Yhulisa (parte cuatro)

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Todas las frases del diario las recolecte de días diferentes, días donde el otro tipo que parecía que guarda dentro mío... tomaba el control, días donde la mayoría de mis pensamientos "no todos pero gran parte de ellos" estaban acompañados de recuerdos de Yhulisa, esa chica... esa chica se había encajado dentro de mi, se había metido hasta el fondo, hasta lo mas recóndito de mi roto, oscuro, duro y muerto corazón y había creado un sentimiento enorme en mi.

La extrañaba exageradamente mucho y por alguna razón me cuestionaba en si debía buscarla "quizás era por lo que les había hecho a sus amigas"

Le pedía al cielo que me mandara señales ¿en si debía buscarla? por desgracia el señor dios, nunca respondió, por mas veces que me dijera a mi mismo "no digas no puedes estar sin ella, ¡porque si puedes!" 'parecía que no podía vivir sin ella ¡era horrible extrañarla! No quería nada... solamente a ella, anhelaba tanto su compañía y la quería de vuelta.

El dije que ella me había regalado lo guardaba con mucho cariño "era un consuelo tenerlo en el cuello ya que significaba todo para mi en esos momentos" sabia que si quería recuperarla debía humillarme "después de haberlo pensado mucho, decidí hacerlo ¡decidí buscarla!"

Una noche de sábado, le envié un mensaje diciéndole -¡te extraño!-

Aunque me hubiera rechazado no tenía que perder "si tienes una situación igual a la mía ¡actúa! De todos modos que puedes perder ¡vamos no seas cobarde!" comenzaba a preocuparme ya que Yhulisa no me contestaba el mensaje y para aumentar mas mi suspenso ya lo había leído, pensaba qué tal vez ya no le interesaba, hasta que después de un largo rato ella respondió con una pregunta, preguntándome ¿ósea como?

"¡Ósea como! Enserio Yhulisa, no se te ocurrió algo mas" al volver a hablarle utilice mi enorme labia "esa que siempre me ha caracterizado" aunque esta vez era diferente ya que de verdad lo que le decía, era cierto "Yhulisa se cuestiona en ¿lo que le decía era verdad?"

Todo lo que le decía y pensaba sobre ella era cierto, creía y creo que ella... ¡ella es la chica perfecta! El sueño de cualquier hombre, Yhulisa era y quizás siga siendo ¡una maravilla! "Hoy que escribo esto me doy cuenta de que ella fue el amor de mi vida, hoy en día daría lo que fuera por... por lo menos saber si sigue bien" aquella noche, aquella chica, quería comprobar si lo que decía era cierto. Así que decidió que quería verme (la noche era joven) no pensé siquiera en negarme, preguntándole dije -¿en donde y a qué hora té veo?-

"Chicos si es de noche y si se ven con una chica, llévense dos sudaderas, es bonito quitarte la sudadera y dársela a tu chica, pero no es bonito morirte de frío, así por favor llévate DOS SUDADERAS" di en el clavo, Yhulisa no llevaba siquiera un suéter, así que yo le di el mío "¿por cierto donde estará ese suéter?"

Recuerdo perfectamente ver a esa niña con una sonrisa atravesando la calle, caminando hacia mi "parecía como si en la cuidad no hubieran personas porque no había absolutamente nadie ¡estamos ella y yo de nuevo! No importando nada" Al tenerla frente a frente ¡sonreí! Estaba contento de que ella estuviera conmigo y esa chica, esa niña, aquella mujer fue la primera que logró abrir mis emociones y expresarlas.

Mirando su sonrisa hermosa le dije con voz entre cortada -¡te extraño!-

Yhulisa se parecía demasiado a mi, ya que en vez de contestar normal hizo una broma, cerré los ojos riendo cuando de pronto ella me abrazó diciendo en llanto -¡porque tardaste tanto!-

"Esa noche jamás la olvidare" fuimos a un hotel que estaba cerca "un hotel barato si no recuerdo mal" toda esa noche y parte de la madrugada la pasamos haciendo el amor "¡una noche inolvidable!" Aún recuerdo sentir esa respiración sobre mi cuello, esos gemidos que emitía en mis tímpanos, ese dolor de como sus uñas se enterraban en mi espalda, aún puedo sentir sus piernas, su cadera, su cuello, sus pechos y sus manos, aún cierro los ojos y puedo ver su esa carita llena de satisfacción mientras tenía orgasmos, aún veo cómo se le iba el aliento, aún veo cómo sujetaba las sábanas con fuerza, aun logró escuchar esa voz que me decía ¡no pareces! ¡no pareces!, el último recuerdo que tengo era que toda mi entrepierna, parte de mis piernas y gran parte de mi abdomen ¡estaban muy mojados! "Y no exactamente de agua"

"Yhulisa aquella noche dijo una frase que se me quedó marcada hasta el día de hoy" caí a la cama rendido, Yhulisa apenas y podía hablar debido a que estaba muy agotada pero, me preguntó -¿que fue eso?-

Orgulloso conteste -¡nada mal verdad!-

Ella entonces dijo ¡nunca había sentido algo así, he tenido sexo con chicos y chicas ¡no es que fueran muchos o muchas! Pero esto que acabamos de hacer no se compara con nada... por mucho este ha sido el mejor sexo!

Sonreí y mirándola a los ojos dije ¡no tuvimos sexo corazón, hicimos el amor!

Peor que él demonio. [vol. 1 completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora