/2/ Nuevo trabajo, nuevo amigo

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Brooke Miller

—¿De donde eres?.

Me pregunta el chico. —De Atlanta, ¿y tú?.

—Nacido y crecido en Pensilvania.

Yo sonrió por su tono. Y veo como sus ojos caen en mis labios. No digo nada y camino entre las personas bailando en el medio de la sala, llego a la cocina y veo una puerta que imagino que da a al patio trasero.

Cuando llego casi no hay nadie. Solo unas cuentas personas fumando y hablando. Veo por encima de mi hombro que le me siguió.

—Aquí es más tranquilo.

Admito cuando se posiciona a mi lado. Los dos nos sentamos en una de las sillas que están al aire libre.

—¿Que estas estudiando aquí?.

Me pregunta. —Leyes, ¿y tú?.

—Arquitectura. ¿Quieres?.

Dice pasándome un cigarrillo, yo niego con la cabeza y veo como lo enciende. Inhala el humo lentamente y después lo suelta.

—¿Nunca has fumado o que?.

—Si lo he echo es solo que no me gusta.

La última vez que fumé lo hice con Edward.

Ninguno vuelve a hablar, pero intercámbianos miradas.

—¿Quieres hacer algo loco?. —yo asiento y veo como se levanta. —Sígueme.

El toma mi mano y me guía por toda la fiesta de nuevo hasta volver afuera. Caminamos juntos en silencio hasta llegar al campus de nuevo, estaba solitario. No había ni un alma cerca.

—¿Que vamos a hacer?.

Le pregunto con curiosidad. El chasque la lengua.

—Solo a visitar uno de los mejores lugares de la universidad.

El suelta el cigarrillo y pisa la colilla con su bota. Caminamos por las oscuras calles del campus hasta llegar casi a las afuera de la universidad.

Nos detenemos frente a un edificio con aspecto abandonado. ¿Como es que antes no lo había notado?, veo como forza la puerta.

—¿Que había aquí?.

—Este edificio se utilizaba para la profesión de criminología. Se dicen qué hay cuerpos enterados aquí, fue cerrado en el 2015 desde entonces nadie ha vuelto. Hasta ahora.

Explica mientras ambos nos adentramos al gran edificio. Está a oscuras asique tomo mi móvil y enciendo la linterna enseguida.

—¿Por que lo cerraron?.

—No lo se. Ven.

Continuamos caminando por los pasillos oscuros del lugar. Escuchamos pasos detrás de nosotros y rápidamente nos detenemos.

—¿Que fue eso?.

Volteo pero no hay nada. —¿De que hablas?.

—Puedo jurar que escuche algo.

El no dice nada y volvemos a escuchar los pasos.

—Apaga la linterna.

Me susurra. —Estas loco.

—Que la apagues.

Me exige, yo suspiro y hago lo que me dice. Volvemos a escuchar los pasos mas cerca, y esta vez también vemos la luz de una linterna.

Hay alguien más aquí.

—Hey deténganse.

—Mierda es la seguridad. Corre.

Viviendo con él (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora