ℕ𝕠𝕤 𝕔𝕠𝕟𝕠𝕔𝕖𝕞𝕠𝕤? -ᴀᴍᴇ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 6

-No manches- exclamó con sorpresa la de menor estatura -esta todo sucio y con polvo y dañado y oscuro... Como puede estar oscuro si es de día? no se como pero lo esta, seguros que esto no fue en algún momento la escena de un crimen?-

-Por dios ___ deja de ser dramática- replicó la mayor.

-Oye y... que onda con esto? nos mudaremos?- indagó inocentemente.

-Nos me suena a manada, tú te mudaras- vocifero mientras la señalaba y miraba amenazantemente.

-Esqiusmi? como que yo? no vendrás conmigo?- 

-Ya eres mayor de edad, no me mudaré contigo mi trabajo esta en la ciudad y el tuyo aquí en el campo- la menor se acerco a ella dramáticamente y la abrazo entre lloriqueo.

-Vas a abandonarme aquí? eso no importa, no hace falta que me mude puedo seguir viviendo contigo hasta casarme- 

-Estas loca? si es así entonces dudo que algún día te vallas de la casa- dijo divertida 

-Como iré a mis convenciones que comienzan a las seis de la mañana? puedo seguir viviendo contigo y venir en la mañana en auto, porque no lo pensaste antes?- 

-A si? te vas a levantar en la madrugada para conducir por más de dos horas cuando te mareas en auto? lo dudo- bromeo.

-Tushe- señalo.

En eso el sonido de un vehículo se escucho en la entrada de aquella vieja y polvosa casa, ambas féminas salieron a inspeccionar encontrándose con un hombre de traje y maletín saludando a su familiar varón que esperaba afuera, después de eso ambos hombres se dirigieron al interior de la casa.

-Así que ya lo tenían todo planeado eh?- miro acusatoriamente a su progenitora quien solo la ignoro para ir a saludar a aquel invitado.

El hombre les dio un recorrido y explicaciones sobre la casa, dando a entender que esta se encontraba en mal estado ya que las personas que vivían allí se habían mudado hace mucho y nadie había comprado la casa por su ubicación, ya nadie quería vivir en el campo cuando podían tener las comodidades de la ciudad.

-De casualidad esta casa no esta construida sobre un cementerio?- cuestiono la más joven con diversión, dándose una mala mirada de sus familiares -que? no me vean así, siempre todo esta construido sobre un cementerio, o me equivoco?- explicó.

Después de un rato paseándose de aquí para allá en el terreno por fin el vendedor regresó a verlos y preguntó:

-Entonces? que dicen?- enseguida todas las miradas se dirigieron a ella que solo se encontraba con los brazos cruzados sin ganas de nada.

-Ah? oh si si, una casa enorme, polvorienta, alejada de toda sociedad, a la que le faltan reparaciones y en la cual probablemente viva un fantasma, me encanta- aseveró sarcásticamente.

-No le haga caso, la compramos- Aseguró su abuelo.

-Excele- el hombre de traje fue interrumpido por el comentario sarcástico de la peli ___.

-A sí? tu vas a hacer las reparaciones?- su madre suspiró, mientras el varón veía todo ansioso, el solo quería vender esa propiedad ya.

-Al parecer así va a hacer, te estoy haciendo un gran favor ya que yo voy a hacer todos los gastos- replicó el más longevo de la habitación.

Cuando por fin su madre y ella tuvieron una conversación seria en el jardín donde la muchacha de orbes ___ se hecho a llorar por todos los sentimientos retenidos, firmaron los papeles para por fin ser la joven la dueña de esa propiedad. Tenía miedo, no quería dejar su casa y el lugar donde creció solo por un trabajo, pero no podía evitarlo si no trabajaba no iba a poder tener ingresos, vender galletas toda su vida no era una opción, ella solo quería ser una joven "normal" y estudiar la universidad. No se sentía lista para ser adulta, ahora tendría que pagar todos esos servicios como la luz, el agua, el internet... aunque a decir verdad podía vivir sin tv cable, con un reproductor de discos y todas sus películas que guardaba le parecía suficiente.

Ahora todos se encontraban en el auto volviendo a casa en un silencio un poco incómodo, la más joven se encontraba con los brazos cruzados mirando hacia la ventana, más específicamente, el paisaje que se hacía frente ella, hasta que algo en especial llamó su atención... Un aullido.

Regreso a ver por el vidrio trasero intentando visualizar a aquella figura que emitió el sonido, al afinar un poco más su vista deslumbro a la gran lejanía un pequeño punto corriendo hacia la cima de la montaña. 

-"Pensé que los lobos en Japón se habían extinguido hace mucho"- pensó, pero mientras más se alejaba la montaña se hacia más indistinguible por lo que evidentemente perdió el rastro de aquel punto que se encontraba en movimiento.

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Gracias a dios aun soy menor de edad y aun no tengo que trabajar y vivir sola y pagar impuestos.

Desde ya me disculpo si alguna cosa no cuadra con la realidad, algo asi como el trabajo, la casa o en pocas palabras... la vida de adulto.

No se como voy a estar con la actualizacion ya que bueno, escribo cada que tengo inspiración pero procurare hacerlo todos los días, los amo.

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