Como si fuera la primera vez (BokuAka)

Cotidiano.

"¿Está seguro de esto, Bokuto-san?".

"¡Tranquilo, Akaaaashi! Solíamos hacer esto todo el tiempo".

"Uh... está bien, si tú lo dices...".

Bokuto sonrió brillantemente ante su respuesta y tironeó de su mano hasta que se adentraron por completo en el salón. Akaashi se sentía realmente avergonzado en el momento en que las miradas cayeron sobre ellos, aun así, Bokuto se las arregló para sentarlos en un buen lugar, cómo siquiera habían logrado entrar era un misterio, pero ahí estaban, y nadie parecía intentar sacarlos.

Si, eso sería bastante tranquilizador de no ser porque Akaashi era completamente consciente de que ni siquiera estaba vestido para la ocasión, contrario a Bokuto, lo que atraía más miradas de las que podía soportar. en lo profundo de su mente se encuentra esa vocecita suya que le recuerda que fue jugador recurrente durante todo su tiempo en el voleibol, y que debería estar acostumbrado a que lo vean, siendo que era el setter, pero esa vocecita es completamente aplacada por la simple razón de que, si era invitado a los partidos de voleibol, y que si estaba vestido con su uniforme para jugar.

Eso y esto son dos cosas completamente distintas, y la atención que esta recibiendo no se compara a la de los espectadores en la cancha. Aquí lo están juzgando, allá... puede que también, pero por cosas distintas.

Y está bastante decepcionado de Bokuto también, esto no era para nada lo que se esperaba cuando el mayor le pidió pasar el rato juntos el fin de semana para que le recordara. ¿Se había emocionado mucho? Tal vez no debió esperar nada, pero esa parte de sí que escuchó corazones en la propuesta segó por completo el hecho de que hablaba con Bokuto Kotarou, el bebé grande.

Ah, Akaashi solo quería una sosa cita en el cine, y tal vez alguna salida a un café que frecuentaran cuando ¿salían? Bokuto realmente nunca le explicó la relación que tenían, ¿Akaashi fue ingenuo al pensar que salían? ¿O quizás fue demasiado optimista?

Definitivamente no esperaba ser arrastrado a una boda de algún desconocido solo porque "era algo que hacían los fines de semana". Bokuto ni siquiera se molestó en pedirle que se vistiera formalmente, y ahora su ansiedad se lo come porque no soporta ser el centro de atención.

Akaashi comenzó a jugar con sus dedos antes de que se diera cuenta, no llevaban ni cinco minutos ahí pero ya se quería ir, se sentía como estar en una de esas pesadillas donde se está desnudo en la escuela, solo que esto era real y afortunadamente tenía ropa puesta.

Espera, ¿la tenía?

Akaashi sabia que estaba exagerando, pero de igual manera revisó, prácticamente era un forastero en el lugar, todos ahí le eran desconocidos- No, él era el extraño ahí, él era quien estaba mal.

Sintió como su pulso bajaba, sentía cada vez más frio, ¿alguien había abierto las puertas? ¿abierto las ventanas? ¿encendido el aire acondicionado? Pero si seguían en invierno.

Mientras intentaba calmarse, Akaashi se concentró en como sus dedos giraban y se reacomodaban en sus manos, se permitió perderse a sí mismo en sus largos dedos paliduchos y para nada bonitos, esos que tenían largas y cuidadas uñas, que intentaba desesperadamente no llevarse a la boca para morderlas hasta arrancarlas, se perdió en como esas cálidas manos más pequeñas intentaban envolver las suyas, Akaashi no se molestó en intentar conectar su mirada con la del mayor, sabía que lo estaba mirando al igual que media sala, y se enfocó únicamente en la forma en que Bokuto se rendía en lo de cubrir sus manos y, en vez de eso, hacia una reconfortante presión sobre su dedo medio, justo en el cayo que se le formó por escribir, en como sus dedos se entrelazaban y jugaban con los suyos, hasta que a Akaashi se le olvidó el mundo a su alrededor, y solo pensó en lo bien que se veía Bokuto Kotarou en traje gris.

