Haré que me creas

Capitulo IX

-¡Mikasa, Mikasa…!- Eren corría a toda velocidad sin importar que o quien se atravesara en el medio, su necesidad era más grande que cualquier otra cosa. Giró hacia la izquierda chocando con alguien provocando que ambos cayeran.

-Lo siento, no me fijé – Levantó su mirada -. ¡Armin! – Dijo observando al rubio con quien había chocado.

-¡Oh Eren, con que aquí estás! – Dijo sorprendido.

-¿Me buscabas? – Se levantó.

-No, Mikasa salió en tu búsqueda, quería hablar contigo – Le siguió levantándose también.

-¿Ella salió a buscarme? – Dijo sorprendido –. Pensé que aún estaría molesta, corría a toda velocidad porque quería disculparme por todo – Hizo una pausa –. Pero si dices eso es porque ya no está en casa… - Se decepcionó.

-Yo pensaba que ya estaría contigo, ya ha pasado tiempo desde que se fue – Confesó.

-¿Enserio? – Dijo con impresión -. ¿Dónde estará entonces?

-No lo sé, será mejor que la busquemos.

-Sí.
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-M-Mikasa, tranquilízate – Intentó calmarla –. Todo estará bien – Le dijo acercándose a ella –. Vamos a un lugar más calmado…

-Sí… - Le respondió marchándose junto a Sasha.

Minutos después, estaban en la casa de Sasha, pequeña pero cómoda.

-Ya está – Dijo cerrando la puerta -. Ahora sí, ¿podrías decirme que pasó?

-Eren… -Hizo una pequeña pausa-. Él… Ya quiere a otra persona – Le dijo sin más.

-¿De qué estás hablando Mikasa? ¿Acaso él te lo dijo? –Preguntó Sasha quien no entendía bien la situación.

-No, él negó que le gustaba esa chica, pero hoy cuando quería disculparme por una discusión que tuvimos, lo vi con esa chica, abrazados…- Le explicó.

-Oh, Mikasa – La abrazó -. Cuánto lo siento – Intentó animarla pero no le salían mejores palabras.

-Sasha, esto me duele más que cualquier otra cosa, no tengo el valor de mirarlo de nuevo, él era la razón por la que podía hacer cualquier cosa – Sasha dejó de abrazarla –. Lo amo, aún con todas mis esperanzas rotas.
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-¿Dónde estará? – Preguntó Eren sumamente preocupado por Mikasa, él sabía que era una chica fuerte, pero tantas cosas que han pasado y cambiado que ya no sabía que pensar.

-Tranquilízate, seguro está bien, Mikasa es fuerte – Le intentó calmar Armin.

-Eso espero…- Eren miró hacia el cielo el cual empezaba a hacerse gris.

No pasó más de media hora cuando ya las gotas de lluvia empezaron a caer, cada vez haciéndose más fuerte.

-¿Y ahora qué? Nuestras casas están muy alejadas de esta zona, debemos encontrar otro lugar donde esperar a que la lluvia escampe – Dijo Eren.

-Ahora que recuerdo, Sasha vive cerca de esta zona, podemos ir con ella hasta que pase esta fuerte lluvia – Sugirió Armin.

-¡Sí, vamos!

Ambos corrieron hasta llegar a casa de Sasha, Armin tocó la puerta siendo ésta abierta por aquella ya mencionada come papas.

-¡Armin! – Dijo sorprendida al ver al rubio, desvió su mirada observando a Eren - ¡E-Eren! – Dijo nerviosa - ¿P-pero qué hacen aquí? – Les preguntó.

-Buscamos un lugar donde quedarnos hasta que escampe la lluvia – Le respondió Armin.

-Ah, este… bueno… - Sasha moría de nervios, Eren miro hacia dentro de la casa y ahí la vio, a Mikasa, la chica por la que casi se mata buscando preocupado ella aún no se había dado cuenta de que estaba allí.

-¡Mikasa! – Dijo apartando a Sasha del medio terminando de abrir la puerta.

Mikasa al oír su voz volvieron sus nervios, como si su vida estuviera en peligro, prefería en este momento estar exterminando titanes al ver a Eren, si, su situación la llevó a pensar de un modo que nunca deseó.

Eren por su lado se acercó a ella decidido a disculparse por todo lo ocurrido.

-¡Mikasa, yo…! –Fue interrumpido por ella.

-Vete – Le dijo fríamente dejando a Eren desconcertado.

-¿Qué? – Preguntó incrédulo.

-Lo que oíste, quiero que te vayas – Dijo sin más.

-¿Cómo puedes decir eso? ¡Estuve buscándote todo este tiempo para poder hablar contigo!

-No necesito saber nada, los vi, sé que ya has elegido a Misa sobre mí, no necesito que me digas nada, solo vete, ¡Lárgate! – Le dijo empezando a salir lágrimas de sus ojos.

Eren no sabía que hacer en ese momento, había hecho a llorar a Mikasa, no podía perdonárselo.

-¡Mikasa deja que te explique! – Eren tomó el hombro de Mikasa pero esta le rechazo.

-¿Qué no entiendes? ¡Déjame sola Eren! ¡No quiero verte más!

Sus palabras lo hirieron, como si hubiesen clavado un cuchillo en su corazón, como si hubieran quitado parte de su vida.

-Está bien, no te molestaré más – Se destinó a irse del hogar de Sasha adentrándose nuevamente bajo la lluvia, corriendo mientras sus lágrimas salían, se detuvo en un lugar muy alejado y solo. - ¡Maldición! – Gritó dejándose caer en el piso – ¡Soy un idiota! – Golpeó con sus puños el piso - ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! – Casa maldición era otro puño que daba al piso, se detuvo al darse cuenta el daño que se hizo, sus manos sangraban horriblemente, pero no le importaba – Mikasa, lo siento… - Dijo en un susurro dejando salir más lágrimas.