a n c h o r

s e v e n t e e n

Alexandra se despertó bastante temprano y decidió continuar su entrenamiento. Se sintió un poco mejor después de descansar, así que usó la nueva energía para practicar hechizos con la varita de Draco. Ella estaba realmente sorprendida cuando su varita era tan fácil de usar como la suya.

"¡Everte Statum!" Alexandra gritó, mirando como un gran tronco volaba por el césped.

"El ébano y el espino producen dos varitas bastante diferentes", dijo Ollivander, caminando lentamente hacia el patio. "Me sorprende que ambos se sientan tan cómodas en tu mano."

"¿Qué quieres decir?" Alexandra preguntó con curiosidad.

"Bueno, el ébano es más feliz en la mano de alguien con el coraje de ser ellos mismos. Uno que se aferrará a sus creencias y no se dejará llevar a la ligera de su propósito", sonrió, tomando asiento en una silla de jardín cercana. "Espino es todo lo contrario. Espino es más feliz en la mano de alguien que está en conflicto o que se encuentra en un estado de gran perturbación o incertidumbre".

"Esos son bastante diferentes", dijo Alexandra sin rodeos, intentando ignorar al anciano mientras continuaba lanzando hechizos hacia objetos inanimados. Su presencia, sin embargo, distrajo bastante. "¿Vas a seguir hablándome de las varitas o puedo volver a prender fuego a estas piñas en paz?"

"Muy bien", suspiró, levantándose y regresando lentamente a la casa.

"Esa es la varita de Malfoy, ¿no?" Preguntó Ginny, reemplazando al anciano. Alexandra suspiró, pasando su mano por su cabello antes de asentir. "Realmente se puede decir mucho sobre una persona por su varita".

"No necesito una descripción de su varita para saber quién es, y mucho menos para saber quién soy yo. ¿Quién es él para decirme que estoy perturbada y en conflicto?" Alexandra preguntó enojada, cruzando los brazos.

"¿Vas a decirme que no lo estás?" Preguntó Ginny, imitándola. "Tienes todo el derecho a estarlo. Se te permite ser valiente e insegura al mismo tiempo, lo sabes".

"Tengo que saber lo que estoy haciendo si voy a cambiar el destino de esta guerra, Ginny. Me niego a dejar morir a gente inocente porque no estoy seguro. No tengo tiempo para dudar". Alexandra argumentó, comenzando a llorar mientras una vez más se imaginaba a sus amigos y familiares muriendo en las manos del hombre al que una vez tontamente pensó que podía amar. "Ocho meses de mi vida fueron desperdiciados en ese sótano, y no puedo permitir que eso me duela más de lo que ya me ha hecho".

"Ojalá pudiera entender por lo que pasaste, Alex. Cada día que te fuiste, desearía estar en tu lugar", dijo Ginny, comenzando a llorar también. "Todo lo que sé ahora es que no puedo dejar que sigas adelante sola. No podía estar allí para ti entonces, pero Merlín sabe que estaré aquí para ti ahora y en todo momento".

Alexandra abrazó a su amiga, abrazándola con fuerza y ​​nunca queriendo soltarla.

"Esta es mi hermana, Ginny", sonrió Ron, ayudando a Alexandra a llevar sus maletas a su nueva habitación.

"¡Por fin tengo una hermana!" Ginny sonrió, corriendo para abrazar a la chica. Molly ya había insistido en que Alexandra se mudara a La Madriguera, porque no le gustaba la idea de que una niña viviera sin familia. Definitivamente estaba tomando un riesgo financiero, pero ella y Arthur creían que al final valdría la pena.

"No le hagas caso. Descubrió que se suponía que yo era una niña, y desde entonces ha estado fantaseando con tener una hermana", gruñó Ron, tirando las bolsas al suelo.

"Siempre he querido un hermano", sonrió Alexandra.

"Cuidado con lo que deseas. Ahora te quedas con siete", le dijo Ron, saliendo de la habitación para dejar sus propias maletas.

"Oh, esto va a ser maravilloso. Podemos quedarnos despiertas toda la noche peinándonos y hablando de chicos, y- ¡oh! ¡Escuché que eres amigo de Harry Potter! ¡Tienes que contarme todo sobre él!"

"No lo conozco desde hace mucho, pero estoy segura de que lo conocerás pronto", se rió Alexandra.

"¿De verdad lo crees?" Preguntó Ginny esperanzada. Alexandra asintió. "Estoy tan emocionada de que estés aquí, Alexandra. ¿Puedo llamarte Alex? Es mucho más fácil".

"Claro," Alexandra se rió de nuevo, sorprendida por lo habladora que era la chica. Cuando Ron la mencionó, dijo que ella era la callada.

"Bueno, Alex, creo que seremos las mejores amigas".

"¡Oi! ¡Dejen de llorar y ven a desayunar!" Fred gritó por una ventana, haciendo que las dos chicas se separaran y se limpiaran los ojos.

"¡Pensé que eras una persona mañanera!" Alexandra le gritó.

"La vida laboral lo ha cambiado. Muy desafortunado, si me preguntas", respondió George. "Me tiró un zapato la semana pasada por masticar demasiado fuerte. ¿Puedes creer eso?"

"Puedo", dijeron ambas chicas, riendo cuando George frunció el ceño y cerró la ventana.

"Estoy planeando pasar el día entrenando, si alguien quiere unirse a mí", ofreció Alexandra, sentándose con Fred, George y Ginny en la mesa.

"¿Esa nueva varita te trata bien?" Preguntó Fred, llenándose la cara de huevos. Alexandra asintió. "¿Hermione sigue usando la tuya?"

"Sí. Me lo sacó de la mano la noche de la boda, así que le responde bastante bien. Pensé que podría usarla ya que la suya está rota", explicó Alexandra, esperando hasta que terminó de tomar su comida, a diferencia de Fred. Ambos gemelos tenían la costumbre de hablar con la boca llena. Ella lo supo desde el momento en que se conocieron.

"¿Crees que estarías aquí hoy si no te hubiéramos molestado en la fiesta de bienvenida hace tantos años?" George se preguntó.

"Eso creo," Alexandra se encogió de hombros.

"Creo que todavía habría conocido a Ron. Después de todo, él fue quien me mencionó a tus padres."

"Bueno, no estaba planeando que te mudaras conmigo por otros diez años más o menos. Perdón por querer tomarme las cosas con calma", bromeó Fred, haciendo que todos se rieran.

Los cuatro disfrutaron del desayuno juntos, pasando el resto del día repasando viejos hechizos y aprendiendo otros nuevos. Fue algo bueno que lo hicieran, ya que una pequeña moneda de oro pronto aterrizaría en la mano de Ginny y el evento que Alexandra temía que la mayoría finalmente comenzara.

"Harry está en Hogwarts."