Secreto No. 1: Mi nombre.

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- Una persona se construye con el paso de los años, no nace siendo como es -. Menciono en aquella ocasión el abuelo mientras caminaba con él de la mano por la playa.

- ¿Por qué?

- Porque somos como una hoja de papel en blanco, podemos hacer escritos sobre nosotros, podemos doblarnos y ser un gran avión e incluso podemos simplemente arrugarnos y aplastarnos hasta ser una bolita.

Seguía algo confusa, a la edad de ocho años es todo muy complicado de entender, sin embargo me gustan los ejemplos del abuelo.

- Yo quiero ser un poema muy muy bello, si fuera papel sería el más grande poema jamás escrito abuelito - exclamé dando saltitos en la arena mientras mi abuelo reía inclinándose frente mío.

- Okey okey, pero no puedes ser un poema hambriento, tu madre nos espera en casa.

Caminamos con la puesta de sol reflejando nuestras sombras en la suave arena hacia casa y mi sonrisa era tan grande que podía escribir todo el día si quisiera.

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Sonó la alarma tan fuerte y a todo volumen dando fin a mi sueño reparador de estudios sin fin de la noche anterior. Las vacaciones de verano habían terminado y hoy es el gran día de regreso a clases, no dejo de pensar que rápido pasa el tiempo actualmente para mí, supongo todos los estudiantes pasamos por lo mismo.

- Debería darme una ducha, ¿No lo cree señor Popfly?- dije mirando a mi gato tiernamente acostado a un costado mío de la cama.

Mientras me arrastre hasta el lavamanos del baño, mire el espejo y sonreí.

- Hoy será un gran día, no importa que suceda hoy lograré todo lo que se me cruce.

Comencé a ducharme después de un gran cepillado de dientes, salí a la habitación en dirección al armario sacando todos los conjuntos mentales que pude hacer mientras me duchaba.

Decidí usar jeans ajustados de mezclilla azul oscuro, una camisa de tirantes delgados blanca con una sudadera color vino.
Entre accesorios y demás decidí tener un collar con el dije de un reloj pequeño y unos aretes plateados de punto.

Me peine el cabello dejando las puntas onduladas que tanto me caracterizan y salí a la cocina por un jugo de naranja y una manzana.

- Quiero pensar que comerás algo más en el colegio, señorita - Menciono mi madre recargando su brazo en la pared y negando ligeramente la cabeza.

- Buenos días también para ti mamá, no hay de que preocuparse, comeré algo dentro de la Uni, ¿Okey?- le mire sonriente y alzando los brazos con pulgares arriba mientras solo observaba mi acción con la ceja alzada.
Sabía perfectamente que mentía pero decidió pasarlo por alto y mis músculos se relajaron al verla reír.

- Anda vete que te daré una paliza si llegas tarde al colegio - Menciono mientras se marchaba a su habitación nuevamente.

Tome mis cosas y corrí hacia la casa de Poleth para ir juntas al colegio, su casa quedaba a cuatro calles de la mía por lo que la distancia no era mucha.

Poleth coloca sus cosas en el auto y al girar chocamos miradas, corrimos una a la otra hacia nuestra direcciones para abrazarnos y decirnos cuánto nos extrañamos.

- Por todos los dioses, ¿Acaso eres bruja de hogwarts o que hiciste para conseguir ese diez en la clase de álgebra del señor Ramírez?- Menciono con una mano en la cadera y inclinando un poco la cabeza.

- ¡Espera, no me digas que el señor Ramírez ya público resultados! ¡Poleth!.

- ¡¿Qué?!

- ¡ACABAS DE DARME TREMENDO SPOILER DE MIS RESULTADOS! - digo dándole un zape en la cabeza y con disgusto.

Mi Gran SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora