You Are My Medicine

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La vida suele tomar rumbos interesantes, o mas bien la suya. El nerviosismo se apodera de sus manos y pies, siente el sudor frío y el dolor de cabeza punzante una y otra vez. El clima empieza a cambiar y pronto  ya no podrá cubrir sus viejas cicatrices con aquellos suéteres oscuros que tanto le gustan. La universidad es mas grande de lo que recordaba, todos se ven muy diferentes a él, irradian confianza y claramente felicidad, todo lo contrario a él que está aterrado en todos los sentidos posibles. Esta por comenzar ese capítulo de su vida donde debe volver a empezar en lo que le llaman la vida estudiantil, con trabajos y maestros que está seguro lo martirizarán al principio de todo, como debe de, pues está volviendo de lo que le gusta llamar un largo descanso después de tanto. Las miradas de los demás estudiantes lo están poniendo mas nervioso, y casi brinca del susto cuando su teléfono empieza a resonar por todo el lugar.

-EY, idiota. Olvidaste tu comida.- Jungkook al parecer se percató de la bolsa de comida que dejó olvidada en la mesa del comedor, y ahora solo revisa sus bolsillos donde nota que también a olvidado su billetera y le será imposible comprar algo para comer mas tarde.- Tu cartera también está aquí, ¿Cómo puedes ser tan despistado?

-Alguien de tu edad no tiene derecho a regañarme.- Contraataca, en un vago intento de no sentirse idiota por haber olvidado dos cosas tan importantes como su almuerzo y su billetera.

-Si que la tengo, en fin. Taehyung va a ir por el rumbo de tu escuela en unas horas. Le diré que te lleve tus cosas. Buena suerte tonto.

-Te quiero bro.

-Lo se, no por nada somos hermanos.

-¿Nos vamos a poner sentimentales?.- La sonrisita en sus labios llama la atención de uno que otro estudiante que pasan junto a él, y como no, si es la primera vez en el día que esta sonriendo después de tanto estrés en sus hombros.

-Ya ya, relájate y buena suerte, pon atención.

-¿Quién es el adulto de los dos aquí?

-El que olvidó su almuerzo y su cartera.

-Ya déjame en paz.

-Adiós tonto.

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Todo iba perfecto, terroríficamente perfecto que algo debía salir mal y así sucedió. Primero lo de su comida y ahora el suéter que cubría su pasado se a llenado de la espuma del refresco que decidió era buena idea explotar en su cara. No razonó bien el hecho de que los alimentos traídos por el alocado de Taehyung en su moto de la muerte debían de venir mas batidos que el cabello de ese profesor de literatura de la segunda clase.

Extrañamente hay un silencio a su alrededor que le gusta, todos parecen tan sumergidos en su propio mundo, incluso él lo está que no se percata de 2 presencias femeninas acercándose a él como depredador a su presa. Esta tan concentrado en limpiar esas manchas de refresco de su suéter que decide ignorarlas y dejarlas seguir su camino, sin notar que su destino es justo a su lado.

-Hola, ¿Eres el nuevo, no?.- Yoongi al fin alza la vista para mirar a aquellas dos mujeres de cabellos oscuros y uñas pintadas de un rosa neón desagradable.

-Si, ¿Necesitas algo?.- No quiere sonar grosero, pero hay algo en ellas que la verdad no le da confianza. 

- Tenemos curiosidad.- La otra chica es la que habla ahora, sentándose frente a él en la mesita de jardín que encontró cerca de sus clases.- ¿Por qué entraste en estas fechas a la universidad? El ciclo comenzó hace ya tiempo.

Yoongi sabe que no está obligado a responder cosas personales, y más ahora que está notando las intenciones de esas dos chicas que ahora reconoce como una de sus compañeras que se sienta al fondo, todo lo contrario a él que escogió un lugar en medio donde el aire acondicionado da directo a su silla, le encanta.

-Presenté un examen.- Responde simple, retomando su misión de quitar esas manchas que ahora nota también tiene en las mangas. Las chicas lo siguen comiendo con la mirada, notando cuando alza sus mangas y algunas cicatrices oscuras y el tatuaje de Minnie puede verse a simple vista. Es algo pequeño, pero no deja de ser bonito y discreto para él.

-¿Eres un "chico problema" o algo así?.- Nuevamente esas chicas están entrando en territorio que no les incumbe, pero nuevamente Yoongi no es un grosero, por eso decide dejar de lado sus inseguridades y se quita el suéter manchado para dejar a la vista unos tatuajes y todas sus cicatrices que se encuentran adornando sus brazos.

- Es mas complicado como para ser encerrado en el concepto de "chico problema", aunque no niego que lo fui. Al final todos nos equivocamos y aprendemos de nuestros errores. Yo ya aprendí de los míos y me estoy dando una segunda oportunidad.- La conversación termina ahí, dejando a dos desconocidas pensativas y un Yoongi alejándose despacio del lugar, en camino a su segunda oportunidad.

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La curiosa amistad que armó con Yoongi es interesante, y sobre todo importante, por eso está de camino a recogerlo a la universidad, pues todos se juntarán para comer en compañía de Hoseok también, organizaron una pequeña fiesta por los resultados positivos en el tratamiento de Taehyung.

Lo primero que Jin nota al llegar, es a Yoongi hablando con dos mujeres frente a las jardineras de la escuela, cosa que lo hace dudar sobre las intenciones de aquellas chicas, sobre todo porque una se nota muy interesada en su amigo. Se estaciona enfrente de ellos, bajando de la camioneta para no sonar el claxon puesto que le parece de mal gusto interrumpir una conversación así.

- Yoon, ¿Listo?.- Pregunta simple, alzando su brazo metálico para saludar desde lejos a las compañías de Yoongi.

-SeokJin, ¿Y minnie?.- Pregunta Yoongi, recogiendo su mochila y despidiéndose de sus compañeras.

- Ya sabes, tu novio no sale del estudio de danza.- Por muy gracioso que parezca, Jin a dicho la palabra Novio en un tono sospechosamente alto para que ninguna chica se haga ilusiones con él. Yoongi es mas Homosexual que otra cosa, aunque su apariencia no lo aparente.

Ambos suben a la camioneta, y ninguno nota a una de esas chicas que se burla de su amiga a carcajadas pues se le notaba a la distancia su interés por el pálido chico.

- En otra vida chica.- Le dice una a la otra, riéndose nuevamente en su cara por su ignorancia.