Capitulo 13

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La mañana para Harry no fue la mejor que hubiera imaginado al estar de regreso en Hogwarts, pero pudo confirmarlo aún más. cuando vio a cierta pelinegra atravesar las puertas dobles gigantes del gran comedor; Phoebe hizo presencia luciendo el uniforme del colegio correctamente colocado, el cabello oscuro suelto cayendo sobre sus hombros siendo adornado por una diadema color rojo que combinaba con su corbata de gryffindor. Se acerco a paso decido a su mesa, venia sola ya que Angelina y Alicia jamás se despertaban al mismo tiempo que ella o se tomaban más tiempo para arreglarse.

Harry quiso huir del comedor cuando la mirada esmeralda de la mayor recayó en él, incluso tembló cuando la miro acercarse a donde se encontraban junto a Ron y Hermione, quien esta última cambio su semblante serio inexpresivo por uno más alegre al observar a su amiga.

—Buen día. – saludo con educación, poniendo nerviosos a los niños, pues ya se esperaban algún regaño por Phoebe, teniendo siempre en cuenta que esta es amante de seguir las reglas tal cual están escritas. —Si no me equivoco, el correo está por llegar.

Comenzó a servirse en un plato un poco de tocino y huevo, todo bajo la mirada atenta de los menores que solo estaban esperando a que ella explotara o algo parecido. Pero ellos no sabían que Phoebe no iba a hacerlo, si, lo iba a hacer una llamada de atención, pero no tan pronto. Sin embargo, ella no sabía que Harry y Ron se sentían peor al estar en la espera.

—supongo que mi abuela me enviará las cosas que me he olvidado. – comento Neville, que al contrario de sus amigos, este estaba de muy buen humor.

Y en efecto, Phoebe estaba llevando una fresa fresca a su boca cuando un centenar de lechuzas entraron al comedor, volando sobre sus cabezas, dando vueltas por la estancia y dejando caer cartas y paquetes sobre la alborotada multitud. La azabache pudo esquivar una caja amarilla que de seguro enviaban sus padres, y después se aseguró de que Neville se encontrara bien después de que un gran paquete de forma irregular rebotó en la cabeza.

—¡Errol! - dijo Ron, sacando por las patas a la empapada lechuza. Errol se desplomó, sin sentido, sobre la mesa, con las patas hacia arriba y un sobre rojo y mojado en el pico. —¡No! - exclamó Ron.

—No te preocupes, no está muerto. - dijo Hermione, tocando a Errol con la punta del dedo.

—Hermione, no creo que Ron le interese mucho el estado de su lechuza cuando le ha traído eso. – Phoebe señalaba el sobre rojo que Ron sostenía; sonrió triunfadora, sabía perfectamente lo que eso significaba.

—¿Qué pasa? - preguntó Harry.

—Me han enviado un howler. - dijo Ron con un hilo de voz.

—Será mejor que lo abras, Ron. - dijo Neville, en un tímido susurro. —Si no lo hicieras, sería peor. Mi abuela una vez me envió uno, pero no lo abrí y... - tragó saliva. —fue horrible.

—¿Qué es un howler? - dijo.

—Espera unos segundos y sabrás lo que es. – le respondió Phoebe ansiosa por saber lo que Molly diría en aquel Howler, la cual ya empezaba a humear por las esquinas.

—Ábrela. - urgió Neville. —Será cuestión de unos minutos. Ron alargó una mano temblorosa, le quitó a Errol el sobre del pico con mucho cuidado y lo abrió. Neville y Phoebe se taparon los oídos con los dedos. Harry no comprendió por qué lo había hecho hasta una fracción de segundo después.

—... ROBAR EL COCHE, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN; ESPERA A QUE TE COJA, SUPONGO QUE NO TE HAS PARADO A PENSAR LO QUE SUFRIMOS TU PADRE Y YO CUANDO VIMOS QUE EL COCHE NO ESTABA...

SEMPITERNO | I | FRED WEASLEY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora