a n c h o r

The Burrow| 1997

Pasaron varios días y todavía no había respuesta sobre dónde estaba Alexandra. No fue hasta el funeral de Dumbledore que a los estudiantes de Hogwarts finalmente se les dijo la verdad: Alexandra River está viva y a salvo.

Alexandra no asistió al funeral, no porque no quisiera, sino porque la Orden lo desaconsejó. Se tomaron muy en serio sus órdenes de proteger a la niña, tanto que Alexandra no ha podido salir de La Madriguera desde que llegó. La Orden incluso llegó a confiscar su búho y, por lo tanto, prohibir todas las comunicaciones fuera de la Madriguera.

Ginny y Ron, ansiosos por ver a su amiga viva y bien, se apresuraron a entrar en la Madriguera al regresar de Hogwarts. Ginny estaba emocionada de ver a Alexandra, pero Ron estaba bastante enojado.

"¿Cómo no se le ocurrió mencionar que tenía este gran plan de escape?" Ron despotricó enojado. Nadie más que Ginny sabía realmente cómo Alexandra escapó de los Mortífagos, y Ginny decidió que era mejor si todos los demás se enteraran por su cuenta.

"No lo hizo", respondió Fred, entrando a la habitación y entregándole a Ron la nota que había sacado del bolsillo de Alexandra. Ron lo leyó, decidiendo entregárselo a su hermana cuando no podía entender qué significaba exactamente la nota corta. Observó a su hermana mientras ella parecía completamente despreocupada.

"Fue Malfoy," dijo Ginny, inventando una excusa para explicar cómo descifró la nota tan rápido. "Reconozco la letra. Debe haberla traído aquí de alguna manera."

"Mamá dijo que escuchó a alguien aparecer. No pudo haber sido él. Nunca asistió a las clases", argumentó Ron, refiriéndose a la clase de aparición que el ministerio ofreció ese año en Hogwarts.

"Pensé que no podías aparecer dentro o fuera de Hogwarts", dijo George.

"Creemos que Dumbledore derribó la barrera cuando él y Harry dejaron el castillo. Le habría dado a cualquiera el tiempo suficiente para irse y regresar sin ser notado", explicó Ginny, continuando actuando como si no tuviera ni idea como el resto de su familia.

"¿Por qué Draco Malfoy ayudaría a Alexandra en primer lugar?" Preguntó Fred. "Es un idiota, ¿pero esperas que crea que es un héroe por una maldita nota?"

"¿Alguien va a explicar de qué se supone que debemos protegerla exactamente?" Preguntó George, sacando a relucir lo que pensaba que era la pregunta más importante.

"Tú-sabes-quién. Suponemos que tiene que ver con su tarea," respondió Ginny.

"¡Ron!" Alexandra sonrió y bajó corriendo las escaleras en un intento de terminar rápidamente la conversación actual antes de que se hicieran más preguntas. "¡Ginny!"

"¡Alex!" Ginny sonrió, corriendo para abrazar a su amiga. "Pensamos que te habíamos perdido".

"Nos diste un gran susto", se rió Ron, uniéndose al abrazo. De todos los amigos de Alexandra, él parecía el más destrozado por su supuesta desaparición. La única otra vez que se había sentido tan desesperado fue cuando llevaron a Ginny a la Cámara de los Secretos.

"Deberías haberla visto cuando la encontramos", señaló George.

"Habla de un susto", añadió Fred.

"Pensamos que estaba muerta", continuó George.

"Luego vinieron los gritos".

"Y las patadas".

"No olvides el llanto".

"Gritando sobre cómo alguien iba a morir".

"¡Pensamos que se había vuelto loca!" Los gemelos concluyeron.