Pequeña traviesa |NaruHina| ✓Completa✓

Nine

"¡Cielos!" ella grita mientras mi lengua comienza a trabajarla. Toco su clítoris ligeramente con la punta de mi lengua, y ella responde con un gemido y un tirón de mi cabello. "Ay Dios mío. Ay Dios mío. ¡Ay Dios mío!" ella canta, y yo me sonrió a mí mismo "¡Naruto!" siento sus muslos tensandose notando que está en su punto de quiebre.

"Dime cómo se siente, Hinata", murmuro contra ella mientras continúo lamiendo el delicioso espacio entre sus muslos.

"Como... nada... y todo a la vez. Creo que voy a..." ella comienza temblar, y miro hacia arriba, sorprendido de verla mirándome con fascinación mientras se apoya en los codos. Sé el momento exacto en que su orgasmo comienza a destrozar su pequeña figura, sus brazos se rinden y ella cae a la cama dejando escapar un gemido ronco. La follé con la lengua durante el resto de su orgasmo, y solo cuando paro sus espasmos pongo un beso final en su suave coño.

Empiezo a besar su cuerpo, entrelazando mis manos con las de ella mientras las sostengo por encima de su cabeza.

"Eso fue increible." Ella me da una sonrisa perezosa, y resistío el impulso para capturar sus labios con los míos. Necesito asegurarme de que ella se sienta cómoda para lo que viene.

"¿Preparada?" Busco en sus ojos cualquier incertidumbre, pero ella gira su cabeza a un lado y asintió con rapidez. Tomo sus manos por encima de su cabeza con una mano y deslízo mi otra mano por su rostro, ahuecando su mejilla. "Mírame, Hinata ". Ella obedece mi orden, y yo puedo ver la aprensión en sus ojos.

"¿Iremos despacio?"

Sonrío ante su disposición a darme su virginidad tan libremente. Mi polla duele ante el pensamiento. A pesar de que no podré hacerlo duro y rápido, me gusta pensar en que tendré que deslizarme lentamente, centímetro a centímetro, para asegurarme de que esté bien.

"Sí."

"Quiero esto; Pero todavía estoy un poco nerviosa", me dice honestamente mientras me siento, ella suelta sus manos de mi agarre y la empujo un poco hacia atrás así que estoy flotando sobre ella. Sus delicadas manos bajan por mi pecho y hacia mi polla, y salta con anticipación.

"¿Tienes... condones?" Casi susurra la última palabra como si estuviera preocupada de que alguien pudiera oír. Me agacho, agarró la billetera de mi pantalones y saco uno, sosteniéndolo para que ella lo vea. Ella se lame los labios, su ojos nerviosos se encuentran con los míos. "Está bien, hagámoslo".

Ella me mira con fascinación mientras enrollo el condón en mi erección. Pongo mis manos en sus muslos mientras estoy de rodillas entre sus piernas. Su mano se acerca a mi polla y me tira hacia sus pliegues que esperan. "Yo... ¿tal vez deberías hacerlo desde aquí?"

Pongo mi mano sobre la de ella, y juntos acariciamos mi polla desde la raíz hasta la punta. Gimo, sintiendo su mano suave debajo de la mía, tocando mi polla mientras me muevo lentamente hacia su coño. Ella desliza su mano por debajo de la mía y toca mi polla contra su clítoris antes de comenzar a deslizar mi miembro a través de sus pliegues mojados.
Me deslízo contra su clítoris fuertemente, de un lado a otro, y ella comienza a retorcerse debajo de mí a medida que aumenta su nuevo orgasmo.

"¿Vas a venirte así, Hinata? ¿Por toda mi polla? Antes de que este dentro de tu bonito coño?" Bajó mi rostro al de ella, nuestros labios a un milímetro de distancia. "Eres mía, Hinata", le digo contra sus labios antes de presionarlos contra los de ella, prohibiéndole que responda.

Mi lengua serpentea en su boca, encontrando la de ella instantáneamente y moviéndose en perfecto ritmo con mi polla frotando contra ella. Sus manos encuentran mi cabello y tira con fuerza los sentimientos de su orgasmo inminente la empujaban más cerca del borde.