Engancharse "Una incursión en mejores relaciones sectoriales

Capítulo 5

“Hay demasiados”.

La escena pasa por la conciencia de Jiang Cheng, una serie de impresiones ultrarrápidas. Aullidos inhumanos. Bichen, hedor, furia y Zidian haciendo un bello arco. Otro grupo de cadáveres truena desde la linea de árboles mientras la sangre negra y pútrida salpica en la túnica de Jiang Cheng. La espalda de Lan Wangji está contra la suya, la respiración del hombre es entrecortada. 

Jiang WanYin también está sin aliento. Una investigacion sobre las misteriosas desapariciones de ganado se había convertido en una persecución de cuatro horas arriba y debajo de la montaña, siguiendo a un grupo de Yao con apariencia de lobo. También eran poderosos; había sido necesario los esfuerzos combinados de Jiang Cheng y Lan Wangji para finalmente poner fin a la manada de casi dos docenas de cadáveres.

No hace falta decir que no estaban preparados para otra pelea cuando tropezaron con lo que parecía ser un puñado de cadáveres vagabundos e inofensivos cerca de una tumba inundada. Sin embargo, su exasperación se había convertido rápidamente en un estado de alerta endurecido por la batalla. Jiang Cheng apenas había dado su primer golpe cuando más muertos vivientes comenzaron a enjambrarlos desde los árboles. 

Normalmente, cualquiera de los dos podría manejar un grupo de cadáveres de este tamaño solo, pero….con ambos agotados por su caza anterior, la situación se está volviendo rápidamente seria Jiang WanYin por primera vez siente su primera chispa de miedo que haya sentido en toda la noche.  Que humillante, para el notorio y vicioso Sandu ShengShou ser eliminado por nada más que una manada de feroces cadáveres. 

“No contra nosotros dos” Asegura Jiang WanYin con las mejillas estiradas en un furioso facsímil de una sonrisa.

Su mente da vueltas, analizando, mientras sus abrazos golpean con Sandu y Zidian a su vez. “Son marionetas” Se da cuenta, dioses otro cultivador demoniaco. Su hermano marcial descarriado y pedazo de mierda continúa haciendo que la vida de Jiang Cheng sea un infierno, incluso desde la tumba.

Sandu separa el brazo de un cadáver de su cuerpo justo antes de que el cadáver pueda agarrarlo Jiang Cheng se recuerda a si mismo que debe concentrarse. Necesitan poner fin a esto rápidamente ninguno de los dos tiene la resistencia para una batalla prolongada. 

-Tu Guqin- Gruñe Jiang WanYin, recibe el enérgico acuerdo de Lan Wangji. Como uno solo Zidian junto con Bichen arrasan el área a su alrededor, capturando los cadáveres más cercanos y arrojándolos contra los demás. Deben tener tiempo extra, solo necesitan ese momento.

Durante unos terribles latidos del corazón, Lan Wangji esta indefenso confiando en que Jiang Cheng los protegerá mientras su atencion está en otra parte. Empujando más energía espiritual en Zidian, Jiang Cheng azota en un círculo casi completo a su alrededor mientras Lan Wangji balancea su instrumento de su hombro, quitando rápidamente la cubierta. Contra tantos cuerpos a la vez, el látigo solo los aturde, pero un par de apreciados segundos  deberían ser suficientes.

-Párate detrás de mí- Advierte Lan Wangji, sus dedos están tocando las cuerdas antes de que Jiang Cheng pueda responder. La parte de vacilación provoca una sonrisa salvaje en el rostro de Jiang Cheng; luchan bien juntos, como extensiones el uno del otro, ambos saben que las palabras no eran necesarias. Jiang Cheng se había arrojado contra la espalda de Lan Wangji tan pronto como vio el Guqin.

Una cascada líquida de notas golpea los oídos de Jiang Cheng justo antes de que todo el ruido se atenúe por completo, se pregunta si alguna vez se acostumbrara a esa fracción de segundo de silencio de otro mundo antes de que el sonido retumbante y repentino lo atraviese como un puñetazo en el estómago.  

Sorprende el aliento de su pecho, incluso amortiguando por el cuerpo de Lan Wangji. A sus enemigos les va mucho peor “Horrible” piensa Jiang Cheng, no por primera vez cuando los cadáveres más cercanos estallan, los torsos se abren. Ralentiza la siguiente ola con Zidian haciendo una mueca ante el abrumador hedor de la descomposición, luego hay otra explosión de sonido.