Capítulo I: El inicio de un infierno.

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Katsuki Bakugou vivía con sus padres en un pueblo de Inglaterra llamado Corfe Cartle, éstos eran comerciantes de telas de todo tipo y por ello su situación económica podía llegar a ser inestable porque no siempre tenían los mismos clientes, ni ventas. Sin embargo, a pesar de eso; siempre habían llevado al día los pagos de los impuestos.

Pero este no era el caso, pues la Familia Bakugou no estaban pasando por una buena situación económica y apenas podía pagar los impuestos. Ellos eran conscientes de que sería cuestión de tiempo que la Familia Todoroki, quienes dominaban toda la ciudad y cobraban impuestos por vivir y comerciar en Londres; mandasen a los cobradores de impuestos a por ellos. E incluso uno de los miembros de aquella familia podría acudir junto a ellos si así lo estimaban necesario.

Ahora la familia estaba en el comedor de su humilde hogar decidiendo qué debían hacer para mejorar su situación económica.

—Detesto esto...¿Qué haremos, cariño? Ellos vendrán a por nosotros y Katsuki ya trabaja bastante; ¿crees que deberíamos vender algo?

—Mmm...He pensado que podría vender el reloj de padre.—Sugirió mirando el reloj que había sobre uno de los muebles del comedor.

—No nos darán nada por eso.—Dijo Mitsuki.—Tenemos que pensar algo mejor.

El rubio cenizo, que era un joven de 23 años; se pronunció al respecto.

—No vendáis nada, buscaré otro trabajo además de comerciante.

—¿De qué?—Cuestionó su padre.

—No lo sé todavía pero algo encontraré, ahora tengo que salir. Luego vuelvo.

Katsuki se levantó de la mesa, pues él quería esforzarse por ayudar a sus padres todo lo que pudiera.

***

En otro lugar de aquel pueblo de Inglaterra, en una lujosa mansión que destacaba por su color anaranjado y detalles amarillos; vivía la familia Todoroki. Ellos eran una familia de aristócratas que vivía principalmente de los abusivos impuestos que sacaban de toda Inglaterra.

Aunque, lo que nadie sabía, era que Enji tenía ciertos negocios ilegales. 

Volviendo al punto, el pelirrojo estaba en su despacho con Shoto, su hijo predilecto.

—¿Y para qué se supone que me has llamado, padre?—Preguntó —molesto el bicolor, ya que él odiaba tener que permanecer mucho tiempo con su padre.

—Shoto, hay una familia a que tengo que hacerle una visita pero, por desgracia; no puedo.—¿Podrías acompañar a los cobradores por mí? 

—Depende, ¿de qué familia se trata?

—De los Bakugou.

En ese momento Shoto sabía que era su oportunidad para conseguir a Katsuki.

—En tal caso, iré.

Enji sonrió orgulloso.

—Gracias, hijo. Sabía que podía contar contigo.

—¿A qué hora tengo que acudir a la casa con ellos?

—Dentro de dos horas.

—Bien, allí estaré.—¿Me puedo retirar?

—Sí, puedes irte.

El bicolor salió de allí con una macarra sonrisa.

"Al fin encontré la forma de tenerte, Katsuki. No podrás escapar de mí."

***

Katsuki caminaba en dirección al taller de muebles de Shindou, con quien llevaba una relación en secreto.

—¡Yō!—Saludó al entrar en el taller.

El de cabello azabache reconoció la voz de su novio y fue a saludarle.

—¡Katsuki!—Exclamó con alegría.

Se acercó a Bakugou y le dio un beso aprovechando que se encontraban solos, pues en aquella época no estaba bien visto que dos personas del mismo sexo tuvieran un romance.

—Te he echado mucho de menos, ¿está todo bien con tu familia?—Le preguntó Shindou preocupado una vez que separaron sus labios mientras acariciaba su rostro.

—Voy a ser sincero: Las cosas están jodidamente mal, necesito otro trabajo.—¿Podría trabajar aquí contigo?

—¿Aquí? Tú no sabes hacer muebles, Katsu.

—Puedo aprender.

—Mmm...Esa no es mi decisión, tendría que consultarlo con mi padre.

—De acuerdo; ¿cuándo sabré si tu padre acepta mi proposición?

—En cinco días, él está de viaje ahora.

—Oh, no lo sabía...—¿Quieres aprovechar?—Dijo con picardía.

El mayor captó la indirecta y sólo pudo contestarle:

—Por supuesto~

Yō, antes de hacer nada; puso el típico cartel de: "Vuelvo en cinco minutos". A sabiendas de que serían más pero, ¿quién podía culparle? Apenas veía a su novio por sus trabajos y, puesto que su padre se encontraba ausente, debía aprovechar estas ocasiones.

—Comencemos~

Dicho esto, agarró la mano de su novio y lo llevó al almacén para poder hacerlo con él. Ambos disfrutarían de un buen rato sin saber que después de ese día todo iba a complicarse mucho para ellos.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Nunca seré tuyo. [Todobaku/Shindobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora