—Elizabeth espera —Antes de llegar a la puerta me detuvo. Al darme la vuelta ví a Horacio recargado en un pilar. Se ve muy serio, aún así no me provoca ninguna molestia—. Hoy te llevo yo a la universidad.
Bueno ya no.
—¿Qué? —Dije después de quedarme unos segundos viéndolo pensativa. No podía procesar lo que había dicho y... caí en cuenta—. ¿Por qué? Puedo irme yo sola, de hecho siempre me he ido yo sola, ¿Por qué ahora tan de repente quieres llevarme?
—Papá me lo pidió. —Suspiró mi hermano, cruzó los brazos y me dirigió una mirada seca.
—Agh... Ya que. —Dije con tono molesto en mi voz después de hacer una mueca.
—Vamos. —Caminó hacia mi dirección, mientras jugaba con las llaves de su auto.
Lo seguí y salimos de la residencia—. Cierto, espera un momento, ahora vengo —Menciono antes de que siquiera pudiera quitar el seguro de la puerta de su automóvil.—¿Qué? Oye déjame subir.
—Lo siento —Contestó divertido y sin detenerse.
—Rayos con este hombre.
Me recargue en el carro y miré en dirección a la casa. Solté un suspiro y me crucé de brazos.—¿Qué haces aquí sola? —Preguntó una voz familiar que provenía de mi lado.
—¡Emmett! —Exclamé después de girar hacia él.
—¿Qué pasa? ¿Vas a esperar a alguien o te gusta llegar tarde como siempre?
—Ja, Ja, no, claro que no, estoy esperando a Horacio.
—Okey, si, bueno, yo mejor me voy.
—¿Qué? ¿A dónde vas? —Pregunté molesta jalando su chamarra.
—Primero, apenas y le agrado a tu hermano, segundo no quiero escuchar sus gritos, ni ver sus peleas son... Horribles.
—No, claro que no, no peleamos tanto.
—Mmm pff no, claro que no —Menciono sarcástico —. Aún que creí que dirías que si le agrado.
—Ah... Si bueno, no mucho, pero ¡Hey! No te ignora.
—Rayos —Dijo cabizbajo—. De acuerdo, aún así no quiero estar cuando discutan. Pues déjame decirte que ustedes son como perros y gatos, parece que ni siquiera son hermanos.
—Bueno... Bueno sí, no te lo puedo negar así es siempre, pero lo que me sorprende es que te siga alarmando a ti.
—Pues es molesto, siempre hacen de las suyas, y arruinan los momentos, me asusta cómo se comportan.
—Hmm, Dios... No es para tanto —Sonreí.
—Sí, si lo es, ¿Qué no se pueden llevar bien? —Preguntó mientras cruzaba los brazos y arqueaba una ceja.
—Mmm, es culpa de él, siempre inicia todo, me molesta —Fruncí los labios y miré hacia otro lado.
—¿Segura que solo él?
Giré rápidamente hacía él.
El silencio se apoderó del momento, no sabía que decir y parecía que él tampoco. Se recargó en el auto junto a mí y pego su hombro con el mío, metió las manos en sus bolsillos y me dió una mirada tranquilizante y un poco crédula.—Huh —Solté un suspiro cansada y miré a otro lado.
Supongo que tiene razón.
—¿Quieres qué te lleve yo? Bueno, es que yo si quiero llegar temprano. —Preguntó afable después de recargar su cabeza en la mía, y moviendome ligeramente.
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De Hermosa Prohibición - Mi Amor Prohibido
Romance¡Advertencia! Está historia contiene incesto. Es difícil el amor, todo, desde el principio, muy complicado y extenso, incluso hay quienes dicen que no podemos llegar a comprenderlo del todo. Lo único que podría decir de él es que incluso el más inoc...