[《non sono mai stati buoni》] [Yaoi] [LUCA × ALBERTO ]

×[Capítulo 3]×

darei qualsiasi cosa per te
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Alberto acomodo al menor sobre el piso arenoso de la cueva. Sonriendo de lado ante la ternura de su contrario, Bajo la mirada notando de reojo algunas marcas en los brazos  de Luca lo cual lo hizo voltear por completo y mirar mejor.

En sus brazos  destacaban algunos moretones, unos grandes otros no tanto, seguido de su cola la cual estaba reposando sobre la arena, viéndola bien. Parecía estar algo golpeada.

- ¿que te hicieron luca?..- susurro, no podía dejar de imaginar las cosas por las que tuvo que pasar su amigo. Y siendo sincero, odiaba verlo así. Herido,maltratado-  no dejaré que algo así te pase de nuevo - se juro a si mismo -

Luca por otro lado dormia plácidamente. O eso parecia. De vez en cuando soltaba una que otra risa moviedoce y removiendo la arena. El mayor decidió dejarlo tranquilo mirándolo por última vez antes de nadar fuera de la cueva.

No pudo evitar tener algo de precaución al salir, primero se asomó y luego miro arriba apreciando el hermoso manto estelar nocturno, si para su suerte ya habia anochecido,  Suspiro aliviado al no notar ningún rastro de humanos.

- silencio Bruno- se dijo internamente-  de noche será más difícil que me vean -afirmo-   sólo buscare algo de comer  no sera tan difícile - suspiro pesadamente, se sentía culpable por todo. En realidad, se sentía el culpable de todo lo que estaba pasando- no tardaré..

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parlare o no?

Es muy adorable lo que este pueblo intentaba - coloco sus manos sobre los hombros de la peliroja- una lástima que esas criaturas solo sean una  amenaza. - cerró sus manos apretando los hombros de la joven quien se quejó ante el leve dolor-

- ¡DEJALA!

Cuando decida hablar señor, uh como  dijo? -solto una carcajada bastante incómoda para cualquiera que estuviera serca -  señor Massimo -paso su mano por la cara de la joven- si no... -dio una señal con los dedos provocando que los soldados dispararan al techo-

Giulia cerro sus ojos ante el ruido y el miedo que las armas le generaban. Por otro lado Massimo forcejeo para soltarse de la silla donde estaba atado.

- no,no. ¿que intenta? - sacó su arma apuntadole a la chica justo en la cien- dejaré de ser amable si la situación lo Amérita. Ahora quietecito