• Conejito • popkeda

Siete.

Kedamono no era un amante de las faldas o vestidos, para él no le agradaba la idea de ponerse uno, pero a poppe si.

Y eso era un gran problema para ambos.

—Mira, está linda — dijo sonriendo el rubio, mientras tenía en las manos, un trage de sirvienta, con diseños muy lindos a su alrededor.

Kedamono lo miro algo incómodo, se encogió en su lugar, para luego mirar a el conejo.

—Ya habíamos hablado de esto — hablo directo el chico, la cual hizo desanimar un poco a el híbrido.

—Lo se, pero solo pruebate un minuto — dijo el conejo, haciendo ojitos hacia el humano.

La cual este hizo un puchero, porque esa era la debilidades de kedamono, la cara del híbrido era muy linda y no podía negarlo.

Era el era listo y evitó mirarlo a la cara, la cual hizo gruñir a el más alto, para luego posicionar sus manos en la como del otro.

—Prometo hacer lo que quieras, porfavor —susurro el conejo, posicionan sus orejas peludas en la cara del humano en forma de cariño.

—¿Lo que quiera?— preguntó en duda kedamono, la cual poppe asintió — Bien, me convensiste.

Pasaron los minutos y poppe estaba muy ansioso, esperando a que kedamono salga del baño, con el vestido.

Cuando se escuchó la puerta abrir, el rubio levantó su vista, pudiendo ver a kedamono con el traje.

—No me gusta — aclaro el humano, mirándose a el mismo, algo incómodo.

El conejo se hacerco lentamente a el más bajo, para luego tocar los hombros de kedamono, bajando hacia su cintura y por último su cadera, que estaba más serca de su parte trasera.

El conejo, dejo un pequeño beso en el cuello, del contrario, para luego sacar una sonrisa.

—Yo creo que te vez bien, pero no puedo obligarte a ponerte algo que no quieres, puedes quitartelo — susurró, haciendo encoger a el humano, para luego ir a el baño nuevamente.

Kedamono se sintió bien, se quito el vestido lo más rápido que pudo, para luego ponerse un polo blanco.

Cuando salió con una gran sonrisa en el los labios, se sentó en las piernas del rubio muy cómodo.

—¿Te gusta esta ropa, verdad? — dijo de manera traviesa el híbrido, mientras acariciaba los muslos desnudos del más bajo.

—Me agrada más la ropa grande — respondió, besando los labios del contrario con perversidad.

Hizo que ambos se calienten, por la situación, manoseandose.

Las manos del rubio subieron a las tetillas rosadas, para apretarlos, haciendo gemir a el humano.

—Amg, ¡AH! — jadeó, al sentir como los dedos del conejito de movían en su interior.

—Encontre tu punto dulce — hablo rubio, mientras mordía la oreja del humano, la cual hizo gemir a el humano.

Kedamono empezó a mover sus caderas contra los dedos del conejo, quería más.

—Y-yo no quiero tus d-dedos — hablo entre cortado el chico, apegandose a el cuerpo del más alto.

El rubio lo miro de una manera descarada, undiendo más sus dedos en el interior del más bajo, jadeando al humano.

—Dime que es lo que quieres — susurró poppe, mordiendo el cuello deo contrario, mientras que con la otra mano, ya estaba desabrochando su pantalón.

La cual hizo quejar a el humano, por el acto tan descarado.

— AhH, N-no seas, así — hablo, haciendo una mueca durable en los labios.

—Dimelo y yo te lo daré — respondió, para luego voltio el rostro de kedamono, pudiendo ver su sonrojo, mientras salían lágrimas de sus ojos.

—¡Joder, quiero tu pene, en mi estúpido trasero! — grito, ya no podía soportarlo más.

La cual poppe, hecho una carcajada grande, haciendo sonrojarar a kedamono.

—¡AhH! Poppe, ¡Ahí! M-más — finito con mucha fuerza, al sentir el miembro del conejo destruirlo por dentro, con cada estocada que hacia en su interior.

Sus frentes sudaban y sus respiración eran agitadas.

Poppe agarró la cadera de kedamono, para luego penetrarlo con más fuerza, mientras que el otro solo jadeaba.

¿Cuales jadeos? Esos ya parecían gritos de placer puro.

—¡P-poppe! ¡M-más! —gimio kedamono, sabiendo que estaba a punto de venirse, apegandose a el cuerpo del conejo con fuerza.

Después de unos minutos, poppe se vino dentro del humano, eyaculando un líquido blanco dentro del más bajó, dejándolos muy cansados.

El conejo dejo a kedamono descansar, para luego limpiar su sudor y descansar junto a el bajo abrazándolo.

Créditos a: MarilinaLopez3, Gracias por comentarme tu idea, para este capítulo.