Capítulo 4

58 15 2
                                    

—Señorita Myller la felicito por sus buenas calificaciones, al parecer se está tomando en serio los estudios. —dice el profesor Albert dándome mi examen de Mates.

Le agradezco a Gwen porque ha insistido mucho en mis estudios, sino fuera por él seguro de que suspendía.

Me giro hacia atrás donde él está sentado y le digo en voz baja "gracias", él me saca su dedo pulgar de bien echo. Nos hemos vuelto buenos amigos en este tiempo, no era tan arrogante como pensaba, era verdad aquella frase que dicen mamá, de no juzgar a las personas sin antes conocerlas. Él era buen chico, espero que nuestra amistad continúe, aunque ya tuvimos nuestra primera pelea de amigos, por dejarlo solo con Samanta el día de la fiesta en casa de Alex.

Al fin terminan las clases y salgo del salón en busca de Natalia por los bancos del pasillo, siempre a la salida nos encontrábamos ahí, ahora se encuentra con su novio en nuestro lugarsito de encuentro, al parecer me ha cambiado tan rápido por un hombre, que decepción. A veces soy un poco dramática

—Hola chicos! —digo saludando a ambos

—Oh! Hola Emi —responde Alex con cortesía

—Que esperamos chicos, ¡vamos! —digo apresurada. Quiero llegar a casa —En estos últimos días Alex nos ha estado llevando a casa, bueno a casa de su novia, yo me quedo con Naty y luego camino hasta la mía que solo está a una calle, siempre hemos vivido cerca.

—Estamos esperando a Dawson —dice Naty con cara de cómplice mirando a Alex

—¡A Dawson! —digo sorprendida. Ahora él también nos recogerá

—Si, él salió con el auto de Alex y estamos esperando que pase a buscarnos

Me siento en el banco de al lado y tomo mi teléfono para entretenerme mientras Dawson llega, no quería irme en autobús. Pasa media hora cuando el teléfono de Alex suena y lo escucho decir que ya vamos. Ambos se paran y luego yo. Al fin nos vamos, ya no aguantaba ver a estos dos apapachandose

—Vamos al estacionamiento, mi primo nos espera allí —dice Alex guardando su móvil en un bolsillo del pantalón

Vamos a unos pocos metros de distancia y puedo distinguir la figura de Dawson, se ve muy bien, lleva puesto unos shorts blanco por la rodilla y una camisa del mismo color, su pelo esta desordenado y lleva puesta unas gafas, estamos a unos pocos días del verano.

Él saluda a todos pero su mirada se posa solo en mi, haciendo que luzca aún más nerviosa.

Alex sube al asiento del copiloto y Naty va atrás conmigo, en un instante que subo al auto puedo sentir el olor a perfume caro impregnado en mi nariz, huele muy bien, quisiera que mis fosas nasales olieran esto de por vida

Llegamos a casa de Naty y Alex baja con ella y yo intento bajar también pero Dawson habla:

—¿Si quieres puedo llevarte a casa? —mira el espejo retrovisor para ver mi cara, la cuál me imagino que estaba roja como un tomate

—No te preocupes, vivo en la otra calle —apunté con mi dedo señalando hacia el frente

—Insisto —no llegó a terminar la palabra y enciende el auto y salimos —¿Dónde vives?

—Ya veo que no tengo salida —sonrío y le muestro donde es.

Mientas conducía, pude ver en su mano izquierda una pulsera negra con una estrella plateada, era muy linda, no la había notada cuando estábamos en la piscina, quizás tenga mucho valor para él

—¡Que linda pulsera! —le digo mirando su mano

—Si... me la regaló mi madre, al parecer no eres la única que le gustan. —dice con su mirada al frente

Un Amor De ConstelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora