Buena comida y fragancia: la esposa del granjero -Parte 1

Capítulo 141: El hermano Guo está fuera de la vista.

Pensando en Bai Yu y Liu Yikang, Feng Qingjin asintió y organizó con la cabeza a algunas mujeres poderosas. Juntas llevaron a Zhao Liu, que no estaba en peligro de vida pero todavía en coma, y ​​caminaron todo el camino hacia la casa de Zhao Laoguai.

Al ver que todos se habían ido, la boca de Bai Xue se burló, se giró y entró en la habitación.

Las tijeras  están en el espacio, mientras ella no quiera, nadie puede sacarlas.

Es una pena que mis piernas y pies no fueran tan rápidos en este momento, y es demasiado tarde para esconder las tijeras en el otro lado, de lo contrario la gente esperará un rato para encontrar las tijeras en la casa de Zhao Laoguai, y será todo un espectáculo.

Tan pronto como entró a la casa, Bai Xue vio que Guo Ping se había levantado de la cama y lo miró como si fuera a salir.

"Hermana, el hermano Guo dijo que quería salir a buscarte, no podemos evitarlo." Bai Yu agarró la esquina de ropa de Guo Ping, y cuando entró Bai Xue, rápidamente presentó una queja.

"¿Por qué me estás buscando?" Bai Xue resolvió lo de Zhao Liu, y estaba de buen humor, así que cuando vio a Guo Ping, su ira no era tan grande.

"Bai Yu, Xiaokang, salgan a jugar, y su hermana y yo tenemos algo que decir." Guo Ping agitó la mano e indicó a los dos jóvenes que salieran.

Los dos pequeños, asintieron con la cabeza, y luego salieron de la casa.

"Hablemos, ¿Qué quieres que haga?", Dijo Bai Xue mientras ordenaba la ropa de cama que se había esparcido en el borde del kang.

De repente, una gran mano se extendió frente a ella y la voz baja de Guo Ping salió de su oído: "Dame las tijeras".

"¿Qué?" El corazón de Bai Xue tembló, y miró a Guo Ping con atención, solo para descubrir que había una profunda sonrisa en los ojos del otro.

"Deje que encuentren las tijeras en la casa de Zhao. ¿No sería una mejor manera de eliminar sus sospechas?" La voz de Guo Ping es todavía baja y profunda como un viejo imán.

Pero una voz tan magnética hizo que Bai Xue estuviera más alerta en su corazón.

Tal Guo Ping definitivamente no es el tonto que dejo comiendo yema de huevo.

"¿Tú, quién eres?" Bai Xue retrocedió dos pasos, ampliando la distancia entre los dos, pero la sensación de peligro no disminuyó.

Guo Ping sonrió levemente, el espíritu maligno lleno de sabor, "¿Quién soy yo? Podemos hablar de eso más tarde, pero, ¿estás realmente segura de que no necesitas que esconda las tijeras?"

"¿Solo tú?" Bai Xue arqueó las cejas, aunque todavía desconfiaba mucho de Guo Ping así en su corazón, tenía que admitir que esta peligrosa versión de Guo Ping había descubierto claramente sus intenciones.

"Este tipo de asunto trivial, no es demasiado difícil", dijo Guo Ping, y extendió su mano frente a Bai Xue nuevamente, "Dame las tijeras".

Aunque Bai Xue no entendió porque los roles de Guo Ping cambiarían de un lado a otro, ya que alguien estaba dispuesto a ayudarla a resolver el arma homicida, ¿por qué no sacó ese par de tijeras?

Poniendo su manita detrás de ella, en un abrir y cerrar de ojos, el par de tijeras aún manchadas de sangre apareció en su mano.

"No importa si las tijeras pueden esconderse con éxito, lo importante es que nadie te pueda descubrir". Bai Xue le entregó las tijeras a Guo Ping.

Guo Ping sonrió levemente, no respondió, se dio la vuelta y salió de la casa.

Baixue dejó la ropa de cama y salió corriendo, solo para ver una figura a lo lejos, la velocidad rápida, parecía un poco como volar por encima de la pared.