Malas Heridas (PRÓXIMAMENTE)

Prólogo

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Abro las puertas altas con cuidado del estudio de grabación en donde Ander se encontraba grabando música para el nuevo disco de la banda, no parecía haber nadie lo cual me confundió un poco.

—¿Ander? 

No recibo respuesta.

La puerta es abierta haciéndome dar la vuelta, para mi mala suerte no es Ander, si no Cody, su mejor amigo y uno de los integrantes de Five Problems.

—Hey hola, Crystal. —me saluda con una sonrisa.

—Hola, Cody. 

Se acerca a mi dándome un abrazo amistoso, cuando nos separamos me repara de arriba abajo.

—Vas muy guapa.

Sonrió tímida.

—Gracias. —respondo. —¿Has visto a Ander? 

Subo la correa de mi mochila.

—He querido pasar antes de mi ensayo, pero no lo vi en el lobbie y pues... aquí tampoco.

Va hacia un sillón frente a una mesa y toma un vaso de café que hay sobre ella, da un sorbo antes de responderme.

—Está afuera, en la parte trasera. —bebe aún más del café. —Ha salido a fumar un cigarrillo antes de seguir grabando. 

Apunta a mi mochila, justo en donde mis zapatillas se encuentran.

—¿Creí que esas zapatillas solo las ocupabas para...? —se pausa. —¡Oh, joder! ¡¿Lo conseguiste?!

Doy una gran sonrisa antes de sacar la hoja en donde mi nombre esta en la larga lista que confirmaba mi participación como la protagonista del recital.

Él se levanta rápidamente recorriendo el espacio que nos separaba y vuelve a abrazarme con fuerzas, me levanta en el aire dándome vueltas emocionado. Luego de unos segundos me baja de sus brazos al hacerlo alza el puño y yo choco el mío contra el suyo.

—Anda, ve con tu novio. —me hace dar la vuelta en dirección a la puerta.

Me despido con la mano antes de salir del estudio camino a la parte trasera del edificio y cuando abro la puerta sonrió al verlo recargado contra la pared de ladrillo con un cigarro en labios. Él mira a mi dirección y yo no pierdo el tiempo en correr hacia el con la gran emoción que llevo, Ander me recibe con brazos abiertos.

—¿A qué viene este abrazo? —me pregunta.

Me separo de él y solo me pongo de puntillas buscando sus labios, el recibe los míos sin problema envolviéndonos en un beso que me emociona aún más, envuelvo mis manos en su cuello haciendo subir el tono de nuestro beso, Ander lleva sus manos a mis caderas acariciando la zona. 

Nos separamos luego de un momento y aun cuando ya llevamos tiempo siendo novios me sonrojo al ver sus labios hinchados.

—¿Enserio te seguirás sonrojado? —pregunta.

No le respondo y solo me suelto de sus manos.

—Tus zapatillas me golpearon. —se soba su pierna derecha.

Saco la hoja y la pongo frente a él con emoción.

—¡Mierda! —exclama. —¿Eso es...? Puta madre.

Tira la colilla.

—¡Felicidades, bonita! 

Me toma de la barbilla y deja un suave beso en mis labios.

—Hay que celebrarlo. —toma mi mano. 

—Nadia pensó lo mismo, ella quiere que vayamos a un bar nuevo que abrieron en el centro de la...

—Crystal. —me interrumpe. —Sabes que nos podemos salir juntos.

Mi sonrisa se desvanece. 

—Lo sé, pero creí que podíamos hacer una excepción. 

—Bonita...

—Iremos en grupo, así no...

—Dije que no. 

—And, solo una vez. No pediré nada más, puedo guardar distancia si...

—No sigas.

—Es que solo...

—¡He dicho que no! —exclama molesto.

Me separo de él debido al grito, es entonces cuando noto sus ojos. Están inyectados en sangre lo cual hace que mire al suelo, al hacerlo me llevo una gran decepción al ver la bolsa transparente tirada. Él pisa la bolsa y yo solo alzo la cara.

—¡Dijiste que lo habías dejado! —le reclamo. —¡Me lo prometiste, Ander!

No dice nada.

—¡Eres un mentiroso!

Golpeo su pecho.

—¡Lo prometiste!

—¿Es que no te cansas de recreminarme de todo? —me pregunta molesto. —Joder, ayer fue lo de un porro. Es que todo te molesta.

—Claro que me va molestar que sigas metiéndote esas mierdas. Más aun cuando prometiste dejarlo. 

Se lleva las manos a la cabeza.

—Y claro que también me molesta que no podamos salir juntos sin tener que escondernos.

—Ya hablamos de eso. —responde tajante.

—¿Enserio? ¿Lo hemos hecho?

No puedo evitar sentirme triste, sabía que le sería difícil dejarlo, aun mas cuando la presión del nuevo disco estaba por venir.

—Si. —miente.

—¿Y cuál es la maldita razón? —pregunto. —Dímela porque yo no la recuerdo.

—Crystal...

—Anda, dímela. —pido molesta.

—Deten...

—¡Que me la...! 

—¡Porque tú eres una puta chica normal! ¡Una chica que jamás encajara en mi maldito mundo!

Retrocedo con lágrimas en los ojos.

—¿Tu mundo? —pregunto con un sollozo. —¿El mundo donde no hay más que sexo, drogas y fiestas con celebridades igual de jodidas que tú? ¿Un mundo donde una estrella de rock se ve mejor con una novia supermodelo? 

El pasa la mano por su cabello negro sin darme una respuesta.

—Así que eso era, ¿no? —aparto las lágrimas de mis ojos. —Tu nunca has querido salir conmigo en público porque te avergüenzas de mí.

Silencio.

El silencio es mi respuesta, dándome a saber que muy en el fondo yo tenía razón.

Esto era la gota que derramaba el vaso. Me he cansado de todo.

—¡A la mierda tú y tu maldito mundo! —le grito. —¡No merezco esto! ¡Yo no te necesito!

Alza la cabeza con la mandíbula tensada.

—Vete a la mierda. —exclamo. —Esto se terminó.

—Tarde o temprano sucedería. —es lo único que dice.

El flash de alguna cámara proveniente de no sé qué parte me hace dar la vuelta y salir del edificio camino a primer ensayo oficial.

Y así fue, así fue como ambos dejamos malas heridas el uno al otro. 

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Canción de la historia: Dynasty - MIIA