¿Un segundo caso?

10 0 0
                                    

El día siguiente fue abrumador. Mi casa se había llenado de periodistas de distintos noticieros de La Falda, de la provincia e inclusive de medios importantes como La Nación o Clarín. Llamaron a la puerta pero no bajé a recibirlos. Una, dos, tres veces, y ya se prepararon para irse. Solo alcancé a escuchar una corta conversación entre tanto bullicio: 

- Pobre hombre- suspiró una voz aguda- lo que le pasó fue horrible. No me extraña que no quiera venir a dar unas palabras.

- Pero pobre las pelotas- respondió otra voz con un tono más grave, de persona robusta- ¿sabés la primicia que tendríamos si el cana bajara? Hasta vinieron del canal Doce para tomarle la declaración.

- No podes ser tan insensible. El tipo perdió a su esposa e hijo...- El hombre hizo una pausa- Eso es lo que me inquieta. ¿No viste lo que pasó ayer en Molinari?

- ¿El crimen pasional? ¿Qué tiene que ver con esto? 

- ¿Quién dijo que él la mató? Dejá de tomar como hechos las boludeces que ponen en Crónicas. Exageran todo lo que pasa y, casi siempre, tergiversan los hechos. No, yo me refiero a lo que dijo el novio de la chica. Sobre lo que vio.

- ¿Te referís al supuesto asesino?- lanzó una carcajada- Esa actuación que se mandó es digna de un Oscar. Ver a un tipo, disfrazado de negro, con un bate, y encima con ese nombre inglés: Killer, Murderer.

- Querrás decir The Assassin- La sangre se me heló. No creí escuchar ese nombre tan pronto. Esperaba no oírlo nunca más- Sí, no niego que sea descabellado. Pero, si fuera cierto, ¿no ves una conexión entre estos dos casos? Dos tragedias, dos sobrevivientes y un asesino suelto. 

- Hay una importante diferencia: solo uno de ellos fue herido en el lugar. ¿Cómo le podés creer al sospechoso?

- Dije que era un caso hipotético. Dejame soñar un poco. Me cansé de publicar siempre las mismas historias. 

- Entonces cambiá de rubro. Hacete novelista o filósofo. Pero acá venimos a publicar hechos, no ficciones.

Eso no era una ficción, el flaco tenía razón. El asesino podía ser el mismo. 

No pasó mucho hasta que se fueron. En ese momento, pude bajar y buscar en la entrada el diario de ayer. Me horroricé al ver uno de los primeros titulares: "La Falda: madre e hija golpeadas hasta la muerte." Yo no había sido informado de todo lo que el hijo de puta había hecho. Solo me dijeron que los mató.

Continué leyendo, mientras se me revolvía el estómago: el malnacido les había escupido, violado, golpeado y asesinado con ese maldito bate que cargaba consigo. Hasta mi perrito Simón fue víctima de aquel bastardo. Era un caniche blanco y muy mimoso, que todavía le quedaban años de vida.

Fue en la página siguiente que encontré lo que buscaba: "Mujer fue encontrada descuartizada en su casa en Molinari. Sospechan del novio." En el siguiente párrafo se mencionó al otro supuesto asesino, pero se omitió el nombre "The Assassin". En las últimas oraciones se mencionó que Martín Andrada, el sospechoso, aún se encontraba en Cosquín, y que lo retendrían hasta una semana en una de las celdas y a esperas de su juicio. 

Todavía no me había recuperado de lo que había pasado. Pero entonces pensé: "¿no era un dolor cuya herida jamás cicatrizaría?" No podía seguir esperando que mi familia volviese a mi lado, o seguir llorando por este hecho. No, debía actuar. Debía hablar con ese tal Martín, buscar al verdugo y "servir ese platillo, frío".

The Assassin: VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora