenia referencias de Ray por parte de su padre, así que supuso que sería una adolescente normal. Ray entro a la ducha tomo un buen baño y luego vistió su uniforme pues hoy seria educación física. Tomo sus libros y bajo. En la mesa de comedor estaba todos reunidos desayunado.
—buenos días—saludo Ray
—bueno días Ray, amm Ray tu y yo tenemos que hablar—dijo su padre
—sí, creo que ahora tenemos tiempo Marcus aun no llega—Ray sonrió pues sabía lo que le diría su padre
—vamos a tu cuarto—ordeno su padre
—como gustes—contesto
Ray subió corriendo las escaleras y entro al cuarto, segundos después entro su padre
—¿ el arma?
—¿ para qué?
—solo dámela—ordeno
—no te la daré, ahorre mucho para comprarla, además es inofensiva
—¡casi la matas de un susto!—grito desesperado
El estruendo de un carro se escucho seguido de un pito, era Marcus quien estaba buscando a Ray
—se me hace tarde para la escuela, me tengo que ir, ahora sal de mi cuarto, y dile a Luciana, pues que ella me agrada y todo, pero que nadie entra a mi cuarto si yo no lo digo—espero a que su padre saliera y camino detrás de él. Ambos bajaron y cuando Ray iba a salir Luciana grito
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When the heart hates
Teen FictionNo se acepta ninguna modificacion copia a esta obra.