capitulo 2

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- ¿estás bien? - pregunté mirando al Mandaloriano sentado frente a mi

Estaba herido de un brazo, sangraba.

- estaré bien - dijo molesto

Miré a bebé y él me miró sonriendo, le sonreí también y se levantó del suelo para caminar al Mandaloriano.
Él miró a bebé caminar hacia él, caminaba lento y se tambaleaba un poco.

- ¿qué? - lo miró cuando estaba lo suficientemente cerca

- te quiere ayudar - dije mirando la fogata que nos separaba

- basta - dijo tomando a bebé y regresandolo a su cápsula

- él no muerde - dije un poco molesta por la forma tan seca en que lo tomó y lo dejó en la cápsula

- no lo conozco - dijo

- es un bebé ¿qué crees que hará? ¿arrancarte un brazo? - dije obvia

Él no dijo nada, solo me miraba, creo. Es difícil saberlo si no veo su rostro.

- olvídalo - dije suspirando

Acomodé a bebé en su cápsula y lo tapé con una de sus mantas, comenzaba a hacer frío. Cuando estuvo listo se recostó y cerró la cápsula.
Me acosté yo en el suelo y comencé a ver las estrellas. Pronto el recuerdo de mi padre llegó a mi, a él le fascinaba ver las estrellas conmigo.

- descansa - escuché baja la voz del Mandaloriano

Sin mirarlo le respondí - tú igual

Giré en dirección a la cápsula y cerré los ojos.

***

- despierta - escuché en susurro su voz - oye, despierta - repitió

- ya escuché - dije bajo también

- hora de irnos - dijo ahora con tono normal

Abrí los ojos suavemente, el sol apenas si comenzaba a salir, si supiera que yo no madrugo.
Me senté en el suelo y bebé me miró sonriendo, estaba fuera de su cápsula y fue detrás del mandaloriano cuando él comenzó a caminar.

- traidor - le dije sin dejar de verlo

Él dió media vuelta y caminó a mi, tomó uno de mis dedos de la mano y me jaló para que me pusiera de pie. Reí poco y me levanté cargándolo.

- eres odioso - dije riendo bajo, mirándolo en mis brazos

Miré hacia el Mandaloriano y él ya había avanzado un buen tramo dejándonos atrás.
Puse a bebé en su cápsula y corrí detrás de él, la cápsula enseguida fue detrás de mi.

Llevábamos un buen rato caminando, el Mandaloriano sigue delante de nosotros, mirando el suelo. Vi su brazo y ya no sangraba, miré a bebé a mi lado y él me miró.

- tú - dije entre cerrando mis ojos mientras lo miraba - lo curast...

No pude terminar de hablar ya que choqué con la espalda del Mando y retrocedí un paso atrás por el golpe.

- oye, fíjate por dónde caminas - me puse a su lado

Él no se movió y miró al frente, vi yo también y había pequeños hombrecitos robando partes de lo que parecía ser su nave.

Respaldo | The MandalorianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora