Acaban de llegar las vacaciones y como de costumbre armamos viaje a la playa, terminamos de guardar el equipaje en el auto, y emprendimos nuestro viaje, papá se veía muy contento con Erick a su lado, mientras que atrás el escenario era otro, Romina me ignoraba por completo, e incluso parecía que le fastidiaba mi existencia, solo observé y no emití palabra alguna en todo el trayecto; llegamos al hotel y nos dirigimos a nuestras habitaciones.
-que estará haciendo Erick-
Susurré en mi habitación con una pequeña sonrisa.
-creo que hace mucho no lo visito, iré a molestarlo un momento-
Bueno, las malas ideas jamás dejan de surgir en mi cabeza, así que fui a su habitación y entré lentamente, él se encontraba de espaldas con un collar hermoso en su mano mientras hablaba por teléfono.
-... si, lo conseguí, creo que se vería muy bien en su cuello con esa piel tan hermosa-
Supuse que se lo iba a regalar a alguien, pero quería saber a quien, así que esperé que colgara.
-Me lo darás a mi?-
Pregunté con una sonrisa mientras veía voltear su cara de espanto hacia mi.
-demonios Sofía, volviste a tus malos hábitos-
frunció el ceño.
-perdón, solo quería ver que hacías... por cierto para quien es ese collar? me lo regalarás?-
Intenté bromear un poco con él pero vi su mirada pasar de pies a cabeza y reírse.
-es para Romina-
-por que?-
Me miró algo confundido.
-como que por qué?-
Lo miré con una mirada dolida, pensé que solo eran buenos amigos.
-por qué ella? por qué no yo? llevo años intentando que te enamores de mi y una recién llegada captó tu corazón sin ningún esfuerzo? que tiene ella que no tenga yo?-
Lo se, lo se, una estúpida pregunta, era obvio lo que ella tenía que yo no, pero solo salió de mi boca al igual que las lágrimas de mis ojos.
-enserio me preguntas eso?-
Con un tono de voz enojado me tomó del brazo y me jaló hasta pararme frente a un espejo, me sorprendí ante lo que hizo... sabía que nada bueno iba a resultar de esto.
-solo mírate, no eres bonita, no tienes gracia...-
Solo pude agachar la cabeza, mi cara estaba completamente roja, quería esconderme y no salir nunca más, pero su mano tomó mi quijada y me obligó a mirar en el espejo, vi sus ojos llenos de furia y desprecio.
-mírate bien, no hay nada bueno en ti, ni siquiera tienes buen cuerpo, el traje de baño te queda fatal ya que no tienes con que rellenarlo, quien podría fijarse en ti, todas tus acciones cuentan como acoso, eres tan patética-
solo podía ver mis lágrimas correr por mis mejillas.
-lo... sien...to, lo siento... mucho-
Erick soltó mi brazo y me empujó.
-es lo único que sabes hacer, disculparte y disculparte, solo aléjate, no me importa lo que te pase, no importas, entiende de una vez, eres tan patética rogando a un hombre-
Limpié mis lágrima y con la cabeza agachada salí de la habitación.
<Perspectiva de Erick>
Vi a Sofía salir del cuarto mientras lloraba, creo que fui demasiado cruel, pero si no me pongo firme jamás me dejará en paz; me cambié de ropa y de inmediato me dirigí a la playa, me senté bajo la carpa y empecé a aplicarme bloqueador solar, no pasó mucho y Sofía también llegó con un vestido de playa que le cubría todo, supongo que fue por lo que le dije, pero bueno, solo fue la verdad, le hago un favor.
-me colocas un poco a mi también?-
Escuché la dulce voz de Romina detrás de mi.
-Por supuesto, siéntate para colocártelo-
<Perspectiva de Sofía>
Tenía mis ojos enrojecidos de llorar y ahora me toca presenciar la escena del chico guapo poniéndole bloqueador a la chica bonita, de verdad me sentía tal cual me lo dijo, patética.
-Bien muchachos, ya dejé pagando la estadía y la comida en el hotel, cualquier cosa que pidan recárguenlo a mi nombre-
-muchas gracias señor-
-gracias papá-
Papá se sentó en la arena, de verdad estaba necesitando un abrazo, así que me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su hombro, pero recibí un empujón intentando alejarme.
-que crees que haces? te estás poniendo sentimental? buscas algo de amor?-
Dejó salir una carcajada, mientras yo solo agaché la mirada.
-ridícula...-
Observé a Romina y a Erick, en efecto, me estaban observando, que vergüenza, como se me ocurre hacer algo así.
-perdón papá...-
-si si, como sea, iré a sumergirme en el mar-
Me levanté, limpié la arena del vestido y regresé a mi habitación a pensar en lo sucedido. Mis vacaciones se volvieron un infierno, jamás había notado que mi cuerpo se veía tan mal, jamás había buscado un abrazo de papá, tenía que solucionar esas pequeñeces para ya no incomodar a alguien más.
ESTÁS LEYENDO
CRAQUELADO
Teen FictionSofía, una chica de bajo perfil, adinerada, enamorada de Erick desde muy pequeña. Debido a la ausencia de cariño y constantes maltratos de su padre se ve envuelta en el mundo de BDSM con su amor unilateral. Sofía, 17 años. Erick,18 años. Romina,18 a...