𝒖𝒏𝒆

340 44 18
                                    






La vida de Kanna siempre se había resumido en largas noches de estudios, mañanas de clases y tardes de danza junto con algún plus de maltrato verbal o físico de parte de sus padres, era una niña fuerte que había pasado por demasiadas cosas en una temprana edad. Por eso cuando conoció a Sonya y esta le habla sobre su marca de nacimiento, decide huir de casa sin pensarlo dos veces. Kanna desde que tuvo conciencia sabia que tenia una marca de nacimiento particular, ubicada un poco mas arriba de su muslo izquierdo estaba la cabeza de un dragón; y al enterarse que era la única portadora de dicha marca en su familia no pudo evitar sentirse especial.

─Dime que lo que huelo no son ¡hotcakes!─ exclamó emocionado un moreno entrando a la cocina. Jax Briggs, amigo y compañero de trabajo de Sonya, el moreno se estaba quedando por tiempo indefinido en casa de la rubia.

─Lo son, aquí, estos son tuyos─ sonrió la menor colocando frente del moreno una gran pila de Hotcakes, para luego voltear y pasarle una taza de café. El mayor le sonrió agradecido y se lanzo contra las masas cocinadas como si de un león se tratará─ ¿Y Sonya?─ pregunto Kanna retirando del fuego el sartén. 

─Aquí─ habló la rubia tomando asiento junto a su amigo, la menor la miro sonriente y se acerco con una pila de hotcakes iguales que los del moreno. La rubia asintió en agradecimiento y se dedico a comer─ ¿Cuándo te iras? ─se dirigió al moreno, Sonya. Jax le dio un ultimo sorbo a su café y miró pensativo su plato vacío, el cual rápidamente fue llenado con dos hotcakes que Kanna amablemente compartió de su desayuno.

─Ire en la tarde, se que hay una pelea en unas horas y creo que él se presentará─ enuncio el moreno, llevo un pedazo de masa a su boca y miró a la menor que bebía su té de hierbas con su teléfono en mano─ La llevaré conmigo, ya ha pasado dos semanas de su llegada, es hora que aplique todo lo aprendido.

Y tenia razón, Kanna se la había pasado entrenando día y noche con Sonya, esta le había asegurado que necesitaba aprender a defenderse y que le seria de ayuda en algún momento. 

─¿A donde iremos?─ preguntó la menor despegando su mirada de la pantalla, Sonya negó divertida, Kanna miró al moreno confundida, quien siguió embelesado con el su ultimo pedazo de hotcakes─ Oh vamos, díganme, merezco a saber a donde me llevaran─ se quejo la pelinegra.

─Pues, cuando te encontré la primera vez ni siquiera preguntaste a donde te llevaría─ replicó Sonya mirándola divertida. Kanna bufó e intento defenderse.

─Pero eso es diferente, Sonya─ dijo cruzándose de brazos aceptando su derrota.

─Ambos irán a ver a alguien como tú, al parecer ustedes dos no son los únicos─ soltó la rubia para luego tomar su vajilla y dejarla en el fregadero. Kanna sabia de que hablaba la mayor, mas no se animo preguntar sobre el tema. Sonya aún no le hablaba de el porque la trajo aquí y compartía la misma marca con Jax.

─¡Oye, maldita zorra! ¡Tengo Hambre!─ se escucho el gritó de un hombre seguido de una serie de golpes secos, Sonya suspiro y tomo un manzana del frutero antes de salir de la cocina, Jax al igual que su compañera se retiro del lugar, dejando a la menor sola con un montón de cosas por lavar.

─Obviamente, no me ayudarán y tampoco me dirán porque tienen a alguien secuestrado─ protesto mientras levantaba lo que restaba de la mesa y comenzaba a lavar─ Yahh, ¡¿Porqué debo hacer esto yo?!─ reclamó golpeando el agua de la pileta, jadeo al sentir esta mojar su vestido y no pudo evitar lamentarse. Era uno de sus favoritos. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 07, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑫𝑼𝑺𝑲 𝑻𝑰𝑳𝑳 𝑫𝑨𝑾𝑵 ⸻  𝑳𝑰𝑼 𝑲𝑨𝑵𝑮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora