Día 1. First years / First kiss

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Night Raven College. A Vil no le había sorprendido la llegada de la carta que confirmaba su aceptación en la escuela, desde muy pequeño había sido obvio que poseía dotes mágicas y un talento natural para la creación de pócimas e incluso venenos. Lo que sí le pilló por sorpresa fueron las miradas indiscretas que había estado recibiendo por parte de los demás alumnos desde que salió del carruaje que le dejó a las puertas. Ni siquiera había comenzado la ceremonia de inicio y ya se había convertido en la comidilla del colegio. Podía escuchar perfectamente a estudiantes de primer año como él hablando de que Vil Schoenheit iba a ser su compañero de clase, y también a otros de cursos superiores hacer comentarios respecto a su apariencia.

En general, no tenía problemas soportando los susurros a su alrededor, pero aquel era un día especial. Se encontraba en Night Raven College, iba a convertirse en uno de los mejores magos de su generación, lo último que le apetecía era que una ocasión tan importante se estropease por culpa de unos cuantos que eran incapaces de contener sus lenguas. Por ello, dio media vuelta y abandonó la sala del espejo. No había sido nada profesional, era consciente, pero todavía faltaba alrededor de media hora para que diese comienzo la ceremonia y quería recuperar la calma.

Una de las ventajas de que casi todo el mundo estuviese ya reunido en la sala del espejo era que el resto de la escuela estaba vacío. Le habría gustado explorar un poco, siempre había sido alguien curioso y dispuesto a hacer una exhaustiva exploración, sin embargo, aún no estaba familiarizado con el lugar y no contaba con demasiado tiempo, así que prefería no arriesgarse. Se conformaría con bajar a los jardines y ojear un poco las flores y las plantas. Disfrutaba de ver flores y plantas desde que era un niño, le tranquilizaba, y también le ayudaba a conseguir ideas para las cremas y maquillaje que ideaba en su tiempo libre.

Cuando llegó, no obstante, ya había una persona allí. A primera vista, parecía ser mayor que él, quizá por uno o dos años, y Vil tenía la sensación de que pertenecería al dormitorio de Savanaclaw, por sus orejas más que nada. El hombre bestia se giró al oírle llegar. Por los Siete, qué guapo era, era más guapo que muchos actores y modelos con los que había trabajado el rubio. Si le dijeran que tenía delante a un príncipe, se lo creería. Bueno, se lo creería si el otro estudiante no tuviera la túnica ceremonial arrugada y mal abrochada. Se tuvo que contener para que no le saltase un tic en el ojo.

-¿Y tú eres? -cuestionó el hombre bestia.

-Eh... Vil Schoenheit. Soy alumno de primero.

-¿No deberías estar en la sala del espejo?

-Podría hacerte la misma pregunta -replicó el menor, alzando una ceja-. Me fui porque todo el mundo me estaba mirando y hablando de mí, y me agobié.

-¿Por qué cojones estarían haciendo eso? -bufó el mayor.

-Estás de broma, ¿no? -Ante el rostro perplejo del otro, continuó-: Soy Vil, Vil Schoenheit.

-Ya, ya me lo has dicho, ¿y? ¿Tengo que saber quién eres?

-Deberías supongo, soy modelo, actor y tengo un millón de seguidores en Magicam.

-Vale, pues sigo sin saber quién eres -comentó el mayor con indiferencia.

-Algo que tenemos en común -dijo Vil, imitando el tono del otro-. Yo tampoco sé quién eres tú.

-Leona Kingscholar.

No podía estar pasando. ¿Leona Kingscholar? ¿Ese Leona Kingscholar? Al final sí que había resultado ser un príncipe, parecía un chiste.

-Por tu cara, deduzco que sabes quién soy -suspiró Leona-. Te aviso desde ya, no hago amigos y no concedo favores.

-¿Disculpa? ¿Te piensas que voy a intentar aprovecharme de ti? -Vil ahogó una carcajada-. Por favor, no me compares con todas esas patatas que han tratado de ganarse tu favor. No me interesan las relaciones superficiales, ni los hombres que no saben abrocharse la camisa.

LeoVil Week [Twisted Wonderland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora