Romina era hermosa, tenía un cabello precioso y un cuerpo magnífico, me acerqué a saludar y antes de poder decir algo, su perfectísima voz resonó en mis oidos.
-Hola, tu debes ser Sofía, correcto?-
-Ho...hola, si soy yo- le respondí de inmediato con una agradable sonrisa, y algo nerviosa.
-ya veo, eres tal cual me han hablado tu papá-
Una sonrisa un tanto burlona salió de sus labios y no sabía como reaccionar.-emm... Jeje...-
-supongo que tu papá te avisó que venía? me ayudas con mis maletas y me enseñas mi habitación?-
No me lo podía creer, me estaba ordenando y en mi propia casa. Me quedé atónita, miré a Erick quien también bajaba de casualidad esperando respuesta alguna pero solo me topé con una sonrisa de que le agradaba mucho la presencia de Romina.
-déjame mostrarte tu habitación-
Le sonreí levemente mientras caminaba con la intención de que me siga.-esta de aquí será, al frente se encuentra la mía y a tu izquierda la de Erick, siéntete como en tu casa, me retiro-
Quería escabullirme lo antes posible, así que solo me encerré en mi habitación y no volví a salir.~unas cuántas horas más tarde~
Decidí esperar a papá en su habitación, quería hablar con él y contarle lo sucedido. Escuché unos pasos y apagué la luz para darle una sorpresa. Escuché abrir la puerta y enseguida encendió las luces.
-que rayos...- exclamó con una cara de espanto.
-hola papá, te estab...-
- eres idiota o algo así, o pretendes matarme también?-
La sonrisa con la que lo había saludado se desvaneció.
-n...no papá, perdón, yo solo... Quería hablar contigo de la nueva chica-
Sentí su mirada fulminante atravesar la mía, lo que me hizo tragar saliva y desvíar mi mirada.
-tienes alguna queja de Romina?-
-si, es que cuando llegó...-
-te voy a aclarar algo, y espero que esta vez no sean palabras en vano, no me interesa si te sientes incomoda con su presencia, no me interesa si te insulta, no me interesa si no puedes llevarte bien con ella, no me interesa tu vida, ni lo que hagas con ella, regreso cansado de trabajar a diario, y tu lo único que haces es gastar y vivir de parásito en mi casa...-
- pero papá, yo evito gastar dinero, a menos que sea para cosas personales, así que eso es menira!!!-
No tardé en reaccionar que grité y sin darme cuenta su mano ya estaba en mi cabello.
-te lo advertí, te dije que no iba a soportar una insolencia más de tu parte-
-auch, pa...pá, no...-
Me tomó con fuerza fuerza del cabello y sin decir una palabra estrello mi cara contra la pared, sentía la sangre chorrear desde la nariz hasta mi boca, solo podía expresar pequeños gemidos de dolor que salía de entre mis labios medio abiertos.
-estoy cansado, si no tienes nada más que decir, deja de hacerme perder el tiempo y lárgate, que me estresa verte-
Solo asentí con la cabeza y me retiré a mi habitación, me dirigí al baño y enjuagué la sangre de mi cara, tomé una toalla y sequé de mi rostro el agua y las lágrimas. A veces solo quisiera que papá me escuche sin enojarse... A veces quisiera que actúe como un papá al menos una vez en la vida.
Al día siguiente.
Acababa de despertar, sentía dolor en mi cara, tome un ungüento y lo apliqué en la nariz, tomé un par de pastillas y me cambié de ropa, el día estaba perfecto, tal como se espera de un domingo. Bajé a la cocina y me encontré a Erick preparando el desayuno.-Buenos días-
Lo saludé con mi voz somnolienta y una pequeña sonrisa. Pero solo recibí una respuesta fría.-hola-
Ni siquiera me miró para responder, pero ahí voy de terca.-se ve delicioso, pero no crees que no es suficiente para 3 personas?-
Claro, asumí que había preparado el desayuno para los 3 ya que papá no de encontraba en casa y Amelia salió con sus amigas ya que era su día libre, pero recibí una mirada algo confundida.-es obvio, es para dos personas-
-emm... Romina no desayuna?-
Erick azotó fuertemente el cuchillo sobre el mesón y con una cara de fastidiado me respondió.
-por qué mejor, en vez de perder el tiempo, te preparas tu propio desayuno y dejas de molestarme-
-yo... Lo siento-
Mis mejillas se tornaron rojas de la vergüenza, y tomé queso, y pan. Me preguntaba, que es lo que me hizo creer que él prepararía comida para mi? Debí verme muy patética. Erick terminó de cocinar, sirvió dos porciones y subió a la habitación de Romina.-que agradable domingo-
Susurré sarcásticamente, mientras me preparaba para pasar un patético domingo más en mi vida.
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CRAQUELADO
Teen FictionSofía, una chica de bajo perfil, adinerada, enamorada de Erick desde muy pequeña. Debido a la ausencia de cariño y constantes maltratos de su padre se ve envuelta en el mundo de BDSM con su amor unilateral. Sofía, 17 años. Erick,18 años. Romina,18 a...