Capítulo 8

79 31 6
                                    

¿Dolor?
Que es realmente el dolor? Muchas personas dicen que es aquello que sentimos cuando perdemos a alguien muy importante en nuestras vidas o cuando simplemente caemos y nos golpeamos la rodilla contra el suelo.

El dolor en mi vida nunca fue solo eso, podría decirse que era esa sensación de algo que iba desvaneciendose entre el día y la noche.

Desde aquel día que le conté a mis padres que me había enamorado, mi vida cambio para siempre, nunca más volvieron a tratarme de la misma manera, evadían cualquier tema de conversación referente a lo ocurrido, me hacían sentir un problema.

El día que ellos entiendan que eso no paso pq quisiste, que solo te enamoraste, que entiendan que no es un error solo vives a tu manera, que no está mal ser así, está mal pensar como lo hacen ellos, el día que entiendan que solo así eres feliz, que se den cuenta como sonríes cuando ella te mira, cuando vean que por fin alguien te motiva a ser mejor, que luchas por estar con ella sea como sea, que te importa un carajo lo que piensen de ti los demás, el día que tus padres entiendan que encontrar la felicidad en alguien de tu mismo sexo no es un pecado, solo es el amor, ese y solo ese día sabrás que lo tienes todo.

Pero no solo eso pasaba, A también había cambiado conmigo, a pesar de que podíamos afrontar nuestros problemas con más libertad, ella se estaba alejando y ni siquiera entendía la razón. La llamaba y nunca tenía tiempo para mí, solíamos hablar entre 20 minutos a una hora por día, para mí era insuficiente despues de haberme habituado a tenerla todo el día disponible para mí.

Comenzaron las peleas, los celos, las desconfianzas, las inseguridades y los problemas cada día eran más grandes.
Había luchado en vano por ella? No!! Esto no podía estar pasando, con nosotras no!!! Al fin era feliz y la vida se empeñaba en agitarmelo.!

Ideas estúpidas e insignificantes se gestionaban en mi mente cada noche antes de irme a dormir, las promesas se iban rompiendo cada día, las reglas de nunca irnos a dormir molestas o la de despertarla en las mañana también se desvanecieron. No encontraba una salida lógica y con sentido a todos nuestros problemas, quería dejarla pero tenía miedo perderla. Estaba echa un lío realmente.

Vivir sin ella era un reto, pero seguir con la relación de esta manera era un total problema.

Llegó nuestro segundo aniversario y las cosas iban de mal en peor, y volvimos a pasarnos todo el día sin hablar y molestas. Ya no éramos AD ahora eramos cada una por su lado. El dolor me invadía poco a poco y ella parecía no importarle.

-Hey ¿Que está pasando?- la llame sin pensarlo mucho, la necesidad de sentirme segura me estaba invadiendo.
-Tengo problemas ok. No vengas a discutir conmigo por favor.- me respondió parece que sin pensarlo porque utilizó un tono de voz realmente inadecuado.
-Yo no te llame para discutir, simplemente quiero saber que está pasando son las 8 de la noche y nos hemos pasado el día sin hablar, me molesta que es nuestro segundo aniversario y se vuelve a repetir lo mismo de la vez pasada.
-¡Deja de gritarme!
-¡No te estoy gritando! Eres tú quien lo está haciendo. Relajate mi amor, cuéntame qué está pasando solo quiero ayudarte.
-Pues que me fui de mi casa.
-¿En serio te fuiste de tu casa y no has tenido la simple decencia de llamar a tu novia para decírselo?¿Que tipo de confianza es la que tenemos?
-Ves ya vas a empezar a discutir, yo no sé para que te contesto el teléfono, si siempre terminas regañandome y cuestionadome.

A, estaba tomando el camino equivocado y estaba haciendo que mi mente pensará muchas cosas, obviamente debía estar bajo mucho estrés y lo entiendo pero porque no contar conmigo si soy la persona que ella eligió, y que lleva eligiendo durante dos meses. Ese comportamiento era inapropiado pero debía tratar de relajarla aunque yo también estuviera muy molesta.

-Mira, no vamos a discutir, no te llame para eso. Trata de calmarte y explícame que paso con tu mamá y dime ¿Cómo te sientes y dónde estás ahora?.-le respondí inteligentemente
-Mi mamá nunca va a aceptarme como soy, me golpeó porque le dije que te amaba, es muy duro para mí pasar por todo eso, no aguantaba más. Me siento bastante triste, tuve que dejar sola a mi hermana y no me gusta que mi pequeña este solita. No te preocupes estoy con mi papá en su casa, él va a cuidar muy bien de mi, estoy segura.
-Pero, ¿Piensas regresar a tu casa cierto?
-No, cuando me voy, nunca más regreso.

Note que su voz seguía ocultando algo y me percate que no quería contarmelo, no quería hacerla sentir peor pero estaba tratando de entender su comportamiento tan irracional de no contarme ya nada de lo que le pasaba en su vida.

-A,¿ Que más está pasando, puedo notarlo en tu voz?
-Pues que también me fui porque mi padrastro estuvo mirándome mientras me vestía dentro de mi cuarto, lo ví detrás de la puerta y se lo conté a mi mamá y no confío en mí, decidió creerle. Además he tenido muchos problemas con Vanessa y Sofía, poco a poco me he dado cuenta que estoy sola, que no tengo amigas y que mi familia también me deja sola.

Saber todo lo que estaba pasando me llenaba de coraje, estoy segura que eso no era un suceso de poco tiempo, esto había estado pasando mucho tiempo atrás y no me quería contar absolutamente nada. Estamos llevando una relación sin una pizca de confianza y solo podrá saber Dios todas las cosas que le suceden que no llega a contarme. Lo mejor era terminar, no se puede mantener una relación sin confianza, esperar unos días era lo más prudente no quería hacerla sentir tan mal porque precisamente sabía que eso le dolería aún más.

Tomar la decisión de terminar con la única persona que a logrado hacerme feliz, fue lo más difícil que había vivido en mi vida. Lágrimas corrían por nuestros ojos cuando decidimos hacer "nuestra última" videollamada, no podíamos tan siquiera mirarnos, no podía sostenerle la mirada. Lo único que se me ocurrió decirle fue: *ADIÓS*

Ella entre lágrimas y suspiros se detuvo a decirme:
-No te vayas D, yo te amo, y te necesito.

Corrió una sensación extraña por mi cuerpo al escucharla decir eso, joder, nunca había sentido tanta sinceridad en sus palabras, pero en ese instante logré mirarla y pedirle que me explicará que estaba pasando con nosotras, con nuestra relación, no podía hablar, solo lloraba, fue muy emocionante para mí sentir que mi chica tenía miedo a perderme para siempre.

-Perdóname, lo arreglaré, lo prometo!! No te vayas- pude lograr escuchar aquella noche.

-Es nuestra última oportunidad- le respondí.

Automáticamente se dibujo la sonrisa más hermosa que jamás había visto en su rostros, llena de amor y sentimientos. Secó sus lágrimas y se detuvo a observarme por unos minutos.

-Perdóname, en serio, estás bien?- replicaba aún sollozando.

-Tranquila amor, solo fue un poco de dolor!!- contesté.

In The DistanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora