Secreto No. 2: Mi Vecina.

7 0 0
                                    


El día transcurre normal y mi mente divaga y sobre piensa en el momento en que Pommy se acercará a el chico pelirrojo a preguntarle si quiere ir a un bar con sus compañeros de clases, genial la primera impresión, somos unos genios.

Suena la campana y despierta mi imaginación de su bello lazo de ideas que creo, mis nervios me consumen pero a pesar de ello soy buena escondiendolos.

- Llegó el momento hermosa, es hora del show- menciona y tomando mi mano me arrastra hasta el asiento del chico nuevo.

- Holaaa... - dice Pommy y el chico nos observa sin emoción alguna. »¿Acaso es un zombie o qué?, ¿Por qué pone esa cara?«. - ¿Cómo te llamas?

- ¿Por qué quieres saberlo?

- Porque tengo mis razones.

- No me digas - menciona sarcástico y alzando la ceja notoriamente. »Pero que fastidio, apenas dijo ya dos oraciones y no me agrada«. - No es relevante, evitemos presentaciones, tengo que ir a casa.

- Es relevante si queremos invitarte a salir después de clases - menciona Pommy sentándose en su mesa atrayendo la mirada del chico »Pommy no es momento de tus coqueteos«.

- Yaxkin, gracias pero como mencione antes, tengo planes, lindo día...- observa a Pommy y a mi.

- Oh cierto, Soy Pommy, y ella es Reiko.

- Un gusto a ambos - dice mientras se marcha y lo miro con desagrado.

- Te lo dije- menciono y Pommy voltea los ojos.

-¿No deberías llamar a tu madre para pedir permiso?

Asiento y le marco a mamá para pedirle el respectivo permiso.

- ¿Hola, mamá?

- Reiko, necesito tu ayuda urgentemente, te necesito en la casa ahora.

- Am... de hecho madre, iba a pedirte permiso para salir con los chicos a ...- digo pero me interrumpe la voz de mamá seria.

-No.

- ¡PERO!, ¡TODAVÍA NO TERMINO DE DECIRTE!.

- Sabes que te dejaría ir si no te necesitará tanto, por favor, ¿Puedes venir a ayudarme amor?

Conteste triste y un apenas audible para Pommy "sí" y colgué la llamada.

Al estar cerca de casa, me despedí de los chicos y ellos se marcharon en el auto a ruta diversión mientras yo me quedaba a ayudar a mamá una vez más.

- Linda, veo que llegaste, ayúdame a sacar el espagueti de la cacerola y ponerlo en este traste de cristal de la mesa.

- ¿Para qué tanto espagueti?, Solo somos dos.

- Pues, mientras te fuiste a la escuela, unos vecinos nuevos tocaron la puerta e invitaron a vecinos de la calle a una fiesta de bienvenida. Por ello llevaré espagueti a la mantequilla y duraznos con crema...- menciona atareada y haciendo sonar los tacones por la casa.

- Entiendo, ¿Entonces para que tenía que venir?

- ¿Cómo que "para qué"?, Pues obviamente vas acompañarme, así que arréglate que en cuarenta y cinco minutos debemos irnos. - dice empujándome suavemente de la espalda hacia las escaleras.

- Okey okey, no me tardo- »¿Nuevos vecinos?«.

Coloqué mi celular sobre el buró y lo puse a cargar mientras me duchaba y arreglaba para la fiesta.

Entre mi armario busque el atuendo adecuado y me apresure para salir.
El vestido negro a la rodilla de gamusa me hacía ver algo pálida, pero me gustaba estar cómoda, además el maquillaje natural con un delineado negro delgado hacia resaltar mi rostro asiático que tanto aborrezco. Finalmente termine peinando mi cabello con unos ondulados a la altura del hombro medio para seguido bajar a ayudar a mamá con la comida.

Mi Gran SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora