Capítulo 8

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-Lo juro, sus hijas son más hermosas cada vez que las veo- Insiste Jiang Cheng, asintiendo con la cabeza a las dos doncellas en cuestión antes de devolver una sonrisa a su madre – ¡Apuesto a que las traes contigo solo para traer clientes!-  

Las doncellas se ríen, mientras se sonrojan y se esconden detrás de las mangas de sus túnicas mientras que madre se ríe –Líder de la secta Jiang, eres tan encantador como siempre-.

Reconoce el golpe sutil por lo que es, no puede evitar reírse. Ella lo conoce desde que era un niño, corriendo por el mercado con bollos de carne en la boca y dedos pegajosos como el azúcar –Siempre espero a medias que me agarres de la oreja y me lleves al magistrado por molestar a tus gallinas-.

Jadeando, realiza su horror a la perfección, Jiang Cheng se ríe a carcajadas por su indignado alisar sus mangas –Nunca me atrevería a hacer algo tan indigno para nuestro estimado líder de Secta- Entona y se las arregla para sacar la mayor parte antes de volver a reír –Ahora, joven ¿Estás aquí para charlar o para comprar? ¡Si no estás comprando, lárgate!-.

Su sonrisa no flaquea, pero ella está más cerca de casa de lo que él quisiera. Puede sentir la mirada hosca de Lan Wangji como si le pesara físicamente y resiste la tentación de poner su ceño fruncido hacia él. Si el hombre quiere ser un amargado es bienvenido; Jiang Cheng no entiende por qué insistió en unírsele en primer lugar.

A lo largo de los años, ha descubierto que pasear por el mercado es una buena manera de fortalecer las relaciones, captar noticias que de otro modo no podrían traspasar los muros de su secta, broncearse un poco….Se ha propuesto visitar a los comerciantes de Yunmeng de forma regular y por lo general es uno de sus “deberes” favoritos. Sin embargo…

El silencio pétreo de Lan Wangji ha convertido la salida de hoy en un infierno. No es la primera vez que vienen aquí juntos, pero Jiang Cheng podría jurar que el hombre está tratando de maldecirlo en este viaje en particular, el disgusto irradia de él como una nube. Un suspiro pasa por Jiang Cheng. Con toda sinceridad, se había detenido simplemente para hablar, porque sabía que la mujer  le sonreiría y Jiang Cheng necesita la distracción de su temperamento para que no se enfurezca rápidamente.

-Seguramente tener al líder de la secta Jiang en nuestro puesto es prestigioso- Murmura una de las chicas, su madre suspira y pone los ojos en blanco con bondad.

-Me siento honrado de que pienses eso- Dice Jiang Cheng en su tono más serio, les ofrece una reverencia que desencadena otra ronda de risas nerviosas –Pero su madre es sabia; me he impuesto a su amabilidad durante mucho tiempo. Honorables damas, les agradezco su tiempo-.

-Líder de la secta Jiang, Hanguang-Jun- Dicen, inclinándose ante ambos hombres, Jiang Cheng siente un escalofrío cuando Lan Wangji vacila antes de inclinarse. Un poco tímido, su mano se coloca en el codo de Lan Wangji para pronto poder arrastrarlo hacia él. 

Jiang Cheng puede escuchar sus propios dientes rechinar; está demasiado frustrado como si fuera el infierno. Lan Wangji no le ha hablado más que un puñado de palabras fuera de saludos y preguntas recortadas relacionadas con los negocios de la secta desde su desastre de esa noche hace una semana anterior, pero esta descarada mierda es nueva y él ya ha tenido suficiente.

-¿Cuál es tu maldito problema?- Sisea una vez que se alejan un poco de los demás, frunciendo el ceño cuando Lan Wangji le quita el brazo de su agarre. Y sobre todo esa mirada fría está de vuelta; de alguna manera es peor que su ceño fruncido. Jiang Cheng va a perder la cabeza en este momento en medio del mercado – ¡Lan Wangji!-.

Lan Wangji levanta un poco su cara y lo mira fijamente –Parece que te estás divirtiendo-.

-¡¿Qué?!- Cuando Lan Wangji se niega a dar más detalles, los puños de Jiang Cheng se aprietan – ¿No es ese el punto? ¿Cómo podría divertirme contigo, me has estado siguiendo como si tuvieras energía sentido, como un maldito cadáver feroz? ¡Si no quisiste venir, deberías haberte quedado en casa!-.

Engancharse "Una incursión en mejores relaciones sectorialesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora