Hola, mi nombre es Sofía y esta es mi historia.
Crecí en una familia millonaria, rodeada de lujos, y a pesar de eso mi apariencia no se asemejaba a lo que poseía, siempre cargaba el cabello suelto, vestidos holgados y mis lentes; papá trabaja casi todo el día y mamá... Bueno, ella ya no está con nosotros.Erick, es una chico muuuuy guapo que vive con nosotros desde muy pequeño, es hijo de una de las señoras de servicio, prácticamente nació en la familia y papá lo adoró desde el primer momento en lo vió (siempre quiso un varón), papá le pagó el colegio y lo trataba como un hijo más, bueno a decir verdad a el lo trataba mucho mejor que a mi, pero no me desagradaba, al contrario, seguía a Erick a todos lados, era mi amor platónico, aunque el jamás me vió como algo más que... bueno, ni como hermana, nunca le agradé mucho y eso tampoco me importaba, siempre he sido muy insistente y quería gustarle a pesar de todo; me había convertido en alguien capaz de obedecer y escuchar cualquier petición que tuviese Erick, prácticamente estaba viviendo para él y nadie más.
Muy temprano por la mañana de un lunes me preparaba para ir al colegio, como de costumbre salí corriendo al cuarto de Erick a despertarlo, entré despacio, acercándome hacia su cama.
-Es tarde!!!! despierta!!!-
Grité mientras sacudía sus hombre, y de inmediato recibí una mirada asesina de su parte.
-Deja... de hacer... eso!!!!!!-
Gritó frente a mi cara.
-cuantas malditas veces te he dicho que no entres a mi habitación a gritar maldita sea!!!-
Me alejé unos cuantos pasos mientras enredaba mis manos y le sonreía, la verdad me encantaba de todas maneras, verlo feliz, enojado, de cualquier manera, era placentero para mis ojos; pero no se puede ignorar una cara tan enfadada.
-vete que voy a bañarme-
De inmediato me senté en el filo de la cama.
-y si te espero hasta que te bañes?-
Respondí muy alegre, a lo que él sin emitir palabras me tomó del brazo y jalones me sacó de la habitación tirando la puerta en mi cara.
-uy que mal humor-
Murmuré y fui a tomar mis cosas para bajar a desayunar.
-Buen día Amelia, como amaneció?-
Saludé a la mamá de Erick mientras abría el refrigerador en busca de algo que picar.
-Buenos días señorita sofía, por favor siéntese que ya le sirvo el desayuno-
-tan divina como siempre, enseguida me siento-
Amelia me regaló una gran sonrisa y comenzó a servir nuestros platos.
-Buen día Amelia-
Una voz gruesa y seria inundó el comedor, mientras me tomaba de una de mis orejas para jalonearlas.
-auch... papá...ay-
-vi a Erick muy molesto, seguramente es tu culpa, te he dicho mil veces que no lo molestes, ya eres muy grande para estos jueguitos tontos-
-s..si lo siento, sueltame por favor...-
Enserio me estaba lastimando, cuando se trata de Erick papá no es flexible para nada.
-Amelia, sírveme enseguida que me tengo que ir a la empresa-
-si señor enseguida-
-Buenos días mamá, buenos días señor-
-Buen día Erick-
Papá sonrió al ver a Erick entrar al comedor, algo que no hacía conmigo. Todos terminamos de desayunar y papá se retiró enseguida, Erick se levantó. tomó sus cosas y enseguida salió, sin dudarlo dejé mi jugo y salí corriendo detrás de él.
-espera!!!... Erick... espera!!!-
Gritaba mientras corría.
-hasta que te alcancé, por favor camina un poco despacio, me cuesta seguirte el ritmo-
-no se por qué tengo que ir contigo todos los días, decidí caminar hasta el autobús para no viajar contigo en el mismo auto, pero es como una garrapata, pequeña, fastidiosa y me enfermas-
Lo miré algo dolida, ya que jamás me había dicho algo tan grosero.
-lo...lo siento, pero me gusta estar contigo, me siento cómoda...-
-pero yo no, no me gusta que me vean contigo, eres patética, todo el mundo piensa que eres mi novia, cuando es obvio que jamás, jamás!!! saldría con alguien luciendo así-
Llegamos a la parada de autobuses y no tenía palabras en mi boca, supongo que Erick se sentía muy sofocado, y supongo que tenía razón, toda mi vida he estado sobre él, pero es algo que ya no depende de mi, solo quiero gustarle tanto como el a mi. Enseguida el bus llegó.
-No quiero que te sientes conmigo, aléjate de una vez por todas-
Murmuró Erick en mi oído justo antes de subir, lo miré con algo de tristeza y subí detrás de él, pagué mi pasaje y mientras veía que caminaba hasta el final, no sabía que hacer, mi cerebro me decía que tome un asiento delantero, pero mi corazón me suplicaba que lo siga; y ahí vamos de idiotas, a seguirlo y sentarme a su lado.
-maldición Sofía, no tienes dignidad? estoy por llegar a mi límite de ti-
Creo que por primera vez sentí vergüenza de mis acciones y lo único que pude hacer el abrazar muy fuerte mi mochila y tomar uno de los asientos dos filas más adelante y esperar que lleguemos a la escuela.
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CRAQUELADO
Teen FictionSofía, una chica de bajo perfil, adinerada, enamorada de Erick desde muy pequeña. Debido a la ausencia de cariño y constantes maltratos de su padre se ve envuelta en el mundo de BDSM con su amor unilateral. Sofía, 17 años. Erick,18 años. Romina,18 a...