"Te prometo que quiero recorrer el mundo contigo y que viajaremos todo lo que podamos".
"Los domingos cocinaré yo, pero sólo si luego me dejas ver esas pelis que tanto me gustan".
"Prometo que nunca nos iremos a dormir enfadados y haré todo lo que pueda para desenfadarte siempre".
"Prometo intentar que cada día sea una nueva aventura y hacerte alguna mini sorpresa."
"Prometo escribirte cada día un post-it diciéndote algo bonito".
"Prometo dormir abrazados, aunque se me duerma el brazo".
"Prometo no ocupar tu lado del armario e invadir tu espacio".
"Prometo tener paciencia y no enfadarme cada vez que veo tu ropa tirada por la casa".
"Prometo quererte con tus defectos, tus manías y esas pequeñas cosas que me sacan de quicio pero que adoro".
Una alarma sonó en la habitación despertando a la persona que se encontraba pacíficamente dormía en la cama. Era un sábado por la mañana, el sol brillaba en su esplendor, los pájaros cantaban y las abejas zumbaban. Juan levanto un poco la cabeza para saber el origen de la alarma, puesto que él había desactivado la suya la noche anterior. Parpadeando un poco, pudo visualizar que era su celular con el tono de llamada determinado que tenia para su hermana, bufo para dejarse caer su cabeza nuevamente en la almohada, pretendía dormir todo el día y nada ni nadie arrumaría sus planes. Pero nuevamente el celular sonó y para Juan fue una señal para levantarse y contestar a su hermana.
-Vaya creí que tendría que llamar muchas veces para que me contestaras-dijo Romi algo molesta.
-Lo siento, estaba durmiendo ¿Qué paso Romi? –
-Solo llamaba para saber si estabas bien, ya que hoy es...su aniversario-
Esa palabra fue como un valde de agua fría para Juan, quien miro el calendario que colgó en su puerta y efectivamente ese sábado soleado, era su aniversario de bodas. Pero a diferencia de otras personas que esperaban ese día con ansias o lo olvidaban y hacían lo que fuera para compensarlo, para Juan era un día gris.
***
Juan salió a correr en domingo ¿Y por que en domingo? Fácil no tenía planes y no sabía qué hacer, así que decidió ir a correr un poco por los alrededores donde se encontraba su departamento. Finalmente, cuando estuvo satisfecho y un poco cansado decidió volver al edificio, y por aquella ocasión decidió ir por el elevador. Cuando iba a tocar el botón para llamar al elevador su mano toco otra, rápidamente la quito para mirar al dueño de aquella mano y disculparse, pero ninguna palabra salió de su boca.
-Lo siento ¿Quieres tocar tú el botón? -Dijo aquel hombre de ojos cafés. Juan no sabia que decir se había quedado mudo al ver al hombre frente al él, entonces las puertas de un elevador se abrieron, las personas que estaban dentro salieron y el hombre extraño entro. Juan no sabia que hacer ¿Debía entrar o esperar al otro elevador? - ¿Vas entrar? -sonrió. Si la sonría era un hechizo, entonces ese hombre era un brujo, porque entro al elevador. ¿Por qué se sentía nervioso? Ya ha estado con hombres antes ¿Qué es diferente ahora? - ¿Qué piso? –
-16, por favor-el hombre apretó el botón con el número que él dijo y después apretó el botón con el numero 14, dos pisos debajo de él ¿Por qué no lo había visto antes?
-Me llamo José María, pero puedes llamarme Shema-le extendió la mano en forma de saludo.
-Yo me llamo Juan Carlos, pero puedes llamarme solo Juan-Correspondió el saludo y se escuchó una pequeña risa por parte del contrario. Las puertas del elevador se abrieron y Shema salió de este.
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Historia de un amor-Oneshot
Historia CortaLetra de la canción en la que me inspire en hacer este Oneshot Historia de un amor - Pedro infante Ya no estoy más a tu lado corazón En el alma sólo tengo soledad Y si ya no puedo verte Porque Dios me hizo quererte Para hacerme sufrir más Siempre fu...