De toda las entrevistas que había realizado, dos casos le llamaron la atención de sobremanera. Así como otros simplemente le dolían, esos casos dónde la persona desapareció, era dolosoro escuchar a la familia, sin esperanza ni luz en sus ojos, comentando que cuando presentaron a las autoridades con lo ocurrido, fue sencillo para ellos decir "Si no hubo cuerpo, no hubo crimen"
Pero volviendo, el primer caso había sido el de una chica llamada Loana Radu, en ese caso, su novio y su mejor amiga mantenían una aventura, ella después de los meses se dio cuenta, sin embargo no hizo nada, esperando a que se les cayera su teatro, claro, jamás imaginó que se iba a desarrollar la historia de esa manera. Era un domingo por la mañana cuando le llegó una llamada, diciendo que su novio había sido encontrado brutalmente asesinado al lado de su mejor amiga en una habitación de hotel. Cuando ella vio las imágenes post mortem [1] de ambos quedó impactada, estaban irreconocibles, esos no eran las personas que ella conoció. Desde el momento en que le dijeron que la sangre del cuerpo de los dos había sido extraída por completo, además, en los resultados de la autopsia hacía la aparición una fuerte droga, que puede dejar perdido a cualquier. También les arrancaron el corazón, cortandolo en pedazos, y dejándolos regados por la cama, el piso, he incluso había uno en la bañera de esa fría habitación de hotel, así como les sacaron los ojos y para variar sus cuerpos no tuvieran señas de lucha, o incluso alguna huella dactilar, que todo fuera tan raro, como si se hubieran puesto en esa situación voluntariamente, tantas cosas en conjunto fue lo que la hizo pensar que en definitiva, ningún humano podría haber realizado tal atrocidad.
Y el segundo, era más como una leyenda, la señora que decidió mantener su privacidad con respecto a nombres, comenzó a contar que en ocasiones se podía observar como el castillo de Bran estaba ocupado por personas, veía figuras caminar por los alrededores, he incluso la luces se encendían, sonaba música, y hasta una vez logró escuchar gritos de alguien, que retumbaban en todo el silencio abrumador, donde se suponía que el castillo estaba inhabitado.
Definitivamente, esa conversación había despertado una clase de pánico hacía el castillo, la visita, quedarse a dormir ahí, por un momento comenzó a entrar en pánico, no se creía posible de lograrlo, sin embargo, ya era bastante tarde para arrepentirse.
Y para crearle más inquietudes, tomó varias fotografías donde salía una mirada profunda, que lo observaba a lo lejos, realmente estaba comenzando a asustarse en sobre manera, llevaba muchísimo tiempo sin sentir esa inquietud, ese nudo en su garganta que no se iba, era como un tornado de sentimientos que lo envolvían y no tenía una explicación, la última que se sintió de aquella forma fue cuando era un chiquillo.
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El día tan esperado había llegado, podía jurar que estaba muriendo del pánico y ansiedad, tanto como la emoción de realizar uno de los trabajos de su vida. Esa mañana, apenas despertó una sensación se instaló en su pecho, sentía que había soñado algo tan abrumador, que aunque no lo recordará, al despertar, lo hizo sentir aterrado, presentía que algo iba a salir terriblemente mal, sin tener presente el contexto de su sueño, realmente creía que había sido algo tan real, para dejarlo en un total estado de consternación. Sin embargo lo dejaba un poco tranquilo el saber que era solo un sueño, recuerda cuando despertaba gritando y Niall le decía que todo estaba bien, que era simplemente un sueño, él le enseñó eso, y con el tiempo, en esos cuatro años sus pesadillas constantes desaparecieron, hasta que claramente se alejaron y volvió a ese sentimiento de soledad. A veces los sueños que podía recordar eran más que todo imágenes, en ocasiones veía sangre, manos, rostros desconocidos, que al final nunca los lograba recordar lo suficiente.
