Criminal [Hyunho]

5

—El tipo está completamente limpio, Min. Es muy bueno en su trabajo, eso es todo- Jeongin estaba aburrido de jugar con un bolígrafo, presionando el botón repetitivamente. Minho resopló y negó con la cabeza.

—¡No puede ser que eso sea todo, Innie! ¡Obtuvo en una semana el dinero que nosotros obtendriamos en tres meses!- respondió el castaño, cruzando los brazos con frustración.

Aunque Jeongin era el único en el trabajo que nunca se había burlado de Minho y se llevaba bastante bien con él, Hwang HyunJin seguía siendo un tema muy sensible. Innie no entendía cómo Minho podía estar tan obsesionado con el tipo cuando no tenía absolutamente ninguna evidencia útil de que realmente estuviera tramando algo.

—¿No te gustaría hablar con Jisung sobre eso? Parece más interesado- suspiró Jeongin dejó el bolígrafo y comenzó a girar su silla de izquierda a derecha, aburrido. Al joven policía no le gustaba no tener nada que hacer.

—Sung hoy tiene turno de noche- murmuró Minho abatido y encendió su computadora solo para mirar su fondo con aburrimiento. Era una foto de alguna playa, nada espectacular.

Jeongin había visto a Jisung quizás tres veces hasta ahora. Sabía que estaba viviendo con Minho, también sabía que aparentemente era el "alma gemela" de Minho. Realmente no sabía más que eso.

— Yang- un hombre mayor se apoyó contra la mesa que compartían Jeongin y Minho. Jeongin inmediatamente se sentó derecho. —¿Sí señor?

—Hay un 053 en esta dirección- le extiende una hoja— una chica llamó diciendo  que su esposo estaba borracho y la golpeo. Métete en un auto y ve.- Jeongin ya se había levantado de un salto cuando entendió que había una llamada de emergencia. 

Minho todavía no entendía muy bien los códigos policiales. Los veía innecesarios. ¿No podrían simplemente hablar  normal?

—Por supuesto, señor, iré de inmediato- Jeongin deslizó el chaleco antibalas sobre su uniforme y su pie izquierdo tropezó extasiado contra el suelo. El hombre mayor puso una mano sobre el hombro de Jeongin y le sonrió con orgullo —¡Tan ansioso como siempre, vamos, vamos!

Mientras Jeongin agarró apresuradamente sus llaves y prácticamente salió corriendo del lugar, la mirada del hombre estaba ahora en Minho. El castaño arqueó la espalda y trató de parecer un poco más alto. 

—Quiero que vayas con Jeongin. Toma un auto y síguelo-  el tono del oficial era rudo nada comparado a como le hablo a Jeongin. Minho se desanimó un poco. —P-Pero, recibiste una llamada sobre un hombre violento, ¿cómo debería ayudar?

Minho nunca fue enviado a emergencias en las que tuvieras que dominar a alguien. La mayoría de las veces se sentaba detrás de su escritorio o miraba en la calle para ver si alguien conducía demasiado rápido. ¡Y a él le gustaba hacer eso! La violencia lo asusta.

—Sigue a Jeongin. Es una orden Lee.- dijo resoplando con fuerza.

—Papá, por favor. Yo-... - el rostro del hombre mayor se ensombreció. —¿Tengo que repetirlo, Minho?- El castaño bajó la mirada, su estatura se desplomó un poco. Por supuesto, a su padre no le importaría que odiara la violencia.