"¿Estas bien, Akaashi?" fue lo primero que le dijo, quedamente, como temiendo que un ruido más fuerte fuese a espantar a Akaashi, quien asintió, Bokuto sonrió ante esto, y plantó un delicado beso en su nariz.

Akaashi estaba sinceramente confundido, pero le agradó el contacto, se sintió de alguna forma nostálgico.

"¿De quien es la boda, Bokuto-san?" preguntó, el mayor sonrió mientras se encogía de hombros.

"No es importante. Estamos aquí, pero en un rato nadie se acordará de nosotros, puedes relajarte".

"¿Por qué no me dijiste que planeabas meterme a una boda?".

"Porque hubieses venido vestido para ello, y eso no es bueno" Akaashi alzo una ceja, Bokuto sabia exactamente que eso significaba que le debía una explicación, "Nadie dejaría de mirarte porque estarías demasiado lindo, llamarías demasiado la atención y no quiero que te vean tanto", de nuevo, ¿estaba seguro de que no eran novios? Bokuto solo confundía a Akaashi.

"Ya me están mirando, Bokuto-san, porque no estoy elegantemente vestido" decidió decir, Bokuto se vio ligeramente molesto.

"Si... no lo pensé demasiado. Además, después veremos a Kuroo y Kenma, y seguro que no quieres ir formalmente vestido a eso".

Después de eso quedaron en silencio por un rato, hasta que Akaashi volvió a hablar.

"¿De verdad esto es lo que solíamos hacer los fines de semana? ¿Colarnos en bodas a las que no estábamos invitados? ¿Por qué siquiera haríamos eso? ¿Diversión? No entiendo qué es lo divertido de venir a la boda de unos desconocidos, Bokuto-san", Bokuto apartó la mirada después de que Akaashi hablara, "¿Bokuto-san? Existe una razón para esto, ¿no es así?"

"Tu... Pues esto partió porque yo pensaba que, si veías a gente colmada de amor, tu enfermedad se curaría más rápido... tú sabes, por esas cosas" respondió vagamente el mayor evitando su mirada, pero aun no soltaba sus manos, "Mira, va a empezar ahora".

Entraron el novio y el padrino de bodas, ambos visiblemente nerviosos, y se pararon en el altar. En el lugar se escuchaban bajos murmullos, el que Akaashi creía era el novio saludó a todos desde su lugar, como si no los hubiese recibido previamente en la entrada (cosa que le sorprendía a Akaashi porque los dejó pasar sin ningún problema y no tenían ninguna invitación), unos momentos después, el padrino de bodas le golpeo sonoramente la espalda, dándole algo de valor, o así se suponía, ya que el hombre soltó un grito bastante agudo y desafinado, que hizo que todos en la sala rieran y el ambiente se relajara un poco, casi parecían comediantes mudos.

Al rato empezó a sonar la marcha nupcial y la boda se llevó acabo, aunque tres minutos después de que partiera, Akaashi sintió como Bokuto aflojaba el agarre en sus manos, y tres minutos después de eso vio como el mayor se apoyaba sobre su hombro, comenzando a dormitar, al menor no le importó, por mucho que Bokuto lo intentase esconder, Akaashi había vislumbrado su cansancio después de un rato juntos, otra cosa que se sintió muy natural cuando paraba a pensarlo, aun así lo dejó dormir sobre su hombro hasta que la ceremonia terminó, y una de las damas de honor se dio cuenta de que nadie conocía al par, y los echó a patadas del lugar, aunque increíblemente Bokuto logró llevarse el ramo que lanzó la novia mientras se iba.

Si, corrieron inmediatamente después de ello. Las señoras dan miedo.

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Yes, estoy cambiando los guiones por comillas, nada destacable.

Pan.

  -esta parte será corregida algún día-