Marco De Sangre.

61 9 11
                                    

Sentía que en las manos un gran hormigueo, ver la cabaña le había causado un gran revoltijo de emociones, como era posible que este ahí, pensó que solo había sido un sueño, algo de memorias profundas.
Heath noto el comportamiento, y se agachó para poder verlo.

-¿Quieres tocar la puerta Jake? -

El otro tarda en dar la respuesta, pero más que obvio, el de mechones rubios tomó la silla para caminar hasta la puerta seguido tocar tres veces la puerta esperando una respuesta. Por detrás de la puerta se escucho una risa, entonces alguien abrió, era una mujer con aires extranjeros.

-Hola buenas noches Señora. - Habla Heath.

La mujer se les queda viendo a ambos, no los conocía por ningún lado pero no significaba que por ello su sonrisa se fuera. Luego de hechar un vistazo a Jake quien estaba pálido y nervioso, se decidió a contestar.

-Buenas noches, ¿Que necesitan? - pregunta amable.

Jake sube la mirada, ella se parecía en parte a tom, por lo que la garganta se le hizo un nudo.

-¿Vive aquí Tom? -

La mujer le vio, su sonrisa se esfumó como por arte de magia, tomó entre sus manos la cadena que traía colgando de su cuello y les invita a pasar, ahí se encuentran a un hombre sentado en el sofá en la que estuvo sentado mientras alucinaba.

Se presentan como debían, Heath educado se sienta al lado de Jake por si necesitaba algo, este empezó a tener frio por lo que le envolvió en su abrigo.

-Me llamo Nicola, el es mi esposo Dominic. ¿Quienes son ustedes? -

Heath quién estuvo apuntó de hablar, fue interrumpido por él otro.

-Me llamó Jake, perdonen arruinarle la tarde no quiero más que una respuesta. Quiero saber si aquí vive Tom. -

La pareja se ve mutuamente, no contestaran hasta que se explicara bien.

-Muchacho, hay muchos Tom's en el mundo, ¿como es el Tom que tú buscas? -

Jake empieza a discribirlo, y hasta mostrarles un dibujo que había hecho de cuando estaba en el hospital. Nicola lo toma, sonríe de manera corta, tocó con suavidad la hoja y poco después vio a Jake. Se acercó para agacharse.

-Él, es mi hijo Jake, se llama Thomas, y si, esta es su cabaña. -

-¿En donde está?, ¿puedo verlo? -
Jake estaba envuelto de alegría, tanto como para sonreír de oreja a oreja.

-¿De dónde lo conoces? - Pregunta Dominic.

-Lo conocí, en sueños señor. Verá, hace semanas me golpearon, y luego me tiraron por el acantilado hasta llegar al río. Poco después aparecí en una orilla, al parecer no fui arrastrado tanto por la corriente así que terminé justo en un árbol de manzano y por eso perdí mi pierna. Pero mientras estuve ahí, soñé con él. Vine aquí buscando esta cabaña pensé que no la encontraría y aquí esta. -

Nicola se derrumba en lágrimas, Jake confundido la mira y pregunta si se encuentra bien, la ve quitandose el collar que trae puesto y le presenta lo que había dentro del dige, una foto de quien tanto buscaba.

-Tenía sólo 23 años Jake, estudiaba medicina, era él niño que me robo el corazón. Pero, la vida me lo arrebató. - Dice adolorida.

Jake quién escucha atento, deja salir lágrimas mientras veía la foto.

-¿que le pasó? -

-Bueno... - se levanta para limpiar sus lágrimas y sentarse en la mesa que estaba ahí enfrente de Jake.

-Lo mataron, justo en el lugar en él que te quedaste varado. Lo golpearon Jake, lo golpearon tanto que mi pobre hijo era irreconocible. Se quedó con un sueño, y todo por querer algo que para la sociedad es algo moustroso. -

-¿Que cosa? - interrumpe Heath.

-Ser Gay, simplemente eso hijo, solo por tratar de querer a alguien con sus mismos genitales.- Da un suave golpe contra la mesa, era obvio su enojo pero no duraría por tanto. -Jake. -

Él otro que se encontraba en Shock la miró aún lagrimeando.

-Me da gusto que mi hijo se presentará contigo. Era un buen muchacho, se que lo eres también. Así que cuidate. - se acerca nuevamente esta vez para otorgarle un abrazo, un abrazo de madre, uno inigualable sin duda lo había hecho preguntarse tantas cosas.

Poco tiempo después, le dijo donde fueron enterradas las cenizas de Tom, Heath y Jake se despidieron, prometiendo volver otro día, agradeciendo también su sinceridad.

Tomaron rumbo hacia el lugar.

El mismísimo árbol de manzana, el que le proporcionó sombra, comida y un lugar donde resguardarse. Tocó el tronco y una vibra de felicidad se hizo presente en su cuerpo, le dio las gracias por todo lo que hizo con y sin pensarlo dos veces, dio un beso.

Tom ahora podia estar en paz. Había protegido a alguien.

------------

Nota de la autora :

Mucho gusto soy Ale, espero que la historia fuera buena y que la disfrutarán así como yo al escribirla.

Besos a todos, cuídense.

<3

Marco de Sagre [GyllenHolland] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora