Capítulo XXIV: Tragedia.

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***
Los guardias de Shōto tenían a Yō de rodillas, esperando las órdenes del bicolor.

—Sato, traemé el rifle.

—Sí, señor.

Rikido fue hacia una pequeña caseta de madera y entró para tomar el arma.

—Aquí la tiene.

—Todavía no me la des, primero quiero que sufra un rato.

Su sirviente asintió y Todoroki les dijo a los que sujetaban a Shindou:

—Sujetadlo con fuerza, que no escape.

—¡Sí, señor!

Ejercieron más fuerza sobre el muchacho, provocándole más dolor.

"Está claro que voy a morir."—Pensó cerrando los ojos con fuerza.

Todoroki se aproximó a él y comenzó a propinarle patadas.

—¡¿Qué pasa, eh?! ¡¿Dónde está tu soberbia ahora?!—Le preguntó dándole una patada en el estómago, dejándolo todavía más encogido.

—Ugh...

Shōto sonrió con superioridad y les dio la siguiente orden a los guardias:

—Soltadlo.

Ellos obedecieron y lo dejaron caer al suelo.

"¿Qué pasa? ¿Realmente me va a perdonar la vida?"—Pensó paralizado, ya que no se atrevía a moverse.

Para su mala suerte, su incertidumbre duró poco, puesto que fue agarrado por la camisa por parte del bicolor; dando como resultado que sus miradas chocasen.

—Estás muy callado, ¿tanto miedo tienes?—Cuestionó con tono burlón.

En ese momento, el de cabello azabache frunció el ceño y le respondió:

—No tengo miedo, sólo... Quiero ver a Katsuki, lo amo. ¿Por qué tienes que retenerlo contra su voluntad? Él no te ama.

La mirada de Shōto se tornó furiosa y, al tener un sentimiento tan intenso; empezó a zarandear al muchacho.

—¡¿Cómo se atreves a hablarme así?!—¡Debería cortarte esa maldita lengua tuya!—Gritaba moviéndolo bruscamente.

Todos estuvieron en silencio hasta que uno de los guardias preguntó lo siguiente:

—¿Le cortará la lengua, señor?

Todoroki no tenía pensado hacerlo, mas era buena idea.

—Sí, traemé una navaja.

El cuerpo de Yō tembló.

—N-no... ¡Por favor!

—¡Calla!—Respondió gritándole y dándole un puñetazo después.

El guardia se acercó a su Señor y le ofreció su propia navaja.

—Aquí tiene.

Todoroki la agarró y le dijo:

—Abre su boca.

Shindou quiso impedirlo removiéndose pero no pudo porque más hombres acudieron a ayudar.

"¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!"—Pensaba desesperado.

Shōto lo miró de forma sádica y procedió a cortar su lengua, algo que le produjo un gran dolor.

—Ja, ja, ja.—Se reía el otro tirando a un lado la lengua del chico.—Ahora ya nadie podrá oírte.

Shindou perdía mucha sangre y no podía evitar derramar lágrimas por su destino.

Nunca seré tuyo. [Todobaku/Shindobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora