—Chiaro. Per me non c'è nessun problema (Claro. No hay problema para mi) — respondió él y luego sonrió.
—Gracias —dijo Hannah y luego me miró.
—Español, por favor —dije y los dos rieron.
—Que sí, que no hay problema —dijo mi amiga.
Miré a Aidan.
—¿Seguro que no tienes cosas que hacer y te estoy quitando el tiempo sólo por mi capricho? Porque puedo esperar a que Hannah tenga tiempo, no hay prisa, de verdad.
—No —me respondió—. Por mí está bien, a menos de que no quieras ir conmigo —rió.
—No, digo, sí —sacudí la cabeza—. Quiero decir, gracias por llevarme.
—A el le gusta ese lugar, seguro que está más que encantado. Él te puede dar el Tour —bromeó Hannah.
—Y para mí sería todo un placer —se rió el interpelado, y mostró todas las perlas blancas que formaban su sonrisa, en la que por un lacónico segundo, me perdí.
—Gracias —musité y me giré de nuevo a mirar la televisión.
Me había asustado un poco un inusual hecho, desvié completamente mi atención de mi mejor amiga y su novio a propósito, debido al pensamiento que la reacción había producido y me puse a pensar en eso. ¿Por qué encontraba a Aidan muy atractivo? Sí lo era, pero lo que realmente me preguntaba era ¿por qué todo en él causaba una sensación extraña en mí? Miré de reojo a la feliz pareja a mis espaldas, y pude ver la sonrisa de Aidan volar hacía Hannah.
Entonces llegué a una conclusión fácil. Estaba deslumbrada por él. Por supuesto, era el joven más apuesto con el que me había topado en toda mi vida. Me reí discretamente, qué suerte la de Hannah.
—¿Te quedas a cenar? —preguntó ella, luego de un rato— ¿Sabes? Con ______ se me ocurrió una idea hoy, ¿por qué no salimos un día los cuatro? Nosotros tres y Dylan —explicó ella sin esperar la respuesta de su novio a la primer pregunta.
—No, cielo, no puedo quedarme. Hoy hay cena familiar —torció el gesto—. Y lo de la salida los cuatro suena estupendo, le comentaré a Dylan hoy.
¿Debería preocuparme? Sabía que Hannah ocultaba muy dentro de ella la idea de emparejarme con alguien, pero al pensar en el hecho… ¿qué tan malo podría llegar a ser si se trataba del hermano de Aidan? Seguro también era apuesto claro, son gemelos.
—Hasta mañana, vendré a desearte buena suerte antes de que te vayas —dijo a su novia y luego besó su frente.
—Gracias, amor.
—_____ —me giré a mirar a Aidan de nuevo al escuchar mi nombre—. Mañana tenemos muchas cosas por hacer, espero no te canses —sonrió.
De pronto sentí una emoción que no pude explicar, una ligero entusiasmo allí, cerca de donde se encontraba la fierecilla enjaulada.
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▸ 𝐄𝐥 𝐌𝐚𝐧𝐮𝐚𝐥 𝐃𝐞 𝐋𝐨 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 •𝖠𝗂𝖽𝖺𝗇 𝖦𝖺𝗅𝗅𝖺𝗀𝗁𝖾𝗋
Fanfiction〔 𝗘𝗹 𝗺𝗮𝗻𝘂𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗼 𝗽𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗼 〕↴ ❝Bueno... ¿Alguna vez has deseado algo prohibido?... Es como si esa cosa estuviera en la lista de "No toques, No codicies"... pero cada momento te incita más a tenerlo❞ ↳ Esta historia es adaptada...