You Are My Medicine

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Hay una sensación tan extraña en sus cuerpos, esa sensación de alguien que solamente busca consuelo.
Esa necesidad de tener un hombro en el cual llorar.
Sabemos que llorar solo en el baño una y otra vez no es sano, no lo es, al menos así lo sienten ambos.
Son tormentos mentales que no se detienen, que solo quieren molestar tu pequeña pizca de felicidad.

Ya no puede.

Ya no puede seguir sintiéndose así.

Es miserable, es vacío, es solitario y es desesperante.

Desesperante en mas de un millón de formas.

Las piernas le duelen como siempre, pero le duele mas el pecho y el corazón.

Su alma y sus pasiones se han roto en milésimos pedazos, desapareciendo de a poco en su transcurso.

Pero no puede decírselo a nadie, porque no quiere que se preocupen por el.

No sabe cuanto mas vaya a aguantar.

Quiere irse, quiere salir corriendo y llorar todo el tiempo, pero van a tacharlos de locos y ya no van a tratarlos igual.

Ya no pueden más.

Ni siquiera saben que es lo que quieren, solo quieren desaparecer.

Se sienten tan solos y tan estúpidos todo el tiempo.

Hay un leve movimiento que lo saca de sus pensamientos, haciendo que se aferre temeroso a su silla de ruedas.
Yoongi a comenzado a moverlo lejos del hospital, a algún lugar desconocido.

Es extraño, pues no tiene ningún sentimiento de temor. Está a salvo, lo sabe. Por que Yoongi es incapaz de lastimar a una mosca, pero es capaz de lastimarse a si mismo.

-Yo ya me rendí hace mucho, Jimin, pero hay algo en tus ojos que me obligan a no dejar que tu te rindas.- habla Yoongi en un susurro débil, aún empujando con tranquilidad la silla de ruedas.- Hoy iba a intentarlo de nuevo... ya sabes, solo busco una muerte tranquila, pero estabas tu en el camino; como otras veces. Siempre estas ahí interponiéndote y ahora se que, hasta que no te ayude primero, no podré irme tranquilo.

-O-oye... yo n-no quer.-

-Tranquilo, es algo de principios solamente.

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La casa de Yoongi esta misteriosamente vacía hoy, pero no es hasta que encuentra la nota de su madre en la puerta que entiende el porqué.

Salí con los Kim a ver una película, por favor cuídate.

Ni siquiera necesita una indicación de quién a dejado la nota, pues es mas que claro que su madre es la única que tiene un carácter lo suficientemente fuerte para tratar a los Kim.

Jimin observa con temor el pequeño pasillo que hay que recorrer hasta llegar a la habitación de Yoongi.
El lugar es amplio y limpio, aunque algo oscuro debido a las tonalidades de las paredes y el hecho de que la ventana está tapizada de periódicos viejos que solo acumulan polvo.

-Ignora la basura. - hay otro movimiento un tanto brusco en su silla pues, al parecer, acaba de atorarse en el tapete. - Demonios. - se queja Yoongi, intentando empujar un poco más la silla.