Siguiendo El Destino (Eren y Tu)

•Epílogo alterno•

Narrador omnisciente

- Hace tiempo que no los veía...- dio una sonrisa incómoda- C-creo que debería irme... Nos vemos después...

- No hay problema, puedes quedarte a cenar con nosotros, Armin- propuso Tn provocando que el rubio parara su andar y volteara a verla por el rabillo del ojo

- ¿En serio?- preguntó con desconcierto

- Lo que pasó ya quedó en el pasado. No podemos huir y simplemente evitarlo.- la de ojos rosados le sonrió dulcemente

Las mejillas de Armin se colorearon de un tono carmín el cual ocultó gracias a que aún les daba la espalda. Finalmente, cuando logró calmar sus acciones involuntarias y pensamientos, dio media vuelta para verlos con una pequeña sonrisa que aparentaba inocencia.

- Gracias Tn- susurro

- Hmp- fue lo único que salió de la boca de Eren viendo a su ex amigo con recelo

- Actuemos como los adultos que somos- agregó Tn viendo a Eren con seriedad, pues su esposo se estaba comportando como un niño al ver y actuar de esa manera con Armin

- Molly, diles a las demás sirvientes que pongan un plato más en la mesa- ordenó Historia. La pelirroja asintió haciendo una leve reverencia y salió de la sala

Armin tomó asiento en la misma mesa, quedando lo más alejado de Eren y Tn para prevenir futuras peleas y miradas furiosas de parte de ambos.

Pronto las hijas de Eren y Tn entablaron una conversación con el rubio acerca del mundo exterior, los países y sus culturas al igual que los armamentos y tecnología que estos poseían.

Armin creyó que las hijas de Eren iban a ser una copia exacta que su ex amigo castaño, pero cuando observó su actitud y la inocencia que desprendían las niñas, se dio cuenta que solo era apariencia, pues su personalidad era muy parecida a la de Tn, según el criterio de él.

- Ellas no merecen a un padre como Eren... Alguien que tiene las manos manchadas de sangre y exterminó a toda la humanidad sin siquiera mostrar una pizca de arrepentimiento... Me da pena y repugnancia- pensó Armin fingiendo una sonrisa alegre para los demás

- Mami, ¿podemos jugar en el cuarto de arriba?- preguntó Sam, el hijo de Historia

- Claro, cariño- le dio una cálida sonrisa

Todos los niños pidieron permiso y se fueron corriendo del comedor, dejando un incómodo silencio en el ambiente debido a que ellos eran los único que podían aliviar el ambiente.

- Bueno... ¿Alguien quiere comer postre?- cuestionó Historia

- Paso- respondió Eren de manera borde, Tn le tiro un zape

- Baka, se más amable- le regañó en un susurro para que solo él la escuchara

- Si mis imibli- repitió Eren en voz baja al igual que ella. Tn le tiro un golpe mucho más fuerte que el anterior, pero esta vez fue en su canilla

- No... me dolió- murmuro el castaño apretando los dientes mientras sus ojos se ponían algo llorosos

Tn soltó una carcajada al igual que Historia, pues en realidad, como el lugar estaba tan callado, todos pudieron oír su conversación.