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Todo empezó en ese momento.
El como ocurrió, no tengo idea.

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Cómo cualquier día normal en la vida de una persona normal, buscaba alguna distracción de mis ocupaciones, navegue por diversas redes, pero simplemente era lo mismo de cada simple día.

Sentada en la misma silla, en la misma habitación, haciendo la misma cosa.

Al rendirme, el móvil se volvió a encender, era una llamada

Contesté.

Sí, quien habla? - pregunté, pues el número no estaba en mis contactos.

Oh lo siento, cambié de número - era una voz femenina.

Cath? - quise confirmar y...

Exacto - era ella, una amiga mía que cada dos o tres meses tenía un dispositivo nuevo.

Ah qué pasa? - después de eso me contó en 30 minutos todo lo que le había sucedido en una simple semana.

Suena fantástico - dije cuando ceso su charla.

Y qué hay de ti? -

Lo de siempre, nada interesante - entonces, retomo otra charla, por lo que indiferente me dirigí al comedor a tomar alguna merienda.

Oh casi lo olvido, hay otra cosa que te quería contar - eso captó mi atención.

Pues adelante, dilo - hizo una breve pausa silenciosa.

No, te lo tengo que contar en persona - me quejé un poco de eso.

Pero si me lo puedes decir ahora mismo Cath! - se disculpó y todo pero se negó a decírmelo aún así.

Bueno entonces te veré mañana, adiós - cuando se despidió terminé la llamada.

Que fastidio...- me retiré del comedor después de guardar la merienda sobrante; tenía que ir a la uni el siguiente día y después de clase la buscaría para hablar, sabiendo que lo hacía a propósito, ya que sabía que no me gustaba salir mucho.

Pero ya que le hacía.

---------- Al otro día ------------------------

A las 9:00 de la mañana ya había tomado en metro para llegar, pero sinceramente me sentía algo agotada sin razón alguna.

Seguí con todo lo del estudio, nada fuera de lo normal, espere a que las horas pasarán y así fue.

Al salir tenía que esperar a que Cath pasará por mí.

Catorce minutos, ese tiempo para mí fue eterno - le dije apenas se acercó a mí.

Bueno pero muestra algo de afecto, que al menos llegué - sólo negué la cabeza; caminamos hasta donde ella quería ir, no tenía ni idea de porque pero era el parque.

Y entonces me vas a contar? - le volví a apresurar.

Por supuesto, pero hay que sentarnos - después de otra platica, se dió cuenta de que empezaba a estar aburrida.

Bueno, bueno, ya - aclaró la garganta para hablar mejor.

Gracias - suspiré.

Sé que te gustan mucho los canales de contenido de tu agrado, y por casualidad me encontré con uno interesante - la hice proceder para que llegara al grano.

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