Eleven

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Acaricio su mejilla, frotando mi pulgar sobre su suave piel. Sus ojos lavanda me mira a través de sus pestañas, y sus dientes se hunden en esos regordetes labios de ella y siento que mi polla se eleva en respuesta. Estoy conteniendo la respiración mientras espero que ella responda a esas dos palabras que dije.

Estaba enamorado de ella. ¿Pero ella siente lo mismo?

"Naruto...", dice en voz baja, y mi corazón se acelera al pensar en
las palabras que caen de sus labios.

"Dime, cariño." Ahueco su rostro y froto mis labios sobre los suyos suavemente, y ella suspira en mi boca, concediendo a mi lengua acceso a la suya.

El sonido de mi teléfono vibrando nos separa de nuestro candente juego de labios. Saco el teléfono de mi bolsillo, y siento como si alguien tuviera su mano envuelto alrededor de mi garganta cuando vemos el nombre destellando a través de la pantalla.

Hiashi Hyuga

Mierda.

"Mierda. ¿Neji le contó?" grita mientras alcanza su teléfono. Sus ojos se ensanchan. "¡Él también me llamó! ¡Maldita sea, Neji!" Ella comienza a frotar sus sienes, y desearía poder llevarla de regreso a la cama para realmente calmarla, pero sé que ahora no es el momento.

"Deja de maldecir; no es propio de una dama" le digo con un toque de humor en mi voz, sabiendo que es conocida por maldecir como un marinero. Especialmente cuando ella está en al borde de un orgasmo.

Mierda, Uzumaki, no pienses en sus orgasmos segundos antes de hablar con su padre.

"No me hagas mamartela mientras estás hablando por teléfono con mi papá".

Entrecierro los ojos hacia ella e inmediatamente puse mi mano sobre mi polla cómo si eso pudiera hacer algo. "No lo harías". Ella se mueve hacia mí para subirse enzima con su típica mirada diabólica. "¡Ya, ya, ya! Está bien, está bien, lo harías". La señalo. "Pórtate bien, Hinata; lo digo enserio." Cojo el teléfono en lo que supongo que será el último timbrado.

"Hiashi. ¿Cómo te va?"

"¿Por qué tardaste tanto en responder?" Ladra en el teléfono.

"Lo siento, Hiashi, estaba..." Miro a Hinata, preguntándome qué se supone debería decir, y me lanza un guiño, frunce los labios y me lanza un beso. Le levanto una ceja y niego con la cabeza. "No me di cuenta de que estaba sonando."

"Uhuh. Estoy seguro. Ahora escucha, se que sabes por qué te llamo..." él se calla.

¿Yo? ¿Quizás Neji no lo ha llamado? Mierda. "Tengo una idea de que habla."

Hay un silencio al otro lado de la línea que es casi ensordecedor.

"¿Tu amas a mi niña?"

Trago. "Sí, señor. Lo hago."

"¿Ella te ama también?" Profundiza el cuchillo en mi pecho, gracias señor.

"No estoy seguro; ella no lo ha dicho con seguridad".

Hinata me mira con los ojos entrecerrados y frunce el ceño, sabiendo que estoy hablando acerca de ella.

"Bien, espero que te haga sufrir un poco". Él se ríe y yo siento mi mandíbula hace tictac de irritación. Hiashi fue como un segundo padre para mí, pero lo odio un poco ahora mismo. Acabo de exponer mi corazón a una mujer por primera vez en mi vida, y ella no me ha correspondido.

"No estoy emocionado de saber que profanaste a mi princesa", continúa. ¿De verdad, Neji tenía que contarle todo? "Pero, supongo que podría haber peores tipos por ahí". Me sorprende que esta conversación esté tomando un rumbo muy diferente. "Tú no eres como Neji cree. Neji no se dio cuenta de la forma en que ella solía mirarte."

Pequeña traviesa |NaruHina| ✓Completa✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora