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-Tengo su olor porque entró en celo-(Explicó por quinta ves, harto de que Jay no pudiera procesarlo y siguiera preguntándole porque llevaba el olor contrario)-No te atrevas a ir a la habitación, ahora tengo que ir con SungHoon, no vayas-(Volvió a amenazar, apuntandolo antes de salir de la habitación y encaminarse a la del otro chico)

Y como si fuera idiota, solo una corriente más de ese olor a cereza tuvo que llegar a su nariz, para comenzar a caminar inconcientemente hacia donde salía aquel adictivo aroma.

Se paró justo enfrente de la puerta, sus ojos cambiaron de color nuevamente, su Alfa técnicamente lo estaba obligando a entrar allí y reclamar al Omega, pero se sentía extraño.

Extraño...

No supo en qué momento su mano se movió, abriendo la puerta y siendo empujado por el mismo dentro de la habitación.
Parpadeó un par de veces, buscando al Omega con la mirada y viendo el pequeño bulto de su sábana.
Se acercó lentamente, tragando saliva con fuerza y asomandose levemente hacia adelante.

Y lo vió.

JungWon estaba allí, tan tranquilo y calmado, dormido mientras estaba aferrado a su almohada, su mejilla izquierda estaba aplastada levemente por esta misma, dejándole unos adorables labios de pato.
Estaba un poco sudado y tenía las mejillas rojas.
También tenía puesto su buzo, el que anteriormente Sunoo le había quitado.

Había hecho un nido, era jodidamente tierno.

No sabía porque, pero siempre le pareció tierno y dulce que un Omega hiciera aquello, no sabía porque pero lo veía como un acto adorable.

Se mordió el labio con fuerza, conteniendo una sonrisa tiernamente mientras lentamente se agachaba para acercarse a Yang, queriendo verlo de cerca.
Subió lentamente una de sus manos, acercandolo al cabello del castaño y apoyándolo allí.

Su acción pareció despertarlo.

Sintió su pecho oprimirse con fuerza en cuanto abrió los ojos de golpe, sus miradas encontrándose.

Diamantes, estaba seguro de que los ojos de JungWon eran diamantes de lo celeste y brillantes que eran.

Se quedaron totalmente quietos por un largo rato, solo mirándose mientras sentían a sus lobos removerse ansiosos.
-Que haces aquí?-(Murmuró el menor, apretando más fuerte la almohada mientras su real el sentía miedo, miedo de lo que podría llegar a pasar ahora)
Se quedó callado, verdaderamente no sabía que responder.
-Vete-(Suplicó antes de que su lobo lo consumiera, encogiéndose en el mismo)
El olor no dejaba de llamarlo, intentando acercarse pero el otro no dejándolo, apretando los ojos.
-Por favor-(Murmuró, extendiendo un brazo para detener a Jay)
El momento en que su mano y su pecho se tocaron, ambos sintieron una corriente eléctrica en absolutamente todo el cuerpo, haciéndolos sobresaltar.
-JungWon-(Susurró con voz extraña que hizo temblar al Omega)
-Jay-(Respondió, tragando saliva)

Ya no podía aguantar más, estaba demasiado caliente.

-Ayudame-(No pudo evitar rogar, apretando los labios mientras volvía a clavar su vista en el azabache)
No supo porque se sintió mal, sentía que se aprovecharía del estado del Omega, aunque se supone que no debería importarle aquello, pero... No... Podía evitarlo.
-N-(Cuando iba a negar, se sintió jalado de la camisa bruscamente)

Apenas y pudo reaccionar cuando sus labios se juntaron, quedándose quieto con una expresión sorprendida.

Podía notar de lejos que JungWon estaba totalmente desesperado, su celo era fuerte y sumándole a eso que era su primero, el olor lo envolvió al instante, dejándolo en una burbuja de la que no pudo evitar no intentar salir.
Cerró los ojos, correspondiendo los desesperados movimientos de Yang quien seguía aferrado a su camisa.
Se subió encima de el en la cama, colocando sus manos en las caderas de este y deleitándose con lo pequeña y perfecta que esta era, soltando un jadeo conforme mientras ambos seguían devorándose la boca.
La piel del castaño seguía caliente y sentía su piel de gallina en cuanto acarició debajo de su buzo (que verdaderamente era de el).
-Jay-(Jadeó el menor, moviendo sus caderas en busca de contacto)

Sintió una extraña presión en su cuello, justamente en la unión de su cuello y hombro, dolía, pero era más molesto, era una presión que llegaba a su pecho y cerraba su garganta.
No pudo evitar fruncir el ceño, separandose del azabache y llevando su mano a aquella zona extrañado, haciendo presión en un intentando de que la molestia desapareciera.
-Que?-(Preguntó Park desorientado por el repentino alejamiento, guiando su mirada desde su rostro hasta su mano en la cual seguía apoyada en la zona de la marca)-Duele?-(Lo vió dudar, pero asintió)
-Es molesto-(Murmuró, pestañeando varias veces)
-Puedo hacer que desaparezca-(Estaba fuera de si, no podía evitarlo, sus ojos nuevamente estaban verdes, mirando se forma intensa al chico debajo suyo)
-Hazlo-(Dijo sin pensarlo, dominando también por su Omega)

Su respiración se fue en cuanto sintió a Jay en su cuello.
Luego de eso solo pudo gritar de dolor y desmayarse.

̶M̶̶í̶̶o̶ (JayWon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora