Capítulo 11

49 14 0
                                    

—Naty déjame en paz. No quiero hacerlo

-—Vamos! Sé que puedes

—No quiero hacerlo. Soy muy jóven para morir

—Mi amiga rueda los ojos —Si lo harás, no seas dramática.

—Noooo; no quie...

Siento unas manos sacudir mi cuerpo y una voz que se escucha de lejos. Me despierto sobresaltada al sentir una voz chillona gritar en mi oído.

—Emiiii, despierta

—¡Que! Espera —digo confundida —No estábamos en... —dejo salir un suspiro

—Cariño, seguro estabas soñando. Por la cara de asustada que tenías mientras dormía, no parecía ser bueno.

Uff que alivio. Solo fue un sueño, o mejor dicho una pesadilla, unos minutos más y me hubiese suicidado en mi propio sueño. Natalia me obligaba a tirarme de un despeñadero, unos de sus sueños sicópatas era practicar paracaidismo. Espero que nunca tengamos que cumplirselos, o estar en ese momento al otro lado del mundo.

Regresando a la normalidad, me pregunto que hace mi mejor amiga tan temprano aquí, espero que no sea una de sus paranoias con su novio. Lleva días diciéndome que Alex siempre está ocupado, y que no tiene tiempo para ella.

—¿Se puede saber que haces aquí tan temprano? —le digo mirándola fijamente

—Emi, necesito tu ayuda —dice preocupada

Me paro de la cama para ir al baño mientras que ella me contaba detalladamente su plan, no estoy de acuerdo, pero es mi mejor amiga y haría todo por ella, menos tirarme de un paracaídas.

//

—Naty creo que vamos muy cerca. Deja que se alejen un poco

—Tranquila. Este es el coche de mi madre, él no lo conoce. —dice mientras que sus ojos siguen fijos al coche de Alex

Íbamos detrás de ellos, parecíamos espías de James Bond, mi mejor amiga no estaría tranquila hasta saber en qué anda su novio, y yo como siempre apoyándola en sus locuras. Pero a decir verdad ahora me intriga un poco la situación, Dawson va con él, lo vimos salir de la casa y subirse los dos juntos al coche.

Después de seguirlos por todo el pueblo, se estacionan en un restaurante muy lujoso, cuando vemos que ambos chicos entran al lugar, Natalia sigue el mismo camino y estaciona el coche cerca. No puedo creer que Alex esté saliendo con otra chica y Dawson lo esté apoyando.

Miro la cara de mi mejor amiga y veo su rostro triste, creo que está pensando lo mismo que yo. Esperamos cinco minutos y decidimos bajar y entrar al lugar.

—Tranquila, seguro es un asunto de familia —le digo para animarla un poco, y ella parece tomarlo bien. —Cambiando de tema, creo que será imposible que nos reconozcan con éste disfraz —le digo mientras miro lo que llevamos puesto.

A ella se le ocurrió la brillante idea de disfrazarnos para que no nos reconocieran, llevamos puesta una ropa negra que parecíamos cómo lo dije antes, secuases del agente 007, y unas gafas negras para ocultar el rostro, con esto darlo por seguro que llamaríamos la atención de las personas.

—¿Que hacemos? ¿Reservamos una mesa? —le pregunto, era obvio para poder entrar

—Si. Hay que arriesgarse —habla decidida

—Espero que la policía no venga a buscarnos por no pagar, pensarían que somos ladronas con esta vestimenta, o peor, que tengamos que limpiar platos el resto de las vacaciones para pagar.

Entramos al living del restaurante para pedir una mesa de dos personas. Todo esto se me muy caro y lujoso, no traíamos suficiente dinero para consumir, espero que no nos obligen a comer nada. Escaneamos todo el lugar, pero no hay rastro de los dos individuos.

Estábamos a punto de dudar que era aquí donde habían entrado, cuando vemos a Dawson salir de un local, pero no nos vió, estaba muy concentrado en lo que el otro hombre le decía. Parecía que llevara unos papeles en la mano y la otra persona le iba mostrando partes del lugar, como si le estubiese enseñado algo.

—Perdón señoritas. ¿Que desean pedir? —dice el camarero todo elegante y educado con una mano detrás.

No teníamos intención de comer nada, y mucho menos en este lugar, pero si queríamos permanecer aquí, teníamos que hacerlo.

—Puedes regresar en unos minutos. Es que no hemos visto la carta aún —le respondo y nos observa un poco raro, pensará que somos ladronas, de seguro pensó "no me fío de estás dos"

—Como deseen —dice y se retira

Tomo la carta que está en la mesa y mi rostro empieza a ponerse pálido en cuanto veo los precios

—Con estos precios, puedo alquilar un apartamento

—Dame. Déjame ver —Natalia me quita la carta y comienza a leerla.

Creo que lo mejor será pedir agua o huir. Ella sigue buscando entre toda esa comida la más barata. Solo veo de parte de ella muecas

—Hongos Matsutake —¿Qué es eso? Que asco, hongos! Ni loca me comería esa cosa por muy fina que sea —dice mi mejor amiga

—¿Te decidiste ya? —le pregunto ansiosa

—Aún no, creo que tendremos que pedir algo y llamar a mi padre que venga a pagarnos, porque Javi salió con su amigo y no está disponible para nosotras

—Pues decídete rápido porque ahí viene el camarero

—¿Ya puedo tomar sus pedidos? —dice el señor

Natalia y yo nos miramos porque aún no teníamos nada y el nerviosismo me da por decir una tontería:

—Pues sírvenos dos pizzas y dos vasos de agua, por favor

—¡Pizza! —Susurra mi amiga dándome una patada por debajo de la mesa.

—Señoritas, aquí no ofertamos pizza, pero si quieren pueden ir a la cafetería que está en frente, allí venden.

—Disculpe Señor, fue una broma, es que mi amiga está muy bromista últimamente —dice Natalia muy apenada. —Sírvenos dos langostinos a la cayeye

—¿Solo eso? —dice el camarero

—Si

El camarero se va a la cocina y me doy un trago de agua para calmar los nervios y la verguenza que acabo de pasar

—¿Como se te ocurre pedir pizza? Y el agua es gratis, tenemos en la mesa. Acabas de darte un trago —dice mostrándome las copas

—No me dejaste terminar de leer la carta, que querías que hiciera —le digo obvia —¿Y porque pediste eso? ¿Cómo se te ocurrió?

—Es lo bueno de ver novelas y programas de cocina —dice muy orgullosa de si misma. Me gusta ver programas de cocina pero aún así no se me hubiera ocurrido eso

Mientras esperábamos nuestros langostinos, que espero que estén buenos tal y como lo dice Natalia, seguimos mirando todo el lugar en busca de algo, pero nada, ningún rastro de Alex y nada que pareciera sospechoso.

Llama nuestra atención dos señores muy elegantes que llegan al restaurante y se conducen al local de dónde había salido Dawson, uno de ellos es conocido para mi amiga.

—Espera un momento! Ese es el papá de Alex —dice Naty dirigiendome con la mirada a uno de los dos Señores, ambos son altos pero el que me señaló mi amiga es más exuberante, por así decirlo o más bien gordito —Y seguro el otro es el hermano, el papá de Dawson —dice refiriéndose al más esbelto

—Que estarían haciendo ellos aquí con sus hijos. Esto se está poniendo interesante —digo tocandome la barbilla

—Creo que esto no se trata de ninguna chica —dice mi amiga y a la ves deja salir un suspiro

—Creo que iré al baño a ver si consigo escuchar algo.

—Ok. Cualquier urgencia llama

—No te preocupes voy a retocarme el maquillaje —dije como en las pelis que he visto de personas ricas

Un Amor De ConstelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora