Enseñando al Rey

6.- Un avance ilusorio

Jungkook... como decirlo... era alguien muy ¿diferente? a como lo imaginó, tal vez era porque se estaba esforzando mucho para no gritar o ser un imbécil, pero Jimin lo sentía algo torpe con una extraña inocencia, en especial cuando él estaba cerca. Ya no tenía esa aura tan maligna que lo rodeaba ni esos duros ojos.

Pero no podría decir que se hubiera controlado tan fácil, fueron muchos días en los que Jimin tuvo que decir algo o mirarlo para que Jungkook dejara de gritar a los sirvientes o a sus guardias, para que dejara ese tono de superioridad y control con todos. Había veces donde no podía controlarlo y explotaba, hasta el más mínimo error podía enfadarlo a tal punto que comenzaba a insultar a todos y darles severos castigos.

A Jimin le asustaba esa inestabilidad, un día estaba bien y parecía mejorar su actitud y al siguiente terminaba destrozando los oídos de todos en el castillo, rugía muy fuerte y era muy intimidante en esos momentos, pero cuando Jimin le miraba asustado toda esa tensión se convertía en culpa.

—Lo estas haciendo bien Jimin — trató de animar Hoseok poniéndole una mano en el hombro mientras el omega comía desanimado un pan picoteándolo en trozos.

— No va a cambiar...

—Ha cambiado mucho en estos días — defendió el beta a su rey — y es por ti

— Sigue siendo un idiota... Cuando creo que es la vez definitiva siempre pasa algo que lo arruina... es muy inestable.

Hoseok se quedó callado porque sabía que Jimin tenía razón, pero aún así era sorprendente siquiera que el rey estuviera intentando cambiar y eso fue lo que le dijo a Jimin.

—No me sirve que lo intente — se levantó enojado — Quiero que lo haga, quiero que su humor y actitud no cambien tanto de un día al otro, no es un niño, es un rey, sus acciones influyen en todo su reino.

—Tal vez por dentro siga siendo un niño...—  suspiró Hoseok y Jimin le miró sin entender — Ascendió al trono muy joven.

—Yo perdí a mis padres muy joven tambien y no por ello voy a estar molestando en la vida de los demás.

— Jimin, no te rindas, por favor — Hoseok se levantó para tomarle las manos — Solo te hace caso a ti y es por ti su cambio.

— ¿Entiendes que eso es injusto para mí? — Hoseok se sorprendió un poco — Yo... por supuesto quiero que cambie, por el bien de la gente, pero ¿Y yo? ¿No estoy dando demasiado? Sigo secuestrado aquí y sé que el rey quiere cambiar por mí pero yo no voy a cambiar de opinión acerca de él como alfa, en el sentido romántico — el beta se desanimó un poco.

— ¿No hay... ninguna posibilidad?

— No Hoseok — se apartó — Me alegra que cambie para ser mejor rey, pero como alfa... — negó — la primera vez que nos vimos él intentó abusar de mí, no voy a olvidar el miedo que sentí. ¿Sabes? — se volteó a verlo de nuevo — Soy adulto, viajé a muchos sitios y conocí a mucha gente, por supuesto tengo experiencia y sé con claridad lo que quiero para mí — Miró al horno en el cual se cocinaba algo de pan, el fuego calentaba todo el lugar — Un alfa que sea capaz de hacer eso no me da seguridad, no lo tengo ni como opción, sería tóxico si me enamorara de él, tóxico y peligroso para mí mismo y créeme que tengo suficiente amor propio para no aceptar eso, merezco un alfa que piense en dar su vida por mí, que me proteja y ame por sobre todo, no alguien que es una bomba de reloj y que en cualquier momento pueda estallar.

La peor parte para el beta de todo eso era que no podía evitar darle la razón a Jimin, no era justo para el omega que la estabilidad de Jungkook dependa solo de él, era una obligación que no tenía porqué tomar o aceptar, Jimin era un buen omega, uno cálido, inteligente y sensato, atarlo a Jungkook y al reino por pena o por no tener de otra era mucho egoísmo incluso de parte suya, que pensó que mientras Jimin esté, el rey podría mantenerse más benevolente... Jimin tambien tenía una vida y una libertad que no estaba siendo considerada.