enlace

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-tienes que contarle ya Kirishima, su rehabilitación terminada en una semana y regresará a su país, si eso pasa todo sera más difícil para ambos-se quejaba Mina por tercera vez en el día

Ya habían pasado unos días del despertar de Bakugou y tanto Mina como Sero estaban preocupados por el enlace entre Kirishima y Bakugou y por el rechazo del pelirojo a queres hablar con el rubio

-lo se, pero no es tan fácil, tengo miedo- su cabeza se encontraba perdida mientras fingia leer algunos papeles en su escritorio

-¿miedo de que Kirishima?, Bakugou te ama y lo sabes, ¿que puede salir mal?

-cuando dicen esa frase en los libros nada sale bien- reprochó volteando a ver a su amiga

-pues en este caso no. No es un jugo de si quieres decirle o no, tu salud y tu país estarán en riesgo si guardas cosas tan importantes como tu enlace, tendrás que decirle si o si Kirishima- el tono de Mina era fuerte y firme, como el de una madre regañando a su pequeño rebelde, era así desde que eran niños, siempre que lo necesitaban ella tomaría el papel de madre y pondría a todos en su lugar, a pesar de que esa persona fuera el mismísimo rey dragón

Ella tenía la razón, ocultar el enlace y dejar que Bakugou se fuera solo dejaría en declive la salud del rey. Para un dragón estar lejos de su pareja era una cuestión peligrosa, y si bien no morían, su salud decairiá a un punto grave, lo cual era contraproducente para un país que necesitaba un rey fuerte, así que si Kirishima quería mantenerse a flote, necesitaba a Bakugou cerca, pero Bakugou también es un rey también tiene asuntos que atender en su propio reyno, no era como si lo pudiera mantener solo para el

-no puedo, no quiero que Bakugou se sienta obligado a estar a mi lado solo por qué sin el literalmente no podría vivir, no quiero forzarlo, el no es como yo, el no es un dragón, el no está unido a mi en ningún sentido, dime Mima, como quieres que lo ate a mi por un maldito instinto ¿Y si el no quiere? Y ¿Si se sentirá forzado a estar conmigo? No puedo, no puedo atarlos así- algunas lágrimas habían empezado a caer, Mina se había quedado sin palabras, Kirishima tenía razón Bakugou no podía vincularse de vuelta con Kirishima, el no tenía ninguna obligación de quedarse junto a Eijiro, no encontraba palabras para contradecirle

Resignada a no poder decir nada Mina se limito a abrazarlo y dejarlo llorar en su hombro unos minutos asta que pudiera encontras palabras con las cuales ayudar a su amigo

-se que tienes miedo, pero aún así tienes que hablarlo con el -comenzaba a decir de  forma calmada mientras le pasaba un pañuelo a Kirishima- ya te dije, unir los reynos es la única opción, puedo que sea egoísta pero al unirlos no necesariamente obligadas al rey Bakugou a ser tu pareja si es que en algún momento no te ama más, con el hecho de comer en la misma mesa y estar cerca podrás mantener tu salud

-lo se, lo pensaré, ¿si?-contesto con gentileza mientras limpiaba las lágrimas sobrantes

- está bien, te dejo para que lo pienses por ti mismo

...

E

l día estaba soleado y el viento corría suavemente, Bakugou se había acostumbrado ya a pasar sus tardes después de la realibilitación en el jardín del castillo, le gustaba sentarse a leer en una banca alejada del ruido de la servidumbre o de los "bastarditos" como Bakugou solía llamar a Eri y Kota pero al parecer hoy no se había podido quitar de encima a la pequeña Eri así que está tarde se había resignado y termino leyendo el libro junto a la pequeña o mejor dicho, el leía mientras ella lo llenaba de preguntas sobre este

-¿Entonces el no sabe nadar? Yo tampoco sé nadar, ¿Tu sabes nadar?- preguntaba la pequeña luego de que Bakugou comenzará a leer el libro

-si se, sigamos *ahí fue cuando escuché su voz, media chillona <yo te puedo enseñar a a nadar>*- proseguiá pero sin mucho éxito ya que fue interrumpido al instante

-¿Que es chillona? ¿Es como llorona? ¿Le duele su garganta?- seguia cuestionando la pequeña

-sabes que, mejor hagamos otra cosa,¿Si?

-¿por que? Yo quería que terminarás el libro, oh mira una mariposa azul, que linda- e igual de rápido que formulaba preguntas la niña perdió el interés bajando del banco de un saltito para salir corriendo de tras de la mariposa, mientras Bakugou suspiraba y regresaba la mirada al libro para poder seguir leyendo

Por otro lado Kirishima los observaba desde uno de los ventanales del castillo, dudoso si era o no el momento correcto para contarle. Había aclarado sus ideas, incluso había practicado que decir pero el verlo sentado en el jardín, lo había hecho dudar un poco

Al final, decidió que era el momento, que necesitaba decirlo, después de todo era lo mejor, así que avanzó asta llegar junto al rubio colocándose a su lado

-hey blasty, ¿Me puedo sentar?

-es tu puto castillo has lo que quieras

-oh c-cierto jaja- a pesar de los nervios, logro sentarse junto a el pero este momento era el justo para contarle así que no se callo y comenzó - tengo que decirte algo Katsuki

Bakugou se sorprendió un poco al escuchar su nombre junto a estas palabras, Kirishima siempre era lo llamaba "blasty" o "Bakugou" pero era raro escuchar su nombre de parte de el pelirojo, así que cerro aquel libro para luego voltear a verlo sin decir palabra alguna y que así continuará con lo que tenía que decir

-bueno, es algo complicado, pero recuerdas ese libro de dragones que leíste hace un tiempo- Katsuki asintió- recuerdas el celo de dragón y su enlace y sus pareja y su

-ve al grano idiota

-ah si lo siento amm, al parecer... Al parecer tu... Tu... Tu y...

-¡maldita sea Eijiro habla!

-¡Tu y yo estamos enlazados!-un silencio reino el lugar solo se escuchaba las risas de la niña a lo lejos, asta que fue roto con un pequeño chasquido por parte de Katsuki

-ya lo sabía-dijo el rubio mientras se acomodaba para tomar una de las galletas que la niña había traído en un principio

-¿que?-Eijiro había quedado en blanco, se esperaba incluso golpes, pero jamás pensó que el ya lo supiera- ¿Cómo lo descubriste?

-no lo descubrí, a tu hechicera se le escapó en una de sus limpias raras esas

-y... ¿No te molesta?- preguntaba algo ansioso

-la verdad no, pero ¿Que tú y yo estemos enlazado no amerita que no podrás separarte de mi?

-si, por lo mismo necesitaba contarte y yo quería proponerte que

-unamos los reinos

-si eso te quería decir... Espera, ¿que?- el rostro de sorpresa en Kirishima era gigante, no tenía ni la menor idea de que estaba pasando, ¿es que acaso todas esas noches sin dormir fueron en vano? -eso, ¿también te lo dijo la hechicera?

-si, y aconsejo que sería lo mejor para ambos reinos y... No solo eso- el rostro de Bakugou había comenzado a teñirse de un rojo carmín en las mejillas mientras de apoco regresaba la mirada hasta el chico a su lado -parece que yo tampoco podré estar lejos de ti idiota

mi rey dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora