capitulo 3

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Todos íbamos en el bote de los Jawas, en busca de lo que ellos pidieron a cambio de las partes de la nave de Mando, un huevo. Yo estaba sentada alado de Mando, quien miraba el camino por donde íbamos, frente a nosotros estaba sentado Kuiil y a su lado estaba el bebé.
Aun que ya había trabajado con los Jawas hace mucho tiempo, no me recordaban, y es mejor así. Miré el bote por dentro y al fondo logré ver un arma Mandaloriana, se ve en buen estado, algo oxidada y le falta una parte que es fácil de construir.

Había escuchado que a los Jawas les gustan las cosas brillantes, y tengo lo justo para hacer un intercambio.

Miré a mi lado un Jawa y recordándo un poco su idioma y las palabras que decían para intercambios, hablé con él.

- ¿qué quieres por el fierro oxidado? - pregunté

El Mando giró a verme y el Jawa también.

- no a la venta - respondió en su idioma

Busqué en mi bolso y de ella saqué una moneda, ya estaba fuera de curso y era de otro planeta, no vale nada, pero los Jawas no lo saben.

Se lo mostré al Jawa y él brincó de alegría, bingo. Enseguida corrió al arma Mandaloriana que colgaba en la pared y la bajó, regresó a mi y la intercambié por la moneda.

- un placer hacer trato contigo - dije en su idioma

- vuelve pronto - respondió el Jawa llevándose la moneda

Regresé a mi posición y mire el arma mandaloriana más de cerca.

- ¿sirve? - preguntó Mando a mi lado

- lo puedo arreglar, sólo le falta algo que sostenga ésto - le mostré una parte del arma que colgaba

Él se acercó y vió donde señalaba.

- luce bien - dijo y giró a ver de nuevo el camino

- será fantástica - dije colgando el arma en mi armadura para que quedara en mi espalda

El bote se detuvo y miré al frente.

- llegamos - dijo Kuiil

Nos levantamos y fuimos a la salida del bote. Se abrieron las puertas y los Jawas comenzaron a salir. Miré a bebé quien había llegado a mi lado en su cápsula y al verme sonrió, sonreí también y bajamos después del Mando.

Kuiil caminaba al frente con el líder de los Jawas. Subimos una pequeña colina de arena y al ver hacia abajo logramos ver una cueva, había rocas a su alrededor.

- dicen que ahí dentro está el huevo - dijo Kuiil

Miré al Mando y él comenzó a caminar a la cueva, caminé un poco con él y me detuve, el Mando siguió adelante dispuesto a entrar a ella.

Me quedé parada un poco cerca de la cueva con el bebé a mi lado, Mando ya había entrado, hubo un silencio y comencé a sentir un ligero temblor en mis pies, miré a la cueva y Mando salió volando de ahí, cuando cayó al suelo salió un monstruo de la cueva.

- un Mudhorn - susurré

Los Jawas comenzaron a hablar entre ellos, asustados. Yo también estaba asustada, el Mando estaba en el suelo.
Vi al monstruo prepararse para correr al Mando y corrí yo a él.

- levántate - le dije a Mando mientras lo ayudaba a ponerse de pie

Cuando nos pusimos de pie, Mando me cargó de la cintura y me arrojó lejos, el Mudhorn venía a nosotros y alcanzó a golpear con su cuerno a Mando contra el suelo.

Él levantó su mano y arrojó fuego contra el Mudhorn, al ver que lo único que logró fue hacerlo enojar, saqué mi arma de su estuche y comencé a dispararle.
Mando lo quemaba y yo le disparaba, hubo un momento donde a Mando dejó de funcionarle su arma y ya no salió fuego, mi arma se calentó y dejó de funcionar.

Respaldo | The MandalorianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora