- ¿ qué pasa jesse? Te noto distraído – dijo madison, tratando de llamar un poco la atención de jesse, quien no dejaba de pensar en Ray
- No, nada, solo es el estrés de la nueva escuela
- ¿ ya tienes amigos?
- Solo uno, pero bueno es mejor calidad que cantidad
- Mmm, supongo que si
- Sabes madison, se m hace tarde, nos vemos mañana
- De verdad, jesse, te noto extraño, solo dime si soy yo… ¿ o… - ella hizo una pausa y suspiro, quería a jesse, pero al parecer el tenia su mente un poco en blanco
- ¿ a qué te refieres?
- Solo dime si no quiere estar conmigo jesse, yo lo comprenderé
- No es eso madi, solo que es la nueva escuela
- Me dijiste que era buena ¿ entonces?
- No, lo sé madi, en fin me tengo que ir – la tomo de la barbilla y le dio un beso, sonrió y se marcho.
Jesse estaba distraído, pues a él no le gustaba Ray, pero si le intrigaba saber cómo era ella, pues según el reporte Ray era bastante explosiva, pero eso no llenaba su vacio de curiosidad. Llego a su casa y sin hacer ruido entro, pues no quería ser atacado con preguntas de la nueva escuela. Subió a su cuarto y se tiro en la cama.
- Jess – se escucho una voz insegura
- ¿ qué pasa james?
- Jess, papa y mama no está, y jope no me deja entrar a su cuarto
- ¿ quieres dormir aquí? – pregunto jesse
- ¿ puedo?
- Adelante – jesse se levanto de la cama y se hizo a un lado para que su pequeño hermano se acomodara
- ¿ por que jope me odia jesse? – pregunto, la mirada del niño era inocencia pura
- El no te odia, solo es un chico caprichoso
- El si me odia jesse, dijo que yo arruine su vida
- Claro, que no, solo está loco, ya se le pasara
- ¿ tú crees?
- Si, solo es una etapa
- Gracias jess, creo que eres mi hermano favorito, después de aleja.
James solo tenía cuatro años, y joe tenia diez, la razón del odio de joe a james, era que toda la atención se había centrado en el, pues james era un poco especial, alguien que tiene dificultad para caminar, y con ataques de asma constantemente, debe ser vigilado constantemente, cosa que aun joe no entendía y de ahí nacían sus celos.
-¿ de verdad papa?
- claro Ray, solo será mientras yo hago dinero y hago un cuarto más grande
-¿ pero porque papa? Ósea, que tiene de malo que ella duerma con el
- Ray, es un hombre y está en la edad de la masturbación, sería algo traumarte para la niña verlo masturbarse, además ella está emocionada porque tiene una hermana mayor
- se queda, pero con una condición
-¿ cuál?
- treinta dólares por semana
- no Ray, eso es mucho
- entonces suerte
- ¡no! Amm… veinte
- veinticinco
- trato hecho
- trae la cama de la pequeña y acomódala – dijo Ray con una amplia sonrisa en su rostro. Salió del cuarto y bajo las escaleras hasta la sala, donde estaba la pequeña niña sentada en el comedor.
- hola – dijo Ray un poco insegura
- hola Ray – sonrió la niña. Ray tomo asiento y la miro por unos segundos, noto que se parecía a su padre pero esta tenía los ojos grises
-woh, mmm veo que sabes mi nombre, pero aun yo no sé el tuyo ¿ cómo te llamas?
- me llamo Amber – sonrió la niña
- lindo nombre para una niña tan linda como tu
- gracias ¿ no te molesta que duerma en tu cuarto?
- amm para nada, pero cuéntame un poco mas de ti ¿ qué edad tienes?
- tengo cinco – la niña le mostro todos los dedos e hizo una mueca
- eres muy grande
- no tanto como tu – dijo a niña entre risas
- sí, tienes razón, estoy un poco vieja – burlo Ray
- ¿ ya conoces a Sandy? – pregunto la niña
- ¿ Sandy? – pregunto Ray confundida, pero luego recapacito y se acordó de hijo de su madrastra
-si, Sandy, mi hermano – afirmo esta
- si, si lo conozco – contesto. Divago un poco por sus pensamientos, de cómo cambiaria su vida ahora, la casa seria más ruidosa y tendría que compartir su amada habitación.
- Ray…- la interrumpió la niña insegura, Ray la miro y le brindo una sonrisa forzada, estar con una niña en su casa era un poco raro, pues siempre solían ser su padre y ella
-¿ dime?
- ¿puedes llevarme al parque? –pregunto la niña, al parecer le temía un poco a Ray, pues esta siempre solía ser fría y no articular una sonrisa cuando se encontraba en su casa.
- amm claro supongo
- tengo dinero para dos helados- la niña sonrió
- solo dame un momento – dijo Ray
- está bien- Se corrió de de la silla y camino hasta la sala donde estaba su padre y su madrastra sentados en la sala.
- amm Luciana – interrumpió Ray un poco insegura
-¿ dime Ray?
- bueno ammm Amber quiere ir al parque así que la llevare un rato ¿ te parece bien?
- claro, es bueno que se conozcan mejor, además son hermanas, creo que deberían crear un vinculo – sonrió la mujer
- claro – dijo Ray devolviendo el gesto
- amm amor, tengo que hablar con Ray un momento – dijo su padre mientras se levantaba de la silla . tomo a Ray del brazo abrió la puerta y salieron.
-¿ a dónde llevaras a la niña? –pregunto su padre un poco preocupado
- tranquilo viejo, ella quiere ir al parque y yo la llevare, es mas dame las llaves tu auto – sonrió Ray
- Ray, de verdad, no la abandones en el medio de la nada o algo por el estilo, ten piedad es solo una niña
- no le hare nada, además me agrada, me dará un helado
-sabes que una mas y te mandaran a la correccional
- papa yo he cambiado, tienes que confiar en mi
- eso mismo le dijiste a carlota la golpeaste – dijo su padre desesperado
- solo dame, las llaves, a ella no le pasara nada, es una niña no tiene culpa de que tú seas idiota
- más respeto Ray – grito su padre – te daré confianza, toma las llaves, traes a la niña sana y salva ¿ok?
- si, ahora dame las llaves- Su padre le dio las llaves, aun muy desconfiado.
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When the heart hates
Ficção AdolescenteNo se acepta ninguna modificacion copia a esta obra.