𝘐'𝘮𝘢 𝘳𝘪𝘥𝘦 𝘰𝘳 𝘥𝘪𝘦 | 𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯 ☽

VI |𝘋𝘦𝘭𝘪𝘤𝘢𝘵𝘦|

Mierda, sentía como si su cabeza fuera a explotar en cualquier momento, estaba tan adolorido, como si un camión lo hubiera atropellado. Intentó abrir sus ojos y sólo logró ver imágenes borrosas. La confusión abarcaba su mente, no entendía que había pasado, por un instante creyó que todo había sido una pesadilla más, y que al abrir los ojos estaría en su deprimente apartamento en Virginia, pero en definitiva no era así, todo fue real, las imágenes de Mihai siendo despedazado abarcaron su mente, la sangre, tan siquiera pudo observar por una última vez sus ojos ¿y si tenía familia? Nunca iban a saber que había pasado con él, tan siquiera recordaba dónde putas estaba, tal vez era su culpa en alguna forma, prefería pensar eso, que le diera una falsa calma, a no tener certeza de que ocurrió, viviendo con la incertidumbre. Mientras tantas cosas pasaban por su mente, pudo sentir como sus ojos se comenzaban a llenar de lágrimas, habían sido tantas emociones, su cuerpo dolía tanto que sólo estaba frustrado, y podría seguir así, hasta que pensó algo más ¿dónde estaba? Esa en definitiva no era su cama, las sábanas de seda, rojas como la sangre, con un contraste negro, extremadamente suaves, pero nada parecidas a las suyas, él jamás podría pagar por algo así de esa fineza.

Por consiguiente, comenzó a explorar el cuarto, las cortinas eran hermosas, como casi toda la habitación, llendo al otro extremo del lugar, pudo visualizar la chimenea, encima había un retrato de un hombre, estaba tan embobado viendo la pintura  y podría jurar que casi le da un paro cardiorrespiratorio cuando visualizó a un hombre sentado en un sillón color negro en la esquina, tenía una ropa completamente negra, con un cuello alto, y un cigarro en su mano.
Por amor a los cielos, estaba guapísimo. Y ahí fue cuando pasó por su mente ¿Y si estaba muerto? ¿Y eso era el infierno? Su madre solía decirle que los homosexuales se iban a ir al infierno, seguramente ahí era donde estaba, y ese hermosa hombre de ojos azules y pómulos marcados era el diablo o peor, un demonio. A la mierda, no entendía nada, y comenzaba a pensar que el desconocido lo veía con ¿preocupación? Seguramente estaba blanco como el papel, más de lo que ya era.
-"Oh, ya veo que despertaste, pero por Satanás, respira amor, parece que estás a nada de desmayarte por segunda vez" - Dijo con tranquilidad el guapo desconocido, causando conmoción en el rizado, él esa voz la conocía, iba a morir si no lo estaba ya. - "¿Dónde mierda estoy? ¿Quién eres? ¿Estoy muerto? ¿Porqué estoy con la ropa de alguien más? ¿Eres un demonio? ¿Y porqué mierda siento que tú voz la he escuchado antes?"- Exclamó el rizado rápidamente, dejando aturdido al otro.

-"Primero que nada, soy Louis, me llaman por muchos nombres y leyendas, no todas son ciertas, sin embargo, no soy un demonio, aunque dicen que soy la encarnación-soltó una carcajada, como si fuera el asunto más malditamente gracioso, tomando una calada de su cigarro-Segundo, lógicamente no estás muerto, sin mi, hubieras quedado muerto junto al mundano ese que te hacía compañía y se supone que debía "cuidarte"-- remarcó haciendo comillas en el aire- Evidentemente hizo un trabajo de mierda, y tuve que meter la cuchara personalmente, en mi honesta opinión, murió por su propia inconsciencia-dijo eso último sin un poco de remordimiento o mínima pizca de tristeza por el fallecimiento de Mihai -Tercero, lo de por que has escuchado mi voz antes, no es un tema para discutir en estos instantes. Cuarto, estás en mi ¿casa?- titubeó un poco en esa palabra, no tenía como responder esa pregunta sin que sonará incoherente -No tengo idea de cómo describirte donde estas sin que empieces a colapsar de nuevo, sin embargo, te lo diré, estás en mi castillo - Dijo con toda tranquilidad - Quinto y último, delante mío tienes prohibido maldecir, para que lo tomes en cuenta y le bajes al tono que usas conmigo, amor.

El rizado en definitiva estaba perplejo por la declaración del desconocido que ahora tenía nombre, Louis, casi tan bonito como él ¿que putas? En definitiva no debería estar pensando eso de un extraño. Tomando una gran respiración para calmarse dijo
-"Déjame ver si entiendo esto, algo atacó a la persona que se suponía era mi guía turística, tú me salvaste, evitaste que muriera y ahora estoy acostado en la cama de un extraño, dueño de este puto castillo, que se suponía debía estar abandonado ¿así es?"- Resopló sumergido en frustración, odiaba no entender que estaba sucediendo.
-"Si lo pones de esa manera, lo haces sonar como si te hubiera secuestrado y hecho daño. Para tú tranquilidad, o bueno no se que tanto te tranquilice, simplemente no se como decirlo. Solo promete que apenas lo diga no te marcharás" - Exclamó Louis, en su voz se podía escuchar connotaciones de duda, estaba preocupado por que el chiquillo después de decirle un poco de la verdad fuera a escapar.