Engancharse "Una incursión en mejores relaciones sectoriales

Capítulo 1

Jiang Cheng capta el destello de la luz del sol en su espada, brillante y rápida en el este, trata de respirar con resignación. Sus ojos parpadean hacia la pila de cartas junto con peticiones sin leer en su escritorio. “Nada de eso”, suspira sabe que será otra noche demasiado larga, se dirige al pabellón de invitados.

Cuando llega, el pabellón está lleno de actividad; un visitante inesperado siempre es motivo de tanto clamor, pero un invitado de este calibre aumenta la intensidad a uno mayor. Quizás debería haber advertido a su personal, había sospechado que aquel hombre vendría, aunque incluso Jiang Cheng se sorprende de lo rápido que llego. Ciertamente, su carta no pudo haber llegado a Gusu antes de esta mañana.

-HuanGuang-Jun- Ofrece solemnemente Jiang Cheng, levantando los brazos en un saludo respetuoso. Lan Wangji hace una reverencia, su expresión es seria y Jiang Cheng ordena a su discípulo principal que le traigan té a su muelle privado.

Tiene la clara sensación de que será una conversación algo larga, la cual es mejor estar en privado.

Le hace un gesto a Lan Wangji para que lo siga y los dos caminan en silencio. Agradecido, Jiang Cheng usa el tiempo para organizar mejor sus pensamientos; puntos de conversación, lógica, razón y persuasión. Es probable que esta sea su única oportunidad y muchas cosas se aprovechan de esta reunión. El peso se siente tangible Jiang Cheng se endereza imperceptiblemente su postura debajo de él.

Su secta depende de él. “No es personal”, Se recuerda una vez más, apretando los dientes ante la fría y omnipresente actitud distante de Lan Wangji, no importa, nada importa excepto la continua prosperidad de su secta.

Suspirando, tentativamente considera que el silencio es una buena señal. Si bien el Segundo Jade Lan es conocido por su rectitud y tolerancia, Jiang Cheng parece ser el objetivo desproporcionado de los raros errores de control del hombre.

No se permite desviar la mirada cuando llegan al muelle se sienta en el cojín al otro lado de la mesa frente a Lan Wangji quien no lo mira a los ojos.

“Él está aquí, es un comienzo” Es lo que piensa Jiang Cheng, tiene que hacer a que esto funcione, independientemente de la reticencia de Lan Wangji. Al menos todavía no han llegado a los golpes, aunque con los dos, el armisticio siempre se siente temporal. Jiang Cheng se habría decepcionado si Lan Wangji lo atacara tan pronto como aterrizo, pero ninguna parte de él se habría sorprendido.

Es tranquilo, pintoresco en el lugar en donde se encuentran, sentado en la mesa baja en el muelle personal de Jiang Cheng. La ubicación proporciona soledad, la sombra de la pérgola y ya sea por cortesía o por nervios, no tiene el espacio en su cabeza para examinarlo demasiado de cerca, Jiang Cheng espera a que Lan Wangji hable.

-Te han hecho consciente- Dice finalmente Lan Wangji, con un toque de pregunta en su tono y como cada vez que se digna a abrir la boca, Jiang Cheng tiene que llenar los espacios en blanco.

-Enterado ¿Supongo que esto es sobre la carta?-

-Ante el asentimiento de Lan Wangji, las cejas de Jiang Cheng se fruncieron –Me temo que no entiendo su pregunta ¿Consciente de que?-

-Su contenido- Murmura Lan Wangji inexpresivo.

“¿Que?” Desconcertado Jiang Cheng se permite respirar lento, mientras que su mente zumba. No está seguro del ángulo de Lan Wangji; quizás a pesar de su extrema diligencia en la preparación de la petición, sin darse cuenta de que se ha equivocado. Un destello de pánico aprieta su garganta había muchas posibilidades, habiendo pasado demasiadas noches en compañía de sus propias ansiedades.

El desdén no sería nada nuevo, el disgusto sería comprensible, la furia irracional, el desprecio, incluso una ofensa moralista ante la sola idea, nada de eso sería inesperado. Pero si Jiang Cheng se vio obligado a adivinar, Lan Wangji parece más….cauteloso que cualquier otra cosa a lo que lo único que puede pensar es “Ancestros ayúdenme”.