a n c h o r

t h r e e

"Quizás algún día seremos todos hermanos. Sabes, si adoptamos a Alex, me caso con Harry y Hermione se casa con Ron", sugirió Ginny, subiendo la cremallera de la espalda del vestido de Alexandra. "Suponiendo que todo vaya bien".

"Si lo piensas de esa manera, eso significa que todos podríamos estar relacionados con Malfoy algún día", señaló Hermione. "Difícilmente puedo imaginarnos a todos en vacaciones".

"Me tomaría unas vacaciones incómodas en lugar de ninguna", dijo Alexandra sin rodeos, trayendo la realidad de vuelta a la conversación.

"Siempre pensé que te casarías con Fred, y así nos convertiríamos en hermanas", explicó Ginny, poniendo fin al incómodo silencio.

"¿Fred sabe sobre Draco?" Preguntó Hermione. Alexandra se encogió de hombros, pero Ginny asintió.

"Harry lo mencionó durante las vacaciones, cuando solo lo sospechaba", explicó Ginny. "Cuando Harry preguntó cómo llegaste aquí y Fred explicó la nota, fue entonces cuando Harry la confirmó."

"¡Chicas! ¡Deprisa!" Molly llamó desde abajo. Las tres chicas se apresuraron a terminar de prepararse antes de correr escaleras abajo para encontrarse con todos los demás. Justo cuando se iban, un búho real voló a través de la ventana del dormitorio y aterrizó en la cama de Alexandra, dejando un trozo de pergamino antes de volar. La lechuza de Ginny picoteó a través de su jaula tratando de llamar su atención, pero estaba demasiado lejos para escuchar cualquier conmoción.

"Las chicas parecen listas para la fiesta", bromeó Fred.

"Estoy lista para salir más que nada", se rió Alex, mirando con nostalgia la puerta abierta pero sin poder moverse.

Harry se acercó a ella, notando su vacilación. Ambos finalmente se negaron a tomar la poción multijugos, a pesar de las múltiples protestas, insistiendo en asistir a la boda como ellos mismos. Alexandra miró hacia abajo cuando su amigo le tendió la mano para que ella la tomara. Ella la tomó, y juntos caminaron mientras Alexandra salía por primera vez en más de un mes.

Se puso rígida, esperando que un Mortífago viniera y la agarrara en ese momento, pero eso nunca sucedió. En cambio, Ron, Hermione, Fred, George y Ginny se unieron al dúo mientras todos caminaban hacia la tienda.

La ceremonia transcurrió con bastante rapidez. Todo el mundo parecía un poco distraído, preguntándose igualmente por qué alguien iba a casarse en medio de una guerra. De hecho, algunas personas se fueron inmediatamente después de la ceremonia, mientras que muchas otras se quedaron para disfrutar de la recepción.

"Creo que me debes un baile", sonrió Fred, intentando distraer a Alexandra de sus preocupaciones. Ella le devolvió la sonrisa, tomando su mano mientras caminaban hacia la pista de baile.

Mientras tanto, Hermione se dio cuenta de que había olvidado su bolso en su habitación después de tener prisa por prepararse y rápidamente corrió a buscarlo. No pudo evitar notar que la lechuza de Ginny chillaba ruidosamente mientras trataba de escapar de su jaula. Fue a calmarla, y fue entonces cuando notó el pergamino sobre la cama de Alex. Con cuidado, la abrió y su corazón cayó a sus pies por el miedo. Reconoció la letra de Malfoy garabateada en el trozo de pergamino, pero estaba más preocupada por lo que escribió que por cómo lo había escrito.

Sal de ahí. Ahora.

"¡Alex!" Gritó, sabiendo que nadie podía oírla, pero siguió llamando a sus amigos de todos modos. "¡Harry! ¡Ron!"

"¿Que esta pasando?" Preguntó Harry, habiéndola escuchado entrar en la Madriguera para usar el baño. De un vistazo, Ron notó que los dos hablaban junto a la puerta y se apresuró a unirse a ellos.

"Vienen por ella. Todos están en peligro. Tenemos que-" Hermione fue repentinamente interrumpida por una bola azul brillante que pasó a su lado y sus amigos, aterrizando en el centro de la tienda mientras todos se quedaban callados.

"El ministerio ha caído", se hizo eco una voz. Hermione miró al otro lado de la tienda para ver el rostro de Alex palidecer notablemente cuando Fred se movió para pararse protectoramente frente a ella. "Scrimgeour está muerto. Ya vienen".

"¡Alex!" Hermione gritó una vez más, presa del pánico cuando los Mortífagos irrumpieron en la tienda y todos los invitados comenzaron a gritar y correr en todas direcciones. Alexandra no sabía qué hacer ni adónde ir, se quedó completamente quieta en su lugar mientras Fred comenzaba a lanzar hechizos defensivos a su alrededor. George pudo unirse a él, pero todos los demás estaban atrapados entre la multitud.

"¡Corre!" Fred le gritó a Alexandra. "¡Tienes que correr!"

Fred y George no pudieron protegerla solos. Con ambos arrojados al suelo en segundos, Alexandra rápidamente se volvió vulnerable.

Trató de correr, pero no llegó muy lejos antes de tocar el suelo también. Hermione usó una mano para agarrar la de Ron y Harry, extendiendo su otra mano en un intento de agarrar a Alexandra. Cuando pensó que sintió la mano de Alexandra en la suya, se apareció de inmediato, solo para descubrir que Alexandra no estaba con ella. En cambio, sostuvo su varita.

"Pensé que la tenía", gritó Hermione, mirando frenéticamente a su alrededor. "¡Tenía su mano, lo juro!"

"Hermione-" protestó Harry, tratando de calmarla. Los había aparecido en el centro de Londres, por lo que había una multitud de personas que podían verlos en cualquier momento.

"La tienen. La teníamos, y la dejamos ir", continuó en pánico, lamentando no haber intentado más ayudar a su amiga.

"La encontraremos," aseguró Ron. Hermione negó con la cabeza.

"¿Cómo crees que la encontraremos cuando no sabemos a dónde la han llevado? Ella podría estar en cualquier parte".

"La encontraremos, Hermione," aseguró Ron una vez más, colocando su mano sobre su hombro. "Sé que lo haremos